Mi Gran Amor Por Ti

Capitulo 8

—Vamos a comer!! —dijo Ban.

—Te seguimos! —dijieron.

—Chicos.. La bebé se durmió donde podría dejarla? —pregunto King.

—En mi cuarto —sonrio Elizabeth—. Ven te enseño donde es.

—Gracias Elizabeth

Estarossa empezó a seguirlos a lo que Meliodas lo detuvo y lo llevo a la cocina.

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—Tu comes en el suelo —dijo Meliodas—. Ese es tu lugar.

Tomo asiento con los demás.

—No lo creo —dijo alguien a sus espaldas—. Tu deberías estar en el suelo.

Meliodas se quedó sorprendido al escuchar esas palabras, vio la cara de sus amigos sorprendidos por lo que presenciaban.

—Como es que... —susurro y volteo su cabeza para visualizarlo mejor—. Deberías..

—Ire a ver a Elizabeth —rio y dedicó una sonrisa ladina a Meliodas.

—No! —grito el rubio.

—Chicos la comida —dijo Elaine tratando de calmarlos.

Se escucharon pasos de alguien

Elizabeth y King entraban a la cocina.

—hola Eli —dijo Estarossa.

La albina estaba totalmente sorprendida a lo que reaccionó golpeandolo y gritando fuerte.

—¿!Quien eres tu?! —pregunto Elizabeth.

—Soy yo.. Estarossa —se estaba sobando el golpe que le había propinado la peliplata.

—Pero tu eres un.. Un minino —lo señaló.

—Tendria que explicarles minuciosamente esto —rio.

—Nos explicaras todo lo que quieras, aquí! En la mesa —dijo Meliodas.

—Bien.. Bien —rio.

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Cada uno estaba sentado en sus asientos, serios.. No se dedicaban una palabra. Pero estarossa estaba muy feliz y solo el sabía el porque.

—Por qué tan callados? No me dijieron que les tenía contar —hablo mientras comio una porción.

—Si! —dijo Diane, era la única que estaba alegre por saber.

—Bien! Soy el experimento de la persona que te maldijo.

—Que! —la expresión de meliodas cambio totalmente haciendo que golpeara la mesa.

—El experimento de una persona? Lo dices con mucha calma a pesar de que sea malo —dijo King.

—Es algo que solo yo entiendo —aseguro el.

Meliodas seguía en la misma posición tratando de pensar.. "Como es posible que conosca a esa persona" "Un experimento" "Yo también soy un experimento" "Aún me puedo transformar" "Necesito encontrar a esa persona"

—Mel.. Mel.. Meliodas! —Elizabeth lo movía de un lado a otro tratando de que reaccionará.

—Que.. Que paso? —la miro algo confundido.

—Estarossa te quiere decir algo —elizabeth señalo al chico que se encontraba apoyado en la pared.

Camino hacia el dejando a todos en la cocina.

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—Quieres ir donde ella, no? —volteo su cabeza para ver a meliodas—. La mujer que te maldijo.

—Si, quiero respuestas.. —lo miro firme.

—Yo te llevare con mucho gusto —dio una leve sonrisa—. Pero me darás algo a cambio...

—¿Qué es lo que quieres? —su mirada seguía firme, no quería que el viera su lado débil.

—Quiero a Elizabeth —se detuvo para mirarlo—. Antes de que digas algo... Te quiero preguntar algo —empezo a caminar alrededor de el—. ¿Como sabes de que en verdad tu maldición fue rota? Si te sigues transformando... La maldición no se rompe solo por el beso de amor de alguien.. Se rompe por la amor que te demostró esa persona y Elizabeth cumplió eso...

—A que quieres llegar?

—Si vuelves a ser la bestia... Que eras antes, si tu maldición aun sigue? Si vuelves a dañar a Elizabeth —se acerco a el—. Recuerda que ella te protegió y cuido de ti cuando el pueblo te quería matar.

—Callate! —se apartó de el—. No te daré a Elizabeth... Tampoco me importa conocerla.

—Recuerda que si sigues con la maldición, también le afectará a Elizabeth.. Es algo compartido

Meliodas aun negaba con la cabeza.

Estarossa apartó su mirada "Rayos, mis condiciones no funcionan, en realidad ella me dijo que lo trajera sin importar que" "Tendré que aceptar sus condiciones"

—Bien.. —susurro—. Te llevare solo porque Elizabeth no le gustara esta idea.. Viajamos mañana.

—Esta bi..

—Siii!! Un viaje —grito Diane.

—Diane calla! —Elaine la miro.

Las chicas se encontraban detrás de la pared que separaba la pasadizo de la cocina
—Que hacen escuchando conversaciones ajenas? —pregunto Meliodas.

—Bueno.. Bueno —tartamudeo Diane.

—Chicos!! —grito King—.

Todos fueron hacia el y lo encontraron arrodillado en el suelo.

—¿Qué pasó King? —pregunto Meliodas acercándose a el... Pero lo que vio le destrozó el alma.

—Es Elizabeth —solto una lágrima.

¿La maldición aun no había desaparecido?