CACERÍA

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Elegante, astuto, con un atlético cuerpo, piel pálida cremosa, cabello negro noche, de ojos felinos color ámbar y mirar altanero, apuesto, si, muy apuesto. Min YoonGi podía jactarse de ser un príncipe. El príncipe del instituto y la corporación Min al menos.
Y él, bueno, él abusaba de su estampa. Era un secreto a voces que la mayoría de las chicas y chicos de los últimos años habían sido una golosina para él. Solo bastaba una sonrisa, un giño pícaro y caían a sus pies.
Park Jimin había sido el primero, lo recordaba bien, había sucedido sin querer, eso era lo que más le había sorprendido. Tenía apenas unos 15 años, quería algo de lectura “ligera”, por ligera se refiere a sus revistas de adultos que guardaban en los baños del tercer piso, había sido idea de NamJoon guardarlas ahí luego de que casi los pillan cuando los rectores hacían revisión de cuartos, a mitad de la noche se puso su sudadera negra con capucha, camino atento por los pasillos y se sintió desanimado al llegar a su escondite y darse con que ya habían sido tomadas por alguien más, salió rumbo a su cuarto nuevamente maldiciendo a sus amigos y dejándose una nota mental de cambiar su escondite. Al llegar al living que compartía con los demás chicos y chicas del sector A no pudo evitar soltar un suspiro de frustración, se quitó la capucha y para su sorpresa el chico de labios carnosos y mejillas abultadas se encontraba sentado en uno de los sillones, envuelto en una delgada y vaporosa batita de dormir, dejando expuestas sus bien torneadas y bonitas piernas, eso pensó él, cruzadas.
- ¿Se puede saber dónde estabas?
- Y eso… ¿Qué te importa?- dejo salir con un tono algo áspero y es que odiaba dar explicaciones a los demás
- ¿Te imaginas que te pudo haber pasado si algún rector te hubiese descubierto? ¡¡No queremos ser siempre regañados por las estupideces que tú y tus amigos hacen!!
- No fastidies Park
El chico se levantó y se acercó a YoonGi. A poca distancia él pudo percibir el dulzón aroma a pinos y lilas que llevaba el más bajo.
- ¿Por qué eres así? ¿Por qué siempre crees que eres el dueño del mundo?
- Porque lo soy precioso- Sonrió el peli negro y con descaro recorrió el cuerpo del rubio con sus ojos- No deberías pasearte así por el living, podrías encender algunas fantasías y no precisamente de las inocentes
- No hay chico que pueda alcanzarme Min- susurro el más bajo
- Quizá tengas razón.. pero tú tampoco podrás alcanzar al dueño del mundo – le susurro él y le apretó la cintura sin miramientos. Se miraron a los ojos y el rubio fue quien no pudo resistir la tentación. Lo beso con ansias inusitadas y al principio YoonGi quedo perplejo, luego se dejó querer y permitió que besara su cuello y la barbilla. Jimin había perdido la cabeza y pronto, sin que YoonGi lo planeara, ya estaba sobre el rubio en el sillón.
Los besos llevaron a las caricias y las caricias a los gemidos. YoonGi tenía que besar fuertemente los labios regordetes para evitar que gritara y los descubrieran. Pasado el momento de clímax, el rubio se acurruco en su pecho y con cara sonriente le susurro
- ¿Qué me decías que no podría alcanzar al dueño del mundo?
- Que no lo alcanzarías nunca… y sigue siendo así- diciendo esto el peli negro se levantó dejándolo solo en el sillón y tomando su ropa se dirigió sonriente a su cuarto.
Después de Jimin simplemente había perdido la cuenta, es que era imposible al parecer negarse a su profunda voz¸ apuesto rostro y demás encantos.
En quinto la lista era larga. Suspiraban por él en el sector A, B, C, D y E (que se encontraban en más cercanos en el instituto) y había obtenido muchos admiradores desde los sectores más alejados. Pero fue entonces que la amarga misión que le había dado su padre lo alejo de su pasatiempo. La presión sobre sus hombros por el bienestar de su madre lo mantenía más ocupado que los cientos de culos que le gustaba degustar y se balanceaban a su alrededor.
Una tarde, cansado ya de tanta presión decidió divertirse un poquito, estaba en su sillón favorito con un libro en las manos, pero sin leerlo, cuando un grupo de chicos de sexto apareció por la puerta de entrada. Los miro y no pudo negar que algunas de las chicas se veían bastante bien y que aún no había disfrutado de ellas y es que algunas solo habían sido invitadas para terminar un trabajo que les habían dejado en conjunto con los del sector A. Sonrió y se dijo así mismo
- ¿Qué tiene de malo?
Se levantó del sillón y con paso arrogante y majestuoso se plantó ante las chicas que considero más llamativas. Muchas de ellas de las familias más adineradas de Corea. Algunos chicos y chicas miraron con cara embobada pues ya habían pasado por eso y aceptaban que solo se trataba de un rato y un buen momento con él pero que siempre terminaba, otros miraban celosos pues al parecer no eran lo suficientemente interesantes para que él les dirija una mirada al menos y por otro lado estaba los que lo miraban desdeñosamente y con molestia, algunos porque no entendían como funcionaba YoonGi y había roto su corazón y los demás porque siempre Min terminaba ganándose a su conquista y dejando a ellos las sobras.
- Hola chicas… ¿Puedo acompañarlas?
No hay que decir que las muchachas se derritieron con solo verlo acercarse a ellas, estaban extasiadas. Pasados 15 minutos ya tenía escogida a su presa, fue entonces que por la puerta apareció otro chico de sexto año que era de su sector pero que YoonGi nunca había visto bien, pues salía muy temprano en las mañanas y solo regresaba para dormir, es como un fantasma pensaba el peli negro, lo que no sabía es que  el resto de tiempo se la pasaba disfrutando de las distintas locaciones que el instituto brindaba, tales como la sala de masajes en el mini spa, la biblioteca con el salón de lectura, la cocina y la piscina y sobre todo su lugar especial que muy pocos conocían. Al verlo rodeado de algunos de sus compañeros frunció el ceño y camino altivo hasta el grupo y YoonGi no lo advirtió hasta que se puso en frente de su presa.
- Lisa tenemos que irnos. No nos queda mucho tiempo para terminar con el ensayo sobre las especies en extinción
- Pero Jin… ahora… ¿tiene que ser ahora?- dijo la pelirroja poniendo carita de cachorro
- Ahora Lisa- dijo sin inmutarse
- Hey… no la presiones. Lisa (recién descubría su nombre) podrá hacer el ensayo más tarde… yo te podría ayudar si quieres hermosa- sonrió sugestivamente el pelinegro
- Es un ensayo conjunto así que te sugiero que dejes de meter tus narices donde no te llaman y dejes marchar a mi compañera. Además no necesitamos tu ayuda ni la de nadie más- Mientras SeokJin decía esas palabras con arrogancia, Lisa moría por dentro. Ya había notado el interés de YoonGi y no quería perder su atención.
Fue entonces que el joven Min comenzó a mirar a aquel chico en serio. Llevaba el cabello castaño claro que caía naturalmente de manera agraciada sobre los costados de su rostro y su frente, unos ojos avellana penetrantes y cálidos pero ahora teñidos de malestar, unos labios rosa esponjosos y tentadores, una piel que parecía de delicada porcelana. Luego miro su figura y lo que encontró le hizo esbozar una sonrisa traviesa.
- Vaya, eres un poco orgulloso Kim, o quizá tonto. Te podría jurar que muchos matarían porque yo los ayudara con sus deberes- le dedico una de sus más asesinas sonrisas.
- Yo no tengo problemas en aceptar tu ayuda…- Lisa se movió para posarse al frente de su amigo. Pero ya era demasiado tarde. El cazador había decidido atrapar otra presa. Una que le hiciera la caza más emocionante.
- Pero yo sí, contigo cerca Lisa solo se dedicara a babear. Que ridículo- miro SeokJin con desprecio a ambos. Era denigrante como su amiga se arrastraba ante ese promiscuo- Y si me crees tonto… allá tú
El castaño se dio la vuelta y tomo lo más cuidadosamente posible el brazo de su compañera, arrastrándola por la puerta de entrada, sin importarle si ella forcejeaba para soltarse, desapareciendo ambos.
Este acto desconcertó al peli negro. Le había dado su mejor sonrisa y el chico Kim ni siquiera se había inmutado en lo mas minimo.
- Debo estar fuera de practica, si, solo puede ser eso- se dijo a modo de consuelo pero no se resignaría a que esa fuese la respuesta definitivamente, después de todo el siempre obtenía lo que quería y ahora lo que quería tenia nombre y apellido- Kim SeokJin- hizo una pequeña media sonrisa al costado.

ALEJATE AMOR (YoonJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora