20. Nisiquiera Sé Que Significa

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Aquella noche Carlos no pudo dormir nada, la imagen de Harry tocándose y gimiendo su nombre no salía de su cabeza y a duras penas podía olvidar su erección, trato de dormir pero le era imposible y no pensaba hacerle caso a una erección provocada por Harry, nisiquiera sabía por qué la tenía, estaba seguro de que no le gustan los chicos y aunque así fuera, era imposible que sintiera algo por Harry, no era su tipo y además lo había secuestrado y torturado, pero también había sido gentil al disculparse, algo que no tenía por qué hacer en especial si quería vengarse, además aquella tarde había sido Carlos el que había iniciado el beso, claro que Harry se había aprovechado al tocarlo, pero el sorprendido fue Carlos al darse cuenta que eso no le había molestado completamente, al contrario había existido una fracción de momento en el que Carlos lo había disfrutado, pero claro que tuvo que finguir molestia ante el pirata.
Carlos seguía confundido y molesto, era imposible que sintiera algo por el pirata, literalmente lo había secuestrado y obligado a trabajar, pero también se había disculpado y cada vez que lo besaba se sentía diferente a cuando había besado a Jane, con ella sentía alegría y ternura, pero con Harry sentía electricidad y emoción y muy para su sorpresa la última vez había sentido todo eso y lo que muchos llamaban mariposas en el estómago, los labios del pirata lo había echo sentir especial. Pero aún así Carlos se negaba a abmitir que sentía algo por el pirata, en primera por qué seguía siendo su pricionero y en segunda por qué por qué no iba a abmitir algo que no sabía que era.
Lo que sí sabía Carlos era que tenía que salir y aclarar sus sentimientos, fue entonces que comenzó a desarrollar un plan para resolver ambos problemas de una vez por todas.

Al día siguiente Harry ya llevaba más de 15 minutos tocando una y otra vez la puerta, pero Carlos la había bloqueado por dentro, pensó en patearla pero temió que Carlos la estuviera deteniendo con su propio cuerpo y entonces al patearla lastimarlo, después pensó en simplemente dejarlo ahí, si Carlos no quería salir el no podía obligarlo,pero el fallo en eso era que se preguntaba el porqué del encierro, lo más lógico, pensaba Harry, era que Carlos se encontraba molesto por el hecho de tocarlo sin su consentimiento, sabía que Carlos era muy delicado en ese tema y aún así lo había ignorado, se había dejado llevar por sus impulsos y no pensó en que podría molestar seriamente a Carlos, lo cual le preocupa bastante, no quería arruinarlo más de lo que ya lo había arruinado, se arrepentia mucho de eso y rogaba poder pedirle perdón a Carlos, le prometería no volver a hacerlo e incluso dejaría que lo insultara si con eso podía llegar a ganar un poco de la confianza del chico que comenzaba a amar.

De repente la puerta se abrió y Harry dudo por un momento en si debería entrar o no, pero se decidió a entrar cuando la voz de Carlos le pido hacerlo. Todo estaba limpio (para ser la isla y un castillo abandonado) en el centro de la "habitación" se encontraba una silla, al lado una pila de sábanas  y telas, las cuales pensó Harry eran la improvisada cama donde Carlos  dormía y se sintió mal por obligarlo a  eso, Carlos no se merecía eso y frente a la silla una improvisada cortina. Harry no pudo entender que estaba pasando , no entendía si era una especie de broma/venganza de Carlos o si simplemente el de pelo blanco finalmente había enloquecido al remodelar su habitación.

- Harry, siéntate en la silla- el pirata dudo un poco en si debía o no seguir aquella orden, pero su curiosidad pudo más que su sentido común y se sentó donde Carlos le dijo- muy bien, tengo al que proponerte Harry.

- No vas a dejar de trabajar en el restaurante, ni podrás regresar a Auradon.

- Nunca pediría nada como eso- fingió estar ofendido- sé que dirías que no sin siquiera pensarlo- su voz sonó un poco triste al decir eso, pero se recompuso casi de inmediato- lo que quiero es más fácil.

-¿Que es?- ahora Harry se mostraba curioso.

- Quiero que me dejes salir, aunque sea solo un día a la isla, prometo volver y trabajar más en el restaurante.

En la Isla como en mi corazón (Harlos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora