Con tanto esfuerzo me dieron ganas de hacer caca y me fuí al baño, mientras le dije a Abraham que fuera a dar una vuelta para ver a los animales.
Para mi sorpresa en el baño no había papel y me limpié con un folleto de Telepizza que había en el suelo.
Al volver, vi a Abraham besándose con una cabra montesa y me puse a llorar.