Capitulo 9

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Miré hacia arriba y los rayos de sol me cegaron, pestañeé par de veces y esta vez puse mi mano en la frente para hacer sombra. Vi que era el vecino, Dylan. Me puse de pie.

-Hola Dylan, ¿cómo te encuentras?-le dije preocupada.

Flashback

Cuando llegué a la casa del chico estaba él en la acera llorando. Me acerqué a él.

-Hey, ¿qué te pasa?-dije frunciendo el ceño.

-Mi madre ha muerto.-dijo finalmente entre lágrimas.

Fin

-Bueno..-se rascó la nuca.-Tratando de no pensar mucho en ello.-sonrió levemente.

-Tranquilo, mi padre tampoco está si te tranquiliza.-dije poniendo una mano en su hombro.

-No me tranquiliza mujer, era tu padre.-frunció el ceño.-Cambiando un poco de tema, ¿sábes surfear?-sonrió.

-No pero siempre he querido hacerlo.

-Pues no se hable más.-me cogió de la cintura y me subió a sus hombros.-Eli, me la llevo a surfear.-ella asintió sonriendo.

-Espera, no tengo traje.-le dije preocupada.

-Compramos uno, corre de mi cuenta.-me dijo.

-No voy a dejar que me pag...-dije alterada.

-Yo te lo pago y punto.-dijo serio.

Que temperamento.

Me bajó y corrió a la tienda. Me senté en un banco que había allí cerca y miré al mar, habia olas, pequeñas y alguna que otra serie de olas más o menos grandes. De repente sentí nervios.

-¡Ya está!-me asusté y pegué un brinco, a lo que él levantó una ceja.-Qué rápido te asustas.-reímos.

Cogí el traje y me lo puse luchando contra él. Cuando me lo terminé de poner me hice una coleta alta y vi a Dylan mirandome serio.

-Bien, para conseguir que te mantegas de pie en la tabla haremos unos pequeños ejercicios.-se situó delante mia y se puso rígido como un oficial.- ¿Prometes esmerarte para ser una surfera de élite?.-dijo totalmente.

-Lo prometo señor.-dije con la mano en el pecho y soltando una carcajada.

-Para ti señorito.-dijo con voz femenina.

Me llevó a una especie de cabaña de donde salió una chica con el pelo rubio y pinta simpática. En la tienda habian tablas de surf colgadas de todas las paredes.

-Buenos dias, Dylan. ¿Dos tablas hoy?-me miró con una sonrisita.

-Si, por favor.-dijo sonriendo levemente y guiñandole un ojo.

La chica cogió dos tablas una blanca con detalles en rojo y otra que me encantó que iba de colores de blanco a azul claro, azul normal y azul fuerte. Me sorprendió muchísimo tanto que me quedé con la boca abierta. La chica me observó riendo.

-Se permite la venta de las tablas, por si te interesa.

Toqué la tabla y contemplé su estado, estaba perfecta.

-¿Cuánto cuesta?-le dije muy interesada.

-Su precio original es de 150 euros pero como eres conocida te lo dejo en 60 euros.-sonrió abiertamente.

-Me la quedo.-dije al instante.

Dylan me miró sorprendido. Sonreí y le hice una señal a la chica para que esperase y me fui corriendo a coger la cartera.

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