Abraham estaba muy frustrado ya que mis padres no le aceptaban como mi novio, entonces salió de casa llorando y yo le seguí.
Fuimos hasta el callejón donde nos habíamos conocido y él empezó a llorar, entonces yo le abracé y cuando estábamos super juntos un perro salió de detrás de un contenedor de basura y me meó en las piernas.