| C a p i t u l o: T r e s |

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Al día siguiente las cosas realmente  iniciaron feas.
Un sonido fuerte hasta el dolor inundó la localidad seguido de temblores, una batalla parecía estar naciendo afuera.
Violeta sin dudarlo se vistió con algunas ropas que encontró además de algunas piezas de armaduras viejas y una espada sin filo,  para así salir, llevándose una sorpresa, allí estaban, eran dos asesinos, uno de seis metros de altura y otro de un tamaño promedio, un escalofrío inundó el cuerpo de la chica quien recuerda bien a aquel maldito que colocó una espada en su cuello...
— Oh no, nos encontraron. — Balbuceó ella, entre temblores que se calmaron cuando observó a su compañero intacto en medio de los asesinos, con su espada desenfundada y su armadura brillante como aquella primera vez que la había visto, sin duda es algo sagrado.
El mas grande levanta el brazo derecho y luego lo deja caer procurando aplastar al guerrero, quien no se mueve ni un centímetro, hasta que una explosión se hizo notar. «Bomm» humo y temblores se hacen presente ocultando la escena.
— ¡Detente! — Grito la chica con desesperación, creyendo que habían aplastado al guerrero, pero descartó rápidamente esa idea cuando la cabeza del gigante cayó al suelo.
Sentado en el hombro del decapitado estaba Nefesto, sonriente, parecía disfrutar de la violencia, prácticamente esperó el último momento para romper decenas de veces la barrera del sonido en un sutil impulso, la explosión que se había escuchado había sido por eso, sorprendente.
— Estas bien. — Dice ella, con los brazos en forma de una (x) para así evitar que el polvo le moleste la vista.
Ahora solo queda un solo asesino el mas silencioso y escalofriante, ese que la había amenazado una vez con matarla si gritaba.
—  Así que eres tú, se quien eres.— Dijo el asesino.
Su voz gruesa y fría como siempre, por alguna razón impresionó al guerrero, pues si realmente supiera quien es, no debería estar ahí parado aún, eso quiere decir que posiblemente sea fuerte o tenga algún plan malévolo para ganar. — No sabia que los asesinos hablaban tanto. — Respondió Nefesto.
El asesino solo cerró los ojos fuertes y al abrirlos una presión inundó el lugar haciendo que la chica quede de rodillas.
El asesino se había puesto serio, se dividió en decenas de copias exactas de si mismo, con espadas en mano.
— Esto será problemático. — Dice Nefesto.
Sabía que las cosas no serían muy fáciles, pero lo que sucede es ridículo, todos los clones rompen la barrera del sonido impulsándose en dirección al guerrero quien rápidamente se defiende, alterando su energía por igual, aunque solo se limitó a ello.
El aire alrededor suyo empezó a girar creando un domo tan fuerte como para retener golpes de millones de toneladas, así pudo evitar los ataques de aquellos clones.

Un sonido espeluznante embriagó el lugar, todos los clones impactan la defensa elemental del guerrero, destrozando cada pizca de ella por completo, pero no tienen el mismo éxito al impactar la armadura, esta ni siquiera sufre rasgaduras, si no que sigue brillando de forma intensa...
—Desaparezcan. —  Susurra el guerrero quien alcanzando la velocidad luz, logró posicionarse al lado de la chica, quien al mirar atrás se dio cuenta que cada clone esta cortado por la mitad a excepción del original quien pudo eludir el corte veloz.
— Niebla tóxica... — Dijo el asesino e inmediatamente el guerrero agarró a la mujer de la mano y empujó hacia adentro de la casa que se encontraba detrás, sabiendo que puede estar en peligro. — No respires la niebla. — Dijo, para luego mirar hacia adelante, pero ya tenía al asesino justo de frente, imposible eludir su patada que lo envía a cientos de metros, destruyendo todo a su paso.
El cielo oscurece debido a una gruesa nube oscura, una niebla tenebrosa hacia imposible ver correctamente, se adentra en todas partes hasta llegar a la mujer que cubre rápido su nariz con algo de ropa.
Cuando intentó mirar hacia adentro, solo pudo observar la silueta oscura del asesino acercándose por lo que levantó su espada sin filo con una mano, con las intenciones de defenderse, no planea volver a ser esclava.
El asesino no tenia mucho tiempo sabia que el guerrero podia volver en cualquier momento por lo que rápido desapareció de la vista de la chica, fusionándose con la niebla para aparecer detrás de ella, tomándola por el brazo derecho y el cuello...
— Eres problemático... — Se escucha desde la puerta, pero no se podia ver nada por la niebla, hasta que una luz cegadora seguido de un viento fuerte dispersó toda la neblina oscura, ahí se pudo ver al guerrero con su espada en mano y lleno de polvo por haber chocado con tantas casas.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2018 ⏰

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