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7

Después de lo que pasó adentro, Jess y yo salimos del bar para hablar más tranquilamente sin necesidad de gritar con tal que el otro escuche.

Decidimos sentarnos en una de las bancas del boulevard que se encontraba justo frente al local del que salimos. Hacía frío pero no demasiado como para querer regresar dentro.

"Luke" llamó ella.

No la miré, no tenía ganas de hablar ahora.

"Luke, ¿qué pasa?" intentó de nuevo.

No sabía si estaba tratando de ocultar el hecho de que tuviera novio o en verdad no recordaba a su bonito castaño de ojos hazel.

"Hemmings" me llamó por mi apellido causando que mi mirada se dirija a ella.

"Tu estúpido novio me pasa" solté rápidamente junto a un bufido. "No lo escondas, ya tuve el placer de conocer a ricitos de oro."

Jessie frunció el ceño y me miró extrañada.

"¿A caso hablas de Ashton?" Preguntó.

"¿Cuántos chicos tienes, Jessie?" Dije sarcásticamente. No iba a negarlo, estaba celoso. "Por supuesto que hablo de él."

Y entonces ella hizo lo que menos me esperaba, empezó a reír a carcajadas.

Le miré dolido. Sí, yo me haya comportado como un imbécil con ella esa noche, pero había hecho hasta lo imposible por demostrarle cuán arrepentido estaba. ¿Era necesario que se burlara de mí? No entendía nada.

Me levanté de la banca dispuesto a irme, ya no quería estar allí.

"¡Luke, espera!" Volvió a tomar mi muñeca para evitar que me vaya y me dedicó una mirada arrepentida. "Ashton y yo no estamos juntos" dijo con una risita.

La miré con el ceño fruncido, tenía muchas preguntas pero no conseguía pronunciar palabra alguna.

"Él es un viejo amigo, me hizo el favor de prestarme un cuarto en su apartamento mientras estoy aquí" explicó soltando su agarre en mi muñeca. "No sé de dónde sacaste que es mi novio" hizo una mueca.

"Él me lo dijo" confesé y ella me miró extrañada. "Aileen me dijo dónde estabas, fui a buscarte y él me abrió la puerta" me encojí de hombros.

"Hablaré con él en cuanto lo vea, ¿bien?" Asentí, la presión que desde la mañana sentía en mi pecho disminuía. "¿Ahora sí me dirás qué haces en Adelaide?"

Me senté nuevamente junto a ella y solté todo el aire que tenía reprimido, ¿en qué momento empecé a aguantar la respiración?

"Te extrañaba, quería darte una sorpresa" me encogí de hombros y la miré, ella se sonrojó.

Que tierna.

"No tenías que hacerlo" habló en un tono bajito. "Volveré a Sydney en una semana."

Sonreí.

No entendía cómo solo ella podía hacer que mi humor cambie tan repentinamente. Nos quedamos un rato en silencio, el cielo se veía muy despejado esa noche y ambos nos encontrabamos apreciando las estrellas.

"¿Me darás otra oportunidad?" Pregunté de repente con un poco de inseguridad.

Pareció pensarlo por unos segundos ya que bajó la mirada a sus manos y permaneció callada, solo se oía el ruido amortiguado de la música a lo lejos.

"Sí, Luke" finalmente habló y me dedicó una linda sonrisa, lo que causó que yo también sonriera en grande.

Tomé su mano, la cuál descansaba sobre su regazo, y no dudé en entrelazar nuestros dedos.

"Gracias" susurré. Jess recostó su cabeza sobre mi hombro y cerró los ojos.

Todo volvía a ser como antes.