El tormento

Locura.

"-Podemos estar juntos siempre... ¡podemos será amigos! -dijiste con toda tu inocencia, aun no entendías sus verdaderas intenciones.

-si somos amigos... deberás aceptar que yo pueda salir y entrar a tu cuerpo cuando quiera...-su voz era fuerte, pero por alguna razón, no te daba miedo, tenías solo cuatro años, ¿Qué niño entiende una situación como esa?.

-yo...-sus ojos rojos eran persuasivos se veía su alma oscura, sabias que algo no andaba bien, pero el se parecía a ti en muchos aspectos, además, ambos olvidaban a veces las cosas y al recordarlas, lo primero que hacías era contarle tus defectos, no tenías amigos y el era el único a tu lado -Acepto.- 

una sonrisa hueca y llena de maldad se asomo en su rostro.

- de acuerdo...-"

Esa extraña escena se el vino a la mente de la ojiazul, ¿Qué había sido eso? era una cosa que dentro de poco olvidaría para que surgiera una nueva pregunta, ¿Dónde estaba? por lo que veía era un salón grande, con la luz baja pero se veía que estaba pintado en su totalidad de blanco y el piso era a cuadros blancos y negros no había entradas ni salidas simplemente ella, hasta que...

-ay...-el quejido de su hermano rompió el alarmante silencio, un silencio que incluso lastimaba los tímpanos.

-¡Osito!-dijo su hermana tratando de ayudarlo a levantarse, pero este no le presto mucha atención ya que con la vista buscaba a su pequeño peluche con forma de conejo.

-¡Bombón!- dijo al visualizarlo en una mesa transparente, parándose enseguida y corriendo hacía el.

En un intento por detenerlo, Lorna de pronto se dio cuenta de un pequeño gran detalle, no llevaba puesta su pijama, en vez de eso, llevaba unas botas de cuero hasta la rodilla no pegadas con un moño rosa  al final de estas, unas mayas negras con blancas, una falda rosa, una camisa azul claro y encima una chaqueta y para terminar, un moño blanco adornaba su pelo castaño.

-¿te gusta?- una voz masculina se oyó atrás de la chica pecosa, era una voz extraña, era aguda y burlona, pero a la vez daba muchos escalofríos solo escucharla, al voltear, un hombre con un traje rojo algo desajustado y con un gran sombrero verde en la cabeza, el los estaba mirado sentado de la nada en un sillón de terciopelo rojo y muy elegante ¿eso estaba ahí antes?.

-¿q-quién...-no pudo terminar cuando fue interrumpida.

-No, no, no, no, no, ¡No! - dijo saltando de su asiento haciendo ademanes con su mano. -¡Es la pregunta incorrecta ratoncito!...la pregunta correcta es...-

-¿...es?- Ella no entendía nada, ¿por qué estaba en ese lugar? ¿Cómo había terminado en ese lugar? ¿Quién era ese hombre?, tantas preguntas y como saber cual era la correcta.

-ah...- dijo distraído el hombre de traje.

-¿l-la pregunta?-

-¿Qué pregunta?-

-La que...Ash, solo dinos como salir de aquí- Ya estaba molesta, frustrada, solo quería poner a salvo a su hermano, si no fuera porque...su hermano no estaba ahí, una ansiedad la invadía, pero fue alejada de sus pensamientos gracias a una risa estruendosa y burlona que solo hizo que se tensara mas, viendo de donde provenía esa risa, y para su sorpresa era de el hombre con traje.

-¡C-cariño..! ¡JA,JA!- se interrumpió para reír mas fuerte, haciendo que la mayor se alterara cada vez mas, pero de pronto se sereno por completo para poder así continuar de hablar -Esto esta lejos de acabar...-lo dijo en un tono tan calmado y siniestro que con tan solo decirlo, puso sumamente nerviosa a Lorna.

-¿Don-de...?

-¡Ash! ¡Sigues haciendo la pregunta incorrecta! ¡esto no es nada divertido, tu no eres divertida!- mientras el hombre de traje decía esto en forma de puchero, rodaba alrededor del sofá para al final quedar boca arriba y empezar a reír -¡JA! ¡Así si eres divertida!-

Lorna no lo aguantaba más sabia que en cualquier momento explotaría.

-¡Escúchame idiota, no se que pregunta es correcta, pero solo quiero a mi hermano de vuelta y una puerta para poder salir!-al decir esto se paro firmemente mirando con tono amenazador.

-¡¿Por qué no empezaste con eso desde un principio!?- El hombre se paro de su asiento, para luego chasquear los dedos y que atrás de ella apareciera su hermano.

-¡Osito!-dijo abrazándolo para luego ver que el también estaba vestido diferente, tenia aun su conejo en las manos.

-Ahora, estas son las instrucciones antes de que cruces esa puerta- El hombre de traje se dispuso a volver a sentarse.

Lorna volteo para toparse con una puerta enfrente, definitivamente este lugar era muy extraño.

-¿instrucciones?-pregunto el menor.

-¡Vaya si hablas sonrisas!-Al recibir esta respuesta de parte del hombre de traje, La chica castaña lo fulminó con la mirada -Bien- dijo haciendo un poco mas larga la e  - Las instrucciones son las siguientes

1° Tendrán que definir que es cierto y que no.

2° Nada de lo que esta hay los puede lastimar.

3° Si le tienen miedo a algo esto si los podrá lastimar, pero tranquilos, sus piezas se juntaran...casi todas.

4° No se pueden rehusar a seguir avanzando y..

5° Una vez que entren...no hay vuelta atrás.

Dicho esto, Lorna y Cristhal se quedaron callando, una pregunta paso por la mente de Lorna.

-¿Q-que pasa si no queremos ir por esa puerta?- Trato de sonar firme, pero fallo, había tartamudeando.

-¡¿Quieres respuestas o no?!- respondió en tono burlón - Además, ¿vez alguna otra puerta aquí?-

-Esta bien, pero solo con una condición- el hombre del sombrero no le respondió, pero la miro confundido, amaba sentirse así - Iré sola, no involucrarás a mi hermano- no quería alejas a su hermano de ella, pero tampoco quería que el estuviera en peligro.

-¡Lorna, no!- lloriqueo el de los ojos verdes.

-Aww, el sonriente suplica, no lo dejes - dijo al borde de la risa pero se calmo - Además ratoncita, eso no es negociable, a menos que quieras per-der- respondía, ella no tenia opción.

Como siempre Lorna dudo un poco, para luego asentir, estaban al borde de la puerta, no sabían lo que les esperaría, pero sin duda sería lo mas horrible y traumante que  verían en sus vidas, ya que el sombrerero olvido un pequeño detalle...solo uno regresaría con vida.

-¿listos?-pregunto el sombrerero, los hermanos solo se miraban, no lo estaban -recuerden...no hay vuelta atrás...-