Lexa, ¿Recuerdas cuántas veces te repetí totalmente convencida que la vida era más que sobrevivir? Bueno, ahora ya no estoy tan segura.
Tal vez era demasiado optimista, no había vivido lo que tú; tanta guerra, tanta muerte, era nueva en todo eso y creía que podría haber esperanza. Yo veía esperanza y encontraba fuerza cuando me veías con esos ojos verdes tan hermosos. Me hacías fuerte, me hacías feliz, me hacías creer que incluso aunque todo el mundo se fuera a la mierda tu estarías ahí y eso sería suficiente.
Pero eso acabó, eso me fue arrebatado tan injustamente, tan prontamente... no estaba preparada para afrontar perderte, no lo estaré nunca; desde que moriste no he hecho más que sobrevivir y llego a pensar que nunca podré vivir de nuevo.
Escribirte es algo que me mantiene un poco cuerda ahora que soy la única persona sobre la tierra, bueno no la única, ya te contaré... sin embargo saber que nunca lo leerás me rompe desde muy adentro.
Lexa, mi heda, tú nunca le temiste a la muerte, incluso en eso eras malditamente valiente, "No tengas miedo Clarke", nunca te dejaste de preocupar por mi y hasta el final me pusiste encima de todo. Encima de ti y tu dolor.
Han pasado muchas cosas Lexa, cuando entré sin ti a esa sala con la primera comandante Becca tuve que jalar otra palanca, una que nos condenaba a todos a morir si no encontrábamos una solución en 6 meses.
Lo hice y desperté. No quería Lexa, te juro que no quería enfrentar ese mundo, deseé tan fervientemente volver a la Ciudad de la Luz dónde se que estarías tú y dónde podríamos ser felices, pero eso era demasiado egoísta, así que me limité una vez más a sobrevivir.
Fue duro, todos tenían miedo, nadie quería morir, por supuesto, las cosas en Polis se pusieron muy complicadas. ¡Demonios Lexa! Contigo a mi lado todo hubiera sido mucho más fácil.
El fin del mundo nos estaba pisando los talones y los clanes estaban tan desequilibrados sin un Heda que seguir, no hubo y no habrá, nunca un comandante tan fuerte como tú. Y todos ellos se dieron cuenta en cuanto el caos empezó a reinar sin remedio. Ya no servía. Ya no servía para nada.
Roan se volvió el Rey y mantuvo tanto como pudo el control de Polis, hicimos una tregua en la que me daría tiempo para poder encontrar una cura para todos, algo que nos hiciera sobrevivir de la radiación.
Eras aún más especial de lo que pudiste imaginar, tu sangre hubiera salvado a mucha gente. A nuestra gente como lo dijiste alguna vez. Estuvimos tan cerca de lograrlo Lexa... Tan cerca.
Luna nos ayudó un poco, pero había perdido todo su pueblo, así que nos llamó egoístas, al final no logramos nada. Bueno, sí, algo. Ahora soy Natblida, como tú.
¿Puedes imaginarlo? Tengo sangre negra como tú. Y soy inmune a la radiación, como tú lo habrías sido.
Y demonios Lexa... Tú y yo pudimos tener 5 años para nosotras, la tierra para nosotras, este pequeño trozo lleno de vida, bosque que no ha sido tocado por el Primfaya, seríamos tremendamente felices por fin, por fin podríamos estar tranquilas, no deberíamos, no tendríamos que dirigir nuestros pueblos, no le deberíamos nada a nadie, solo seríamos Lexa y Clarke dos personas enamoradas.
Tanto que te gustaba el bosque, tantas cosas que pudimos haber hecho... Te extraño... No tienes idea de cuánto lo hago, es como si una parte de mi se hubiera ido contigo, cada dia, cada minuto, me siento incompleta.En fin... Después de eso todo se desborono aún más, Thelonious encontró un Búnker. No todos podrían estar ahí, no había la capacidad suficiente.
Hubo un enfrentamiento, un guerrero de cada clan a muerte. Octavia ganó y declaró que todos los clanes tendrían 200 espacios para salvar a su gente.
Mucha gente murió Lexa, nuestra gente murió sin que fuera capaz de hacer nada. No pude crear curas de sangre nosturna para todos, no pude hacer nada y ellos murieron. Perdoname Lexa, no pude hacer nada.
Como podrás imaginar las cosas se complicaron más y como última opción Raven, Monty, Murphy, Bellamy, Echo y yo iríamos al espacio.
No sabía si la sangre nocturna había funcionado, sin embargo tuve que sincronizar la antena, ellos lograron irse. Yo no.
Y funcionó. Funcionó. Sobrevivi.
Pocos días después apenas estuve fuerte y un poco recuperada salí hacia Polis y hacia el Búnker. Tenía la esperanza de que podría entrar.
Además mis raciones se estaban acabando.
Encontré que había toneladas de roca encima y que nunca sería capaz de mover semejante peso, no podría, era físicamente imposible, así que no, el Búnker no podría ser mi opción para sobrevivir.
Luego encontré un pedazo de tu trono. Oh mi Heda... Eso me destrozó. No solo tú ya no estabas. Sí no todo lo que habías construido, todo lo que habíamos construido. Jamás volvería a verte con ese rostro tan impasible al mando de tanta gente, no volvería a ver ese asomo de sonrisa en tu rostro cada vez que me veías y que aunque tuvieras que mantener la compostura por ser Heda yo sentía un calor en el pecho cada vez que me mirabas... O cada vez que decías mi nombre. No podías evitar mostrar un poco de menos dureza en tus expresiones cuando hacías alguna de esas dos cosas. Y eso me encantaba.
Y lloré, me permití llorar casi igual y con tanto dolor como el día que moriste. Lloré porque estaba terriblemente asustada. Me moría de miedo de pensar que podría olvidarte, porque simplemente de un día para otro todo había desaparecido. La tan espléndida ciudad de Polis, tu cuarto, el que fue mi cuarto durante algunos meses, el dibujo que había hecho de ti, dónde estabas durmiendo... tan tranquila...todo se había ido tan fácil. Tú te habías ido tan fácil. Cómo si no importará lo que yo sentiría, como si no importará cuanto me quebraria.
Y te odie tanto en ese momento Lexa...por dejarme, por morir tan fácil, por irte sin mi. Grité y golpee. Maldiciendo. Intentando encontrar una manera de que mi dolor saliera.
Y acabé sin energía, regresé a mi auto física y mentalmente destrozada.
Pero seguí adelante, quería sobrevivir un poco más, no quería morir tan facil, aunque no estuvieras a mi lado lo único que me daba fuerza para seguir era que sabía que tú no hubieras querido que muriera de una forma tan patética, sola y dejándome morir.
Hasta que un día me rendí, el sol quemaba, estaba deshidratada y hambrienta, lo había intentado, maldita sea lo había intentado, pero ya no tenía nada.
Y de repente lo vi, un pájaro, era una señal, y luego vi ese pedazo de tierra tan verde y fresco.
No podía morir aún, de seguro aún tenía que hacer algo más en esta Tierra.
Y así era. Días después me encontré con una pequeña Natblida se llama Madi, ojalá pudieras conocerla, tiene un carácter fuerte pero un corazón amable y compasivo, nuestro primer encuentro no fue bueno... Pero mejoro con el tiempo.
La he cuidado y ella a mí, me recuerda un poco a ti, es como si después de todo no quisiste que me quedara sola del todo. A veces me imagino que tú saldrás de algún rincón del bosque y jugaras con nosotras en el lago, o que entrenaras a Madi en el combate y le enseñarás con pasión la historia de tu pueblo, y yo las vería desde lo lejos con una sonrisa en el rostro, luego voltearias harías un mal chiste te acercarías a mí y me besarías.
A veces, me dejo llevar un poco por mí imaginación... Y estoy feliz y luego terriblemente triste.
Al día de hoy sigo sin entender cómo es posible que me haya enamorado de una manera tan profunda de ti.
Lexa, donde sea que estes, jamás dudes que te amo... Te amo como nunca he amado a nadie y como nunca amaré. Cada día estás presente en mi y en mis pensamientos y como dijiste esa vez "Siempre estaré contigo" realmente lo siento Lexa, estás conmigo. A cada minuto y eso es lo único que me hace seguir sobreviviendo.
Hasta que nos volvamos a encontrar.
Con amor.
Tú Clarke.
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Mi Heda
FanficCuándo todo lo que se quedó sin decir, es dicho. Carta que escribe Clarke días después del Primfaya.