cinco

19 3 0
                                    



No entiendo bien y mucho menos si me dejan así. ¿Debo creer que está pasando algo malo? Tomé un taxi para llegar a la parada de autobús. Al llegar aún me faltaban 10 minutos para abordar. En lo que esperé decidí marcar el número que venía en la tarjeta. Esta vez contesto una chica.

-Hola Soy...

-Eduardo. Lo sé. Estaba esperando tu llamada.

- ¿Y tú eres?

-Una amiga de Lina. Te veré mañana a las 9:00 en la entrada del castillo de Chapultepec.

-Cómo voy a reconocerte.

-Yo voy a reconocerte. Hasta mañana.

-Bien. Adiós.

Esta gente es muy rara. Ni modos tendré que quedarme a dormir en un hotel barato.

Me quede esperando en el inicio del recorrido. Recuerdo que una vez vine con Lina, es gracioso recodarlo parecía blanca nieves con todas las ardillas encima de ella.

Finalmente, una chica de piel blanca se acercó a mí.

-Hola. Soy Maricela.

-Hola, Eduardo mucho gusto.

-Si ya te conocía de vista. Pero no quiero hacer larga la charla, mira aquí está la tarjeta que me dejo ella para ti. Y espera. Amor lo traes? –Dijo la chica a un joven que estaba detrás de ella, el asintió y camino hacia una camioneta.

-¿Qué se supone que es todo esto?

-¿No lo sabes?.

-Pues parece ser que todos lo saben menos yo.

-Creo que pronto lo sabrás, solo necesitas tiempo para sanar y eso es lo que ella está dándote. –El chico regreso con un cachorro en manos, no estoy seguro para nada que es lo que significa todo esto, pero tengo el extraño sentimiento de que es para mi.

-Toma, es tuyo. –Dijo la chica sonriendo. -Yo no tengo nada más que decirte, mi carta está prohibida enseñártela. Solo puedo decirte que ella no quiere que estés solo. Así que vamos por favor se feliz por ella.-Por cierto, ella quería que visitaras los lugares en los que estuvieron juntos, pero ahora  con tu nuevo compañero. 

-Gracias, y creo que jamás volveré a verte. ¿cierto?

-Posiblemente. Así que será mejor que te deje, debes leer la nota.

-Gracias de nuevo. 

No hay de que. 

...

"Cada que te veía sonreía, por que amaba ver que me la devolvías. Y esa hermosa sonrisa me hacía sentir tan tranquila y a la vez tan emocionada. Sonríe por mi amor. PD.: Un compañero y una hermana."

Regrese finalmente a casa. Y la verdad es que ha sido un lio traerme al pequeño pug que me han dado. Sigo pensando un nombre para él.

Ya han pasado un par días de que regrese a casa me siento más animado, pero no puedo dejar de recordar, de pensar en todo y sobre todo en Lina. 

Lina entre tinta y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora