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Si ella pudiera abrir sus ojos, si por lo menos ella pudiera hablarme de nuevo yo estaría mejor, yo no estaría en este maldito hospital siendo obligado por mi hermana a venir. Sigo mirando al suelo sin escuchar lo que el doctor dice. Sigo perdiéndome en sus recuerdos, sigo pensando en ella, su sonrisa cada que yo decía idioteces, su dulce voz diciéndome tonto, creo que solo así puedo sonreír un poco pero me gana el querer llorar.

-Edu. -Sam llama mi atención. -Por favor toma tus medicinas, ella estaría muy enojada si te ve en esta situación.

-¿Ella? -Después te veo, tengo cosas que hacer.

-Edu, mamá está muy preocupada, por favor también piensa en ella.

-Sí, tienes razón, vamos a la casa. -tal vez mi hermana tenga razón pero no puedo evitar sentirme así.

llegue a casa de mi mamá, me dio de comer, apenas si toque la comida, apenas si logró ver a las personas a la cara, los únicos que me alegran el día son mi sobrina y mi hermano más pequeño.

Llegó a casa y veo el teléfono, tengo tantos mensajes por contestar y la verdad solo abro el de mi hermana y mi madre. Como siempre preocupándose.

Abro mi juego primal legends y me ocupó de jugar sin que nada me preocupe. Después de unas horas escucho que tocan la puerta. Debe ser Any.

-Dime, que paso prima.

-Primo te hablan, para que compongan una computadora.

-Voy en un momento. -Respiro hondo y saco las vitaminas que me han dado las tomo. Poco después me decido por ir a ver quién habla.

Salgo, es un chico que de muchos que siempre necesita que le ayude a ver que tiene su máquina, veo que tiene y sólo me doy cuenta a simple vista que ya no sirve su disco duro y necesita ser actualizada, pero no tengo ganas de decir más, así que le digo que se dé una vuelta mañana como a las 5:00. Entro de nuevo a casa, dejo la máquina en mi mesa de trabajo y me voy al siguiente cuarto a recostarme en la cama.

Me quedo mirando al techo pensando en todo y a la vez nada, y de nuevo ella esta ahí, en todo, miro las estrellas que brillan en la noche pegadas en el techo, recuerdo cuando las traje a media noche y le pedí que me ayudará a ponerlas, después de brincar en la cama y acomodarlas como a ella le gustaba, nos recostamos a observarlas, recuerdo que me beso y dijo: gracias, me gustaron mucho. Después de ello recuerdo su peculiar aroma y su piel desnuda acercándose a mí. Cárajo, ya no quiero pensar más. Las lágrimas caen por si solas y las limpio con coraje.

Jamás en mi vida había encontrado un misterio tan bello como ella. Y tampoco en un largo tiempo había sentido tantas ganas de querer vivir y de descifrar la retorcidamente de esa chica que me atormenta la cabeza.

Es de día el sol está brillando más de lo común creo que podría ser un buen día.

Y lo primero que sucede es que alguien toca a la puerta. Valla sorpresa es mi hermana de nuevo.

-¿qué sucede? -Pregunto mirándola con el ceño fruncido.

-Buenos días por lo menos. Responde ladeando la cabeza.

-Lo siento no me desperté muy de buenas, buenos días Sam.

-Ya no importa vine a dejarte el desayuno.

-Pero no tienes por qué hacerlo.

-Si tengo, recuerda que debes comer mejor. Y además hoy te voy a ayudar a limpiar ese tirado que tienes.

-Cual tiradero. Si todo está perfectamente desordenado para que encontrarlo más fácilmente.

-Valla flojo que eres. Ven vamos tengo que limpiar esa mesa que tiene de todo hasta zapatos.

-No! No quiero que toquen las cosas que están ahí.

-Oye ya paso un largo tiempo, tienes que dejar ir todos esos recuerdos que te hacen daño. O bueno te parece que solo pongamos las cosas más ordenadas.

-Bien. Parece que no tengo de otra opción con mi hermana metiéndose en todo. Pero cederé esta vez.

Ya casi terminamos de ordenar todo y poner los lapiceros las hojas los folders y los pequeños recuerdos de algunos lugares que yo no visite para que se vena mejor. Hay una libreta forrada con imágenes de hojas de árboles que me hace recordarla a ella. Leo el nombre grabado en la portada. LINA. Ojeo la libreta, tiene apuntes de tareas trabajos. Y finalmente hay hoja doblada a la mitad eso parece extraño. Tomo la hoja que no es más que una carta. Sé que es ella. Es su esencia, siempre dejando mensajes, siempre tan lista. A pesar de toda la trama ella siempre sabe en qué van a terminar las cosas. Supongo que siempre tuvo un plan.

Que abras estado pensando que pasa por tu cabeza, sabias lo que pasaría, y por qué me has dejado de esta manera.

La tarjeta decía:

Hola amor, si lees lo siguiente quiere decir que ya no estoy aquí y que pronto todo sanara, lo prometo, pero no quería irme sin dejarte un mensaje muy importante. Así que prepárate porque los siguientes días estarás muy ocupado.

"Primera cita, primer banca al inicio de parque, alinea hacia atrás, encuentra el tesoro."

-¿Pero qué esto? - digo confundido

-¿que? Pregunta Sam, y le doy la tarjeta para que la vea. La termina de leer y también parece confundida, pero en seguida responde, Edu creo que es más que obvio que ella quería que descifres lo que dice y busques algo. Yo no puedo entenderle pero tú debes recordar algo lo que sea.

-Creo que estoy un poco aterrado, no estoy preparado para nada de esto. Creo que prefiero estar solo.

-Ya vez, ahí vas de nuevo chavo, yo quiero ayudarte y no te dejas.

-Samanta por favor.

-Bueno, solo llámame si necesitas algo. ¿Si?

-Si.

Lina entre tinta y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora