Diálogo socratico, ejemplo.

d.s

 Un ignorante a un poeta:

— Y dime, en tus relatos hablas sobre el amor, ¿sabes qué es? —preguntó el de gran edad.

— Claro que lo sé, no podría transcribirlo en papel si así fuese —respondió, mientras acomodaba su cabello con soberbia. El ignorante le pidió continuar, preguntándole qué era, a lo que respondió, confiado:— El amor es un sentimiento que hace a la gente sonreír, como me pasó a mí.

El mayor lo miró con confusión—. ¿No pelea usted con su esposa? Recuerdo haber escuchado antes los gritos de ésta...—ante el asentimiento del joven escritor, prosiguió:—. Entonces no le hizo hacer sonreír, a menos que no sienta amor por aquella persona.

— ¡Claro que lo hago! Si el amor te hiciese sonreír todo el tiempo, el sentimiento sería más mediocre, hay que disfrutar de los momentos pacíficos entre ambas almas —replicó—. El amor es el sentimiento que te hace sonreír y aceptar las diferencias que tienes con el otro, por más difícil que sea.

— Pero... —dudó, curioso—. Hay gente que sufre por amor, ¿por qué un sentimiento que te hace sonreír, a otros los hace llorar? —intentó continuar—. Si la persona amaba a un delincuente, ¿debe aceptar aquello y dejar que la persona que ama se destruya por sí misma? ¿no es amor intentar de ayudarlo, de cambiar aquello? —al ver asentir al poeta, siguió—. No entiendo, para usted, el amor es un sentimiento que te hace sonreír pero también llorar, y en el que se debe aceptar las diferencias con la otra persona, pero en ocasiones no.

— Bueno... ¡no sé! —exclamó, irritado—. Tengo que irme, hablamos mejor de eso en otra ocasión.

Cree éste diálogo con la afirmación "conocer no es saber" como base, para demostrar que si bien aquel poeta sentía y vivía el amor, no era capaz de llegar a una definición a base de su experiencia, ya que otras personas lo viven de otra forma diferente a la suya, volviéndose ambigua.