----- 6 -----

3.3K 262 134
                                    


-Que interesante eres...

-¿Que...?- Murmuré confundida

-Bueno, ahora que él show termino supongo que debo matarte.-su mirada se volvió fría y sin expresión.

-¡Hermano!...ella...me salvo...

-¿Hermano?...él capitán de los 10 mandamientos...es tu ¿hermano?...-pregunté sorprendida.

-Si...si...eso ya lo se Estarossa te estuve observando.

-Si estuviste observando....¡¿Porque no fuiste a salvarlo cuando esas diosas estuvieron a punto de matarlo?!-Le grité.

- Porque yo esperaba que se salvara él solo.-Dijo como si no le importara.

No lo podía creer, Estarossa estubo muchas veces en peligro y a su hermano parecía no importarle en lo absoluto.

Eso me hizo enojar.

-¡Eres un.....- no me dio tiempo de responder ya que escupí sangre.

Lo olvidé, mi cuerpo estaba en muy mal estado, me habían apuñalado y yo aun así forcé a mi cuerpo a moverse.

-Hermano...¡por favor, ayudala!-

Escuche suplicar a Estarossa.

-Con mucho gusto  -Dijo agarrando su espada.- Dejaras de sufrir.

Aquellas palabras me dieron escalofríos, estoy segura de que va a matarme...

Yo rápidamente retrocedí, cayendo al suelo. 

-¿ Q-que es lo que haces hermano...?

No sabia exactamente que hacer, salve a ese niño porque estaba indefenso, pero ahora nadie me salvaría.

Aunque...tampoco espero ser salvada.

Después de todo...maté a una Diosa y salve a un demonio.

Tan solo si apenas ponga un pie en él clan de las Diosas seguro me matan.

Eso significa...que tal vez ya no vuelva a ver a Elizabeth...

Para mi se acabó, ya nada tiene sentido.

Vi como Meliodas se acercaba lentamente a mí.

-¿Porque te alejas? ¿acaso no quieres que te ayude?-

Sus palabras demostraban frialdad y su rostro no expresaba ninguna emoción, eso....me hizo sentir.....

Miedo...

Justo cuando estaba a un paso de mi, vi que arrojo su espada como lanza la cual se dirigía entre algunos árboles.

Quede helada cuando ví salir a una diosa, con la espada atravesandola.

-Vaya inútiles que son, no sirven ni para esconderse .

-Bueno, ¡¿Que están esperando?!- gritó Meliodas - Aun quedan diosas por esta zona ¡Matenlas!-ordenó

Y los demonios se alejaron.

Estaba tan horrorizada por él acto que cometió Meliodas, sin duda es un sádico y al parecer no tiene piedad con nadie.

-¡Oye!

-¿Eh...?

-Quitate la ropa - Dijo en un tono frío

Quiero Conocerte (Meliodas y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora