Magcon

Capitulo 3

Estaba en la sala sentada junto a Cam y a mi otro lado se encontraba Taylor. Hace tiempo que no habia visto a Nash y me preocupaba.

-¿Qué piensas?-me dijo Cam al ver que no le escuchaba.

-En Nash, hace rato que no lo veo.

-Voy a buscarle.

-De acuerdo.-sonreí.

Solo para asegurar miré su conexión de WhatsApp. Era a las 16:42 y eran las 18:05. ¿Donde estará?

Realmente estaba preocupada. al rato ví a Cameron por la puerta y le hice una señal para que hablase.

-No lo encuentro.-me dijo nervioso.

Rápidamente cogí mi móvil, las llaves y una chaqueta para salir a buscarle. Había ido por un camino del lago a ver si lo encontraba, me había alejado muchísimo, ya ni siquiera se veían las luces de las casas. Escuche varios ruidos y demás. Tenia miedo, mucho. Miré la hora en el móvil, 22:18. ¡Joder!, habia perdido toda la esperanza pero seguía caminando, no podía vivir sin él, de eso estaba muy segura. Pasaron unos diez minutos y ví una luz. De repente, me tranquilicé. Ahí estaba él, con su móvil jugando al Candy Crush. Me quedé un rato observandole. De repente salió del juego y vi su fondo de pantalla, eramos él y yo, él me daba un beso en la nariz y yo sonreía tontamente. Lo bloqueó.

-Hey.-dije nerviosa.

-¿Qué haces aquí?-preguntó.

-¿Qué haces tú aqui, querias matarme del susto acaso?-grité.

Rió sarcasticamente.

-Tu no lo entiendes...-susurró.

-¿Qué tengo que entender para que te vayas así?-grité sollozando.

Joder.

-Nada, ________. Regresemos se hará más oscuro aun.

Se levantó y se puso delante mia para seguir el camino de vuelta y no perderme. ¿Y ya está?, esperaba un abrazo, un beso o algo después de más de tres horas buscandole. Estabamos por el lago y el estaba bastante más adelantado que yo. Entonces el chico de la casa de esta tarde miró por la ventana debido a que yo acababa de toser como una vagabunda. Me miró, me sonrió y me mandó un beso volado, yo me limité a saludar con la mano.

Llegué a la puerta y pasé ya que Nash la había dejado abierta. El primero en fijarse fue Matt que estaba de pie mordiendose las uñas. En el sofá vi a Cameron con ambas manos en la cara y apoyandose en sus rodillas.

-¡Dios, ________!-gritó Matt-¿Qué ha pasado?

Al Matt mencionarme Cameron caminó hacia mi y me abrazó.

-No tendría que haberte dejado ir sola... Lo siento..-me susurró.

No sabia porque se arrepentia si la que salió corriendo de ahí fui yo. Estaba llena de impotencia, no sabia que le pasaba a Nash y eso me derrumbaba. Cuando creí que ya no podría aguantar más entró Eli por la puerta. Nos observó a todos y se sorprendió.

-¡Chicos, habeís venido... todos!-rió y me miró.-¿Qué te pasa?

¿Qué hago?, ¿le digo que su hijo se había desaparecido durante un montón de horas y que tuve que adentrarme por todo el bosque o ..miento?

Miento. Lo siento Eli.

-Nada lo de siempre, mi madre...-sonreí melancólica y ella me miró apenada. Joder, voy para actriz.

-No pasa nada hija, nosotros siempre estaremos para ti.-me abrazó.

Sonreí y me fui arriba. Debía hablar con Nash.. Subí los escalones casi tropezandome y corrí a la habitación de él la puerta estaba cerrada, me quedé pensando si debía pasar pero todo eso cambio cuando me recordé que Nash era mi mejor amigo y alguien algo más especial que un amigo para mi. Toqué dos veces a la puerta y no hubo respuesta asi que tomé la libertad de entrar. Ahi estaba él en su cama tumbado viendo la tele, me miró y volvió la vista a la televisión.

-Nash..-no me miró.-¿Qué te pasa?

Nash

-Nash..-no la miré, no me atrevía.-¿Qué te pasa?

La ignoré y seguí "viendo" la tele. Lo único que habia hecho era pensar en ella y en lo que había pasado con mi vecino y con Cameron. Cuando se miraron fue como una chispa y a mi me había quemado.

-¿Por qué me ignoras?-dijo con la voz quebrada.

-No te ignoro..-me levanté y me dirigí hacia ella.-Todo esta en tu cabecita.-le señale la cabeza.

-¿En serio, Nash?-no se había creido una mierda.-¿Tan ignorante crees que soy?

-_______, vete, dejame tranquilo.-me volví a tumbar.

-Si eso es lo que quieres.-dijo intentando ser firme pero se le notó la debilidad.

-Si.-dije firme pero nervioso.

Ella salió por la puerta y me derrumbé. Habia sido un gilipollas con ella. En vez de luchar, estoy dejandome ganar fácilmente. Esto no podía ser.

No puedo perderla, sin ella... No soy nadie.