Día 5 - De la niebla, la envidia y el orgullo

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~Day 5: Envy/Pride
Alternate: Fog~

El grupo caminaba por el pantano de Plitzerback, sumidos en la densa niebla que emanaba de cualquier parte. Iban en silencio, tensos por los recientes acontecimientos. La muerte de Mayvin y las revelaciones que había dejado tras él todavía estaban presentes en sus mentes, quemaban. Alguno se hallaba confuso y el de más allá lleno de determinación renovada. Antes de volver a Hyland habían decidido explorar el pantano. Se arrepentían, se arrepentían enormemente de aquella pregrina idea que se les había ocurrido con un único propósito: dejar correr un tupido velo sobre el origen de Sorey y Mikleo. Los chicos no querían pensar en ello, y se les notaba.

Cegados por el espeso y neblinoso ambiente, apenas veían a los infernales que les salían al paso cada dos por tres. Rose y Sorey a veces corrían hacia ellos y a veces trataban de evitarlos. En cada batalla salían al campo o Zaveid o Edna o Lailah. Los serafines trataban de manifestarse antes que Mikleo, evitando que participase. Sabían que no quería hacerlo, y que, de encontrarse metido en la refriega, podría resultar herido por tener la cabeza en cualquier parte. Habitando los cuatro en el interior del Pastor, se habían dado cuenta de varias cosas. La primera era que el serafín de agua tenía algo así como un lugar reservado en el alma de Sorey, un sitio en el que sólo podía refugiarse él y que, por muy abierto que fuera el joven, al resto les estaba vetado. La segunda, que ambos compañeros se encontraban confusos e incómodos, y que lo que el uno resolvía a estocadas —olvidándose de ello y perdiéndose en las refriegas contra los infernales del pantano— el otro quería meditarlo largo y tendido. Mikleo ansiaba salir y hablar, chillar cuarto cosas al aire y quién sabe, quizá, (incluso a pesar de lo que le había dicho a Edna al enterarse de todo) llorar un poco. Sin embargo, de alguna forma inconsciente Sorey luchaba por evitar confrontarlo.

Pasaron horas vagando por allí pero, tras encontrar la aldea abandonada y las ruinas de Arctus, los tres serafines pensaron que ya era demasiado. Se valieron del pacto de la Escudera y le rogaron a Rose que los aceptara momentáneamente con ella. Perceptiva, la asesina colaboró, utilizando la niebla para perderse. No se irían muy lejos, Sorey y Mikleo estarían en constante vigilancia. Pero estarían a solas, cosa que pese a negarlo parecían necesitar.

Antes de darse cuenta, envueltos en la niebla los dos amigos se encontraron aislados, del resto no había ni rastro. El serafín de agua abandonó su confinamiento en el interior de Sorey para poner los pies en la tierra de la forma más literal posible. Los dos se miraron con seriedad evitativa. Empuñando sentimientos contradictorios, no sabían si querían o no hablar.

-¿Dónde estarán los demás? -Cuestionó el moreno, mirando en todas las direcciones con la esperanza de distinguir algo. Misión imposible, apenas veía a su serafín y lo tenía al lado.

-No lo sé.

-Podría invocarlos...

-Seguro que están con Rose, el pantano no es tan grande. No creo que les haya pasado nada. -Bufó Mikleo, vetando la idea de manera un tanto brusca-. Salgamos de aquí antes de que una hidra nos dé una paliza y esperémosles fuera.

-Vale, vale. -Concedió Sorey, frunciendo el ceño como rara vez hacía-. Tampoco hace falta ponerse así. -Masculló.

-No me pongo de ninguna forma.

-Ya, claro. Lo que haces es tomarme por idiota.

-¿Perdona?

-Me has oído. Puede que sea un inocentón que no pilla los dobles sentidos, pero sé cuando te pasa algo y cuando no.

Altivo, Mikleo miró a su amigo por encima del hombro. Con la cantidad de niebla que había, distinguir sus expresiones se hacía complicado y trabajoso, demasiado había que enfocar la vista o que acercarse, pero quizá eso les dio la capacidad de hablar sin tapujos. El serafín vio allí su oportunidad de sacarlo todo y liberar los pensamientos que le carcomían. Le tentó el intentarlo, pero no pudo deshacerse de la soberbia.

SorMik Week [Tales of Zestiria fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora