Prólogo

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*Central Park. N.Y
Sabado 10:00 am*

POV Omnisciente

Sentada en una manta sobre el verde césped, se encontraba una castaña de cabellera larga atada en una coleta alta, en su cabeza descansaban sus lentes de sol que iban combinados con su hoddie negro de Hogwarts, unos jeans rasgados a la altura de las rodillas y sus inseparables botas de tacón bajo.

Esa mañana de sábado se dedicó a salir con sus mellizos de 3 años, con los cuales jugaba mientras los miraba con total adoración, eran sus pequeños motivos para seguir sobrepasando cada obstáculo que se le presentaba, y vaya que le tocó atarse de manos y pies para aprender a usar sus alas, las cuales se expandieron llenas de colores; al igual que la de una oruga cuando se convierte en mariposa, la primera vez que tuvo en sus brazos a sus mellizos.

Mientras los observaba pasarse una pequeña pelota entre ellos, su sonrisa se hacia mas grande y radiante - Que rápido pasa el tiempo -  era lo que pensaba, y sí, no le había sido fácil sanar las heridas que se empeñaban en no dejar de sangrar, eso le tomó un par de años para luego darse cuenta que si se tienen los zapatos adecuados (En su caso, las ganas para seguir adelante) el paraíso no está tan lejos; y justo allí, en ese parque con sus dos pequeños dirigiéndole interminables sonrisas, ella tenía su propio paraíso...

O por lo menos, eso pensaba, hasta que dirigió su mirada hacia el frente y lo vió, sentado a unos metros de ella, con esa chaqueta que tenía el estampado de Rock'On ; que muchas veces le quitó el frío en sus salidas nocturnas, y aunque su cabello se veía mucho más corto de lo que recordaba, sabía que era él.

- No puede ser real - con ese pensamiento se levantó rápidamente del césped y comenzó a juntar las cosas de los niños a toda velocidad, pues no quería darle a ese sujeto la posibilidad de que la viera y mucho menos con sus pequeños.

Con toda la rapidez que sus manos temblorosas por los nervios se lo permitieron, aseguró a los niños en su coche doble y al mirarlos se dio cuenta que tenían un puchero y lágrimas dispuestas a salir en cualquier momento, por lo cual de manera rápida se inclinó y les dió un pequeño beso en sus frentes mientras les decía con voz dulce - No mis amores, ahora no por favor - , para luego colocarse sus lentes de sol y conducir el coche doble de forma acelerada e ir en la búsqueda de su automóvil y así llegar a la paz de su hogar, mientras era acechada por un torbellino de pensamientos.

Recordó que se estacionó dos calles mas allá del parque debido a la gran cantidad de autos que allí se encontraban cuando llegó, maldijo por lo bajo el no haber caminado desde su casa al parque ya que solo eran unos 10 minutos de distancia - Por tus hijos, por eso no lo hiciste - se respondió en un resoplido cargado de nervios y ansiedad.

Y mientras ella iba lidiando con una tormenta emocional en su mente, no se recordó de una regla básica, esa que le había dicho su madre hace ya unos cuantos años atrás.

- Fíjate que no vengan carros antes de cruzar la calle -

Between Laws & BrushesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora