I. Exilio

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    ―Esto tiene que ser una broma― dijo el muchacho,con un tono incrédulo mientras procesaba las palabras dichas por la chica delante a él ― por que es lo más estúpido que he escuchado.

Pues no cariño, no lo es― repuso la fémina con una sonrisa burlona entre los labios.―Te lo repetiré.

Estás desterrado.

Jackson, el demonio en cuestión frotó sus sienes  y suspiró pesado. Llevaba en esa habitación unos 5 minutos y su paciencia estaba a punto de ser lanzada por la ventana. Se acomodó en la silla por décima vez y encaró a la chica delante de él, quién llevaba su corto pelo negro suelto y lo miraba expectante sentada en el escritorio de la oficina.

―Mira, Zarah, en primera, no estoy de humor para las rabietas de la niña mimada― exhaló con cansancio ―en segunda no puedes expulsar así como así a alguien, eso no es posible y aún si lo fuera...―le miró a los ojos <<rojos, que a cualquiera le pondrían la piel de gallina>>― tú, no tienes esa autoridad, cariño ― finalizó con sorna. 

La chica le miró tan mal que si las miradas mataran, Jackson ...bueno él ya estaba en el infierno, así que no hubiera pasado nada; pero hay que admitir que era muy valiente para hablarle así a a la mismísima hija de Lucifer.

 ― Oh, claro que  es posible ― dijo una tercera voz haciéndose presente con ella, la encarnación de la maldad, el amo y señor del pecado, quién a decir verdad ,más bien lucía un poco desgastado, quizá su tiempo de existencia era causa de ello.― aunque en efecto hijo, ella no tiene esa autoridad...ni poder, aún.

  ―¡Lo sab-

― Pero yo sí ― cortó el mayor. Jackson sintió como si el aire abandonara su cuerpo de golpe.

―¿Qué significa eso?― Preguntó al notar el tono serio para nada normal de Lucifer.―¿ Van  a... eliminarme?― preguntó intentando que su voz no flaqueara, a pesar del nudo que sentía en la garganta.

―No Jackson, tu condena, es el exilio.

Condena... 

Jackson estaba siendo condenado cuando ni siquiera había cometido una falta, y aún si lo  hubiera hecho, por favor, estaba ya en el infierno,¿qué clase de "delito" puedes cometer ahí para recibir algo como una condena?, cuando en un lugar tan ruin y asqueroso se reconoce a quienes hacen tanto mal... y se desdeña a quienes no lo hacen.

 ― Espera, ¿condena? ¿qué hice que fue tan malo para merecer algo como eso?― dijo el muchacho, provocando una risa en el mayor.

―Ese es el problema hijo, no has hecho nada malo.―Jackson abrió los ojos, con la confusión la ira y la impotencia consumiéndolo por dentro.

― ¿Qué? ¿Y entonces por qué me vas a  exiliar?, ¡no entiendo nada!, ¡Explícate!

―Bien...― comenzó satanás, mientras Zarah seguía mirando un poco consternada la situación― Supongo que recuerdas el "incidente" que tuvieron tú y Monrroe hace dos días. 

―S-si, lo recuerdo bien―  mustió.

―Trajiste a Monrroe herido e inconsciente...―hizo una pausa―él despertó hace unas horas y dijo que tú le habías hecho todas esas heridas... pero yo ya lo sabía, ¿por qué?

―Él corrompió a un humano― empezó eligiendo cuidadosamente lo que diría― y está bien supongo, no me importa, pero... esa persona empezó a lastimar a personas que... no eran malas y Monrroe no lo detuvo.

―¿ Y qué con eso? 

― ¡Todos eran inocentes! 

―¿Quieres que te cuente cuanto me importa?  ― el chico agachó la mirada― Jackson escúchame, ¿sabes lo que eres?― no hubo respuesta― ¡¿Lo sabes?!

―Un demonio. 

―Exacto. Y aún así decidiste salvar a todas esas miserables existencias, les defendiste y agrediste a otro demonio.― rió con burla el mayor― ¿Sabes lo que eres?

―U-un demonio ―contestó, aún con la mirada taladrando el suelo.El "hombre" de pelo cano volvió a reír.

―¡Eso es! Se supone que eres un demonio, ¡no un jodido ángel que salva inocentes!― hizo una larga pausa para comenzar a hablar más bajo ― ¿Y sabes qué es lo peor? ― preguntó, logrando que el menor levantara la vista y le mirase― Lo peor es que ni siquiera tuviste las malditas agallas para matar a Monrroe.

 ―Yo no lo maté porqu-

  ―¡A la mierda con él!― Jackson e incluso la chica respingaron en sus lugares, claramente confundidos, el pobre hombre seguro era bipolar o algo.

 ― El punto aquí, es que en algún momento te volviste blando, Jackson. Ya no eres malo, y quizá nunca lo fuiste, pero tampoco eres bueno. Y sí, tal vez seas un demonio pero aquí ya no.Tendrás que serlo fuera del inframundo, porque a partir de hoy ya no formas parte de este lugar.

Dichas esas palabras,el hombre viejo, de pelo canoso y la chica linda pero aterradora salieron de la habitación no sin antes susurrar un "suerte".

De pronto, Jackson se encontraba terriblemente mareado, con un horrible dolor de cabeza y sin previo aviso...

...Todo a su alrededor se volvió oscuro y borroso, sólo podía escuchar  el distante sonido de la lluvia caer...

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Anny

 


















Condemned to youWhere stories live. Discover now