siete (Final)

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Ese mismo día me decidí a ir a verla al hospital.

-Señora buenas tardes.

-Eduardo. Gracias por venir. Supongo que a hiciste las pases contigo mismo.

-Todo es por ella, ¿no es así?

-Sabias lo decidida que era.

-Si. Lo sé.

-Por favor habla con ella. –dijo con lagrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.

-Que es lo que sucede.

-Te lo diré en cuanto salgas. – y es tontamente cuando caí en cuenta lo que sucedía.

-La van a desconectar. –dije atónito.

-Si. Su cuerpo simplemente ya no soporta en la semana tuvo dos intervenciones por un paro cardiaco. Lamento decirte esto, pero ya no pueden hacer nada por ella. -Dijo con la voz quebrada y encogiéndose tomando dureza en su mano para el centro de su pecho como si ella mi misma apretujara su corazón, para poder hablar.

-Entiendo. -Dije abrazando a aquella mujer que tantas veces me dio sus consejos su apoyo y que a pesar de todo me trato como otro hijo más.

Después de un momento más me dispuse a pasar a la habitación.

-Al entrar al cuarto la vi conectada a muchas maquinas que la ayudaban a respirar que le daban nutrientes por medio de mangueras. Simplemente una escena dolorosa para todos aquellos que la aman. Me senté a un lado. Tome su mano pálida y comencé a hablar.

-Sabes en estos últimos días me hiciste sentir ocupado, creo que feliz, si estuve feliz, no sé cómo lo haces, no sé cómo a pesar de todo, las cosas que dejas tienen aún tu esencia, todo eso tan raro es tan tú. Nunca supe lo que pensabas, siempre estabas pensando más loqueras que los demás, siempre le dabas más vida a las cosas, todos están preocupados por lo que pasabas, muchos pensaran que te suicidaste, muchos más pensaran que solo fue un accidente mas, pero yo te veo como lo que eres.

Eres más fuerte que los demás mucho más valiente y generosa, simplemente fuiste buena. Las pesadillas no eran porque estuvieras demente, bueno tal vez un poco. Pero son porque tenías miedo, siempre las has tenido. Siempre supe que estabas más adelantada a tu época, pensabas diferente y a pesar de todo seguías siendo tan humana amabas todo lo bueno y bondadoso. Es por ello que sacrificaste tu vida por aquellos niños que se estaban robando, fuiste tonta e irracional, pero los salvaste. Ellos están bien. Gracias a ti. Y sabes? Yo también estaré bien gracias a ti.

Te amo hermosa siempre le diste más vida a todo lo que estaba cerca de ti. Y gracias por darme una lección. –Bese sus labios por última vez. Y si ni hubiera sido por esa maldita máquina que comenzó a sonar cada vez más fuerte todo habría estado mejor. Llegaron los médicos la intervinieron y todo se volvió más lento, como le daban electrochoques como trataban de reanimar su corazón hasta que la línea su puso recta y me di cuenta que la perdí para siempre, en realidad todos la perdimos.

Los recuerdos comenzaron a surgir a sentí como la perdía, aun recuerdo sus labios besándome lentamente, su sonrisa burlona, sus caderas moviéndose lentamente frente a mí, sus manos acariciándome, la recuerdo llorando, la recuerdo simplemente corriendo de mi riendo a carcajadas.

En cuanto salgo con su familia todos ya saben la noticia. Sus hermanas lloran abrazadas su madre está sentada en una silla sin mirar a nadie, su padre esperando y mirando al suelo.

...

El funeral fue tedioso molesto, cansado. Obviamente ahí me encontré a mucha gente que no conocía y algunas caras familiares. Ahora entiendo por qué cada que los veía a todos sabían que estaba pasando menos yo por ser un egoísta que pensó que era el único que estaba a sufriendo.

El entierro termino, fue triste como todos. Yo solo quería pensar un poco a solas así que comencé a caminar sin pensar solo llegue a la tumba de mi mejor amigo.

-Hermano, ahora ella estará mejor, si la vez por favor dile que esta vez se encargue de ser feliz ella. Y espero que tu estés mejor en donde sea que te encuentre. 

- Hablando solo. –Dijo alguien desde atrás. Gire para ver quién era. Milena.

-¿Qué haces aquí? -Levanto su mano mostrando una tarjeta más. Estire mi mano para que me la diera.

-Nunca dije que era para ti.

-¿Entonces? –dije confundido.

-Es para mí. –Eso me hizo fruncir más el ceño.

-Solo puedo decirte. –Dijo acercándose más. –que no soy ella y nunca lo seré, pero te puedo asegurar que el tiempo sana y que pronto podrás sentirte feliz.

-Eso quiere decir.

-Lina me pidió que te apoyara y no significa que las cosas deben ser interpretadas mal. Solo debes saber que aquí tienes a una amiga.

Sonreí. –Lina. Siempre tan tú.


 FIN.

Lina entre tinta y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora