Piel Canela

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El avión estaba por aterrizar en el aeropuerto de la ciudad, había sido un viaje muy rápido, pero el japonés aún no cantaba victoria, pues después de bajar del avión debía tomar el primer autobús con destino a Sta. Cecilia. A pesar de que aún faltaba mucho por viajar, Hiro sabía que al final de cuentas todo habrá valido la pena, pues quería darle una sorpresa a su viejo amigo mexicano, quien lo había conocido hace unos años atrás y el cual ya no ha visto durante mucho tiempo.

Tardo más de lo que esperaba en tomar el autobús, pues no encontró otro con la salida más próxima. Ya en el autobús decidió relajarse y descansar un poco, pues no había dormido bien en los últimos días, la escuela, la cafetería, su trabajo como héroe de Sn Fransokio, trabajos y proyectos finales lo habían dejado muy agotado y ahora este largo viaje es más que suficiente para que el joven japonés se diera una merecida siesta, puso a reproducir música en su teléfono mientras se ponía sus audífonos, seleccionó una canción en particular, una canción muy especial para el: Recuerdame, esa canción que una vez escucho y le encantó, esa canción que su amigo moreno le había dedicado antes de irse de Sn Fransokio, esa canción que siempre lo hacía recordarlo, tal y como dice la letra.
Comenzaba a ser arrullado por la voz de Miguel, pero Hiro pensaba que le hubiera gustado más escucharlo en persona, pues pues su voz original era más dulce, tierna delicada, pero más que nada, se sentía su calor y amor; Hiro lo extrañaba demasiado, este pensamiento lo hizo preguntarse que era lo que realmente sentía por Miguel, a pesar del diagnóstico que le hizo Baymax acerca de ello el japonés no estaba muy seguro del diagnóstico de su robot pues debía haber otra razón, tal vez la cercanía que llegaron a tener pues uno cuidaba del otro como si fueran familia, de hecho Tía Cass y Tadashi lo habían considerado como parte de la familia Hamada, Miguel estuvo muy agradecido por eso.

Hiro comenzaba a perderse entre sus pensamientos comenzando a caer dormido cuando de pronto alguien tocó su hombro

- Disculpa, hey, muchacho

- Eh... ¿que? - comentó Hiro un poco adormecido

- Disculpa que te haya despertado, pero me preguntaba si no te molestaría que me siente a tu lado

- Ah no, no se preocupe y por supuesto puede sentarse

- Muchas gracias

Hiro le pareció un tanto gracioso y simpático el aspecto del señor, pero lo que más le agrado fue esa pequeña barbita que tenía en su rostro, ese estilo no se usaba ya desde hace años aunque no descartaba que le gustaba ver algo diferente a lo común ¿será porque está en México?

- ¿ Y eres de aquí? - pregunto el adulto

- No, soy de otro país, soy de la ciudad de Sn Fransokio. Voy a visitar a un amigo que vive en Sta.Cecilia

- Oh interesante, así que se podrá decir que eres un turista

- Si, por así decirlo simplemente

- ¿Y es tu primera visita a ese pueblo?

- Sinceramente si, pues mi amigo fue de intercambio a mi escuela, pues la suya se derrumbó por un sismo que paso, que paso hace algunos años, y la escuela en donde yo estudie decidió recibir a los mejores alumnos de esa escuela y entre ellos estaba él y pues, digamos que el resto es historia

- Me imagino, pero ¿ya no estudias?

- No, me gradué hace unos meses de la Universidad, en la maestría de Ingeniería en Robotica

- Wow, entonces se podría decir que eres un cerebrito

- Nah, a veces me considero un Nerd

- Pero deberías de estar orgulloso de eso, quiero creer que has llegado lejos con tu inteligencia

One - Shorts Higuel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora