Podemos cambiar

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~Ojalá fueran más amables~

~Me gustaría mucho sentarme con ellas~

~Si tan solo dejaran de ignorarme~

~Solo me hablan para que les pase las tareas~

~Solo le ponen atención a los populares~

~Dijeron que ocupo cortarme el pelo,
talves deba hacerlo~

~Empezaron a difamarme~

Existían miles de comentarios sobre las Heathers y ninguno de ellos pasaba desapercibido por una de las integrantes;Heathers McNamara.

A ella le importaban todo lo que decían de ellas y tenía un simple objetivo, detener los chismes junto a los deseos pesimistas de que si fueran algo diferentes, que ojalá fueran tal cosa.

McNamara los iba detener y crear una gran imagen de las Heathers que todos iban a amarlas defenitivamente.

Un nuevo día, era una nueva oportunidad, hoy iba intentar contentar a una chica de la que apenas se acordaba de su nombre, su sueño era sentarse una vez con ella en el afán de que los chicos la notasen.

-¡Callate Heather! Esa versión es más falsa que tus tetas-exclamó enojada Chandler consecuencia de que la hubiesen interrumpido en su historia,
McNamara sólo se acerco a ellas y sin saludarla siguieron el chisme.

-Entonces esa perra le dijo como que hicieran un juego de billar y si ella perdía se acostaria con el-Todo lo relataba con una mueca de asco.

-C-chicas yo pensaba que podríamos sentarnos con ella-murmuró señalando a la adolescente de manera discreta, el otro par de Heather intercambiaron miradas.

-¿Quien es esa? - preguntaron casi al mismo solo que Duke al ver que dirían los mismo paro de hablar.

-Se llama algo así Millie o su apellido empezaba con t -Duke se adelantó un paso y con un tono de superioridad se quejo por la propuesta argumentando que no comería con una perdedora como lo era esa chica.

-No comeremos con ella-respondió dura con la expresión que tendría una madre cuando su hijo reprueba una materia.

-Pero-las miradas de su amigas le intimidaron lo suficiente para dejar el tema de lado y comer solo ellas tres en la mesa que habían autodominado propia mientras que estuviesen en la preparatoria.

Y de lejos la pudo observar a la chica que intentó ayudar con un sandwich hecho en casa y completamente sola, sintió algo en el fondo de su pecho le dolía, pero no era algo parecida a la pena ajena solo era dolor.

Fue rápido al baño intentando olvidarlo, mala decisión.

La puerta fue abierta estrepitosamente chocando contra la pared, la misma pero esta vez con una camisa sucia hecha un mar de lágrimas, entre alaridos noto la presencia de la contraria.

-¿Estas bien? - Abrio el silencio con una estúpida voz dudosa, no hubo respuesta simplemente llantos.

-Puedes confiar en mi ¿me quieres contar que paso? -Ella no levantaba su mirada, McNamara intentaba mantener su sonrisa.

-¡Eres una perra mentirosa!¡Eres igual a tus amiguitas! - le gritaba a todo pulmón no seria nada raro si es que se escuchara desde afuera.

-¿Quieres saber que me paso? ¿Eh?-No se movía del lugar que estaba aún con la cabeza gacha-Las Heathers me pasaron-terminó levantando la cabeza fulminandola con una mirada rápida antes de que le diese la espalda volviendo a tirar de la puerta, dejando sola a una de las Heathers que se lavo la cara intentando salir rápido a preguntarle a sus amigas pero cuando las vio tan tranquilas se le quitaron las ganas de empezar una discusión o tan solo preguntar.

Quizá hoy no era el día perfecto para empezar de nuevo

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