El comienzo

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¡Pam!¡ Pam! ¡Pam!

Ese era el sonido que Jacob escuchaba justo debajo de su apartamento y con el que se despertó.

-¡Abra la puerta, o la derribaremos de inmediato!

Se escucha un sonido muy fuerte el cual le indicaba que la puerta de su vecina de abajo, Mellissa, había sido derribada. No era tiempo de pensar, era tiempo de correr.

Abrió la puerta corrediza del balcón, y esperando caer en el de abajo, salto desde el cuarto piso. Logro agarrarse de la baranda, pero debido a los nervios las manos le sudaban, lo cual le hizo resbalarse. Cayo finalmente en el balcón del segundo piso, el cual estaba completamente vacío y con la puerta tirada abajo... Salio de éste, y al darse cuenta que el ascensor no funcionaba, tuvo que bajar por las escaleras. Una vez en la calle, comenzó a correr en busca de ayuda, todas las calles estaban absolutamente vacías, pero escuchaba un sonido extraño... Como si alguien estuviera marchando. Ilusionado corrió hasta el lugar de donde provenía dicho ruido, pero antes de llegar, dos hombres con un uniforme militar extraño lo detuvieron y lo cargaron a la fuerza. Lo llevaron donde la marcha y lo obligaron a punta de pistola a sumarse a una cola de civiles con militares bien armados a los costados... Al final de ésta había un militar con una especie de arma negra con luz azul la cual apoyaba en el antebrazo de las personas y emitía un chillido insoportable.

Luego de unos minutos en la cola -la cual avanzaba rápido, pero debido a la cantidad de personas se hacia eterno- Jacob escucho un grito, y como cualquier persona, volteo para saber que estaba ocurriendo... A lo lejos logro divisar una cara familiar, era su madre.

-¿¡Porque lo hizo!?-Gritaba ella mientras lloraba.

El bajo un poco la vista y vio que tenia a una persona entre sus brazos... Era su padre.

Trato, con lagrimas en los ojos, de ir a consolar a su madre, pero los militares lo devolvieron de inmediato a la fila.

Unas horas mas tarde, un hombre de edad mayor trato de correr para evitar que lo tocaran con esa peculiar pistola, pero no logro hacer ni 10 metros cuando fue fusilado por tres de los militares.

-¿Le habrá pasado eso a mi padre?-Pensó Jacob-¿Cuanto mas falta para que llegue mi turno?, solo quiero acabar de una vez con esto.

Inclino un poco la cabeza hacia el costado para ver cuantas personas tenia delante... Eran solo cinco, su momento se acercaba y comenzaba a agitarse, su corazón latía mas rápido y estaba empapado en sudor. De repente, algo aturdido, comenzó a escuchar una voz que le decía:

-¿Jacob Brooks?... Señor, ¿es usted Jacob Brooks?

Logro reaccionar, y con la boca algo reseca le respondió al militar en voz baja:

-Si, soy yo

-Extienda su brazo, por favor.

El hombre parecía amable e inspiraba confianza, era rubio, con cortes por afeitarse en la mandíbula y unos ojos azules bastante oscuros. En la placa de su uniforme decía Connor blake.

Casi inmediatamente e inconscientemente Jacob le dio su brazo izquierdo... Una vez que termino de pasarle el escaner, procedió a insertarle una especie de chip en el antebrazo.

-¿Que esta pasando?- le dijo a Connor.

La cara de éste cambio instantáneamente... Se puso serio y paso de inspirar amabilidad y confianza a parecer que se levantaría y lo mataría ahí mismo.

-Cero preguntas, dirígete a esa puerta.

El militar señalo una puerta al final de un callejón custodiada por cuatro oficiales muy bien armados... Jacob se dirigió a ésta un poco tembloroso. Cuando se acerco, ninguno de los militares lo miro, parecían estatuas.

Una vez que cruzo la puerta encontró a miles de civiles, todos estaban encerrados como ovejas.

Al final del enorme lugar había un escenario y una pantalla gigante, en la cual había un video que se reproducía una y otra vez.

-Buenas tardes ciudadanos, les habla su nuevo presidente, con este video paso a informarles que entre todas las potencias mundiales, se ha decidido que lo mejor para la raza humana sera tener solo un gobernante, para esto, se ha creado un nuevo orden mundial, el "presidente mundial".

El chip que se les acaba de insertar es para saber su ubicación las veinticuatro horas, todo aquel que se resista sera eliminado inmediatamente. Mantengan el perfil bajo y obedezcan las nuevas reglas que se les serán entregadas en breve. Buena suerte.

Mas que un presidente parecía un tirano, pensó Jacob.

Luego de 8 horas mas ahí dentro, les dejaron volver a sus casas con un nuevo uniforme, el cual debían llevar puesto todo el día, todos los días.


Nuevo OrdenWhere stories live. Discover now