Capítulo 2

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Así que hoy tendría a mi nueva compañera, espero que sea atractiva, reí, no debería de preocuparme, después de todo momo se encargaría de eso, o eso le entendí, en fin.

Me levante de mi sofá, no hace mucho que había terminado de pintar un cuadro para la clase de arte, así que de eso me vine a desparramar en mi sofá, claro sin cambiarme de ropa, mire mi ropa de pies a cabeza, me encontraba totalmente llena de pintura, nha, que importa. Mire la hora de mi celular, marcaban la 1:30 pm, no creo que pase algo malo mientras me hecho un sueñito, levante mis hombros, sin importarme me fue directo a mi habitación, arrojándome en mi ancha y suavecita cama. Cerré los ojos por completo.

Y quede en un viaje astral.

Durante esa hora que me quede dormida, un golpe algo fuerte me despertó.

-ah, ¿Qué es ese sonido horrible? – Me levante, y limpie la baba seca de mi cara - ¿Qué hora es?, ah que curioso son las 3 de la tarde, vaya es la hora más temprano que me he despertado – reí y deje mi celular en mi mesita de noche – ahora que reacciono alguien toco la puerta – entrecerré los ojos – o tanto tabaco me está afectando, nha  - me puse de pie y camine por los pasillos de las habitaciones, al llegar a la sala, mire la puerta, me acerque y me puse de puntitas para ver por el pinche hoyo – oh que linda, mmm, si tiene tetas, ¡oh pero ese culo!, uff, si me caso – una sonrisa y un brillo pervertido  se formó en mis labios y ojos.

Sí que me divertiría este año  pensé.

Actualidad.

Me encontraba con una bolsa de hielo en mi mejilla, mientras miraba desde la cocina a mi nueva inquilina.

-l-lamento eso – levante una ceja, esto era increíble – ¿te duele mucho?

-Oh, no – dije irónica – ese maletín ni duro estaba – le señalo ese horrible objeto, que parecía estar lleno de piedras, ella lo escondió detrás de ella – como sea – deje la bolsa de hielo sobre el fregadero, ella me siguió con la mirada – voy a enseñarte tu habitación antes que me arrepienta – Salí de la cocina, ella me siguió por detrás sin decir nada, mire sobre mi hombro, debo de admitir que es muy linda, regrese mi vista hacia enfrente – como vez hay muchas habitaciones – le indique – una es mi habitación, otra es la tuya, la siguiente es mi estudio – señale la puerta del lado derecho del pasillo.

-¿estudio? – asentí, sin dejar de caminar.

-estudio en la facultad de artes, ahí hago mis trabajos.

-entiendo – susurro algo avergonzada, reí.

-y como ya sabes dónde está mi estudio, tu habitación es de la puerta de alado – le di un toque la puerta – la mía es la de la izquierda, por si necesitas algo – dije algo sugerente.

Ella ladeo la cabeza con inocencia, me mordí el labio, tenía tantas ganas de corromperla, agite mi cabeza, sacando esta idea de mi cabeza, quizás no ahora, pero en un tiempo sí.

-bueno te dejo para que te acomodes – ella asintió y miro la habitación, estaba por irme pero antes – por cierto cuando te cambies cierra la puerta bien.

-¿Por qué? – dijo alarmada.

-solo quiero evitar que pase un “accidente” – enfatice esa palabra.

-si lo sé pero…

-¡Buenas noches! – dije eso con rapidez, corriendo a mi habitación.

-¡Pero si son las 4 de la tarde! – la escuche gritar de la entrada de su cuarto.

-¡Y! – grite divertida desde mi cama  - espero no tener una erección esta noche – mire mi entre pierna dando un  fuerte suspiro.

Pov Mina

Ya eran como las 10 de la noche, y ya debería estar dormida, pero la estúpida de momo, debía de escuchar mis quejas y  ¿Por qué mierda me mando al matadero?, o más bien en la cueva de una pervertida, no creo salir virgen de aquí, espera, yo ya no soy virgen.

¡Mierda!, rodé de un lado a otro sobre mi cama, cubriéndome los ojos con mis manos, estaba avergonzada, ¡Ya!

-mejor me duermo – me cubrí con las sabanas, estaba por cerrar mis ojos hasta que.

Empecé a escuchar gemidos.

-que mierda – dije algo asustada, levante mi cabeza entre mis sabanas - ¿debería ir a ver? – Mire con desconfianza hacia la dirección donde provenían aquellos sonidos del infierno – vamos minari solo ignóralo y duérmete, eso, ignóralo – asentí y me volví a cubrir con mis sabanas.

Pero los gemidos no cesaban.

-¡CARAJO! – cómo iba a dormir con ese ruido, me levante y muy decidida Salí de mi habitación

Fui siguiendo aquel sonido, hasta que llegue a la que se supone que es la habitación de esa pervertida, me asome un poco a la puerta que estaba entreabierta, mis ojos se agrandaron por la sorpresa, de todas las personas en el mundo, ¿Por qué me tenía que pasar algo así a mí? Ahí estaba esa sucia pervertida acostada en la cama, dejando salir varias gemidos, baje mi vista hasta su mano, donde tenía algo, que normalmente tendría un hombre y no una chica, bajando y subiendo, me exalte al ver su rostro rojo y sudoroso, cerré los ojos y me mordí el labio, comenzaba hacer calor aquí, me recargue un poco sobre la puerta, para escuchar más, y no era por pervertida, no, la pervertida es ella,  y sin querer hice que la puerta hiciera un ruido, uno muy fuerte, trague grueso.

-S-sabes…ah…puedes venir aquí y ayudare – maldije al escuchar su voz ronca y entrecortada.

Debía salir de aquí antes que...

-sé que eres tu mina – y antes que saliera huyendo, ya la tenía enfrente de mí, la mire, ella en cambio me sonrió de manera picara.

-tu – levante mi mano en dirección de su erecto pene, que se dejaba ver a través de su bóxer, ella miro por donde le señale.

-Oh, esto – sin vergüenza la muy sínica lo levanto con su mano – es un pene, ¿pensé que sabias de ellos?

-¡Lo se estúpida! – Cerré los ojos avergonzada – quiero decir que, ¿Cómo vergas tienes uno?, si eres una chica – le dije casi ahogándome con mi saliva.

-No sé – levanto los hombros - ¿Mutación?, que se yo, así nací – dejo de su miembro y camino hacia su cama, sentándose sin dejar de mirarme.

-¿Cómo puedes ser mutación eso?, ¡dios mío en donde me vine a meter! – me queje.

-Tks, deja de quejarte que aún no te hecho nada – gruño.

-¡No tiene que pasar nada! – Dije a la defensiva - ¿Por qué piensas eso?

-ah, pues dijiste meter, me imagine que decías que te metiera mi pene dentro de ti, ¿no?

-Serás idiota – murmure ya cansada - ¡No me refería a eso! – le grite, mientras le lanzaba uno de mis pantuflas de pingüino.

-¡Eso dolió! – Se quejó al recibir el impacto en su frente, yo reí con superioridad - ¡Eso fue todo! – mi sonrisa se borró al sentir como me sujetaba de la cintura y me tiraba sobre la cama, con ella enzima. Me puse nerviosa, sentí su aliento sobre mi cuello – sabes – susurro despacio en mi oído, yo sentí mi cuerpo estremecerse – si no fueras tan linda, creme que ya te hubiera corrido de mi casa – mire de reojo su rostro el como una sonrisa de arrogancia se formaba en sus labios – pero pienso que podía tomar tus disculpas con otra cosa – cerré los ojos con fuerza. Mordí mi lengua, no quería dejar salir un gemido. Ya que sentí una de sus manos, recorrer mi torso hasta casi tocar uno de mis pechos.

-…V-vas a v-violarme acaso…? – jadié.

Ella saco su mano de mi blusa, mirándome directamente a los ojos, sin bajarse de mí.

-¿Me ves cara de violadora? – sonrió.

-Lo que se ve no se pregunta – dije.

-Hum – hizo un tierno puchero – quizás y si lo haga – roso sus labios contra los míos, provocando una corriente recorrer por todo mi cuerpo – pero no hoy.

Se levantó y camino al baño de ahí, dejándome acostada, alborotada y con los niervos a mil.

-¡ESTUPIDA PERVERTIDA!

Grite a los 4 vientos.

❝¿Romantic?, just for you❞  [G!P] |Editado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora