Zalieth
Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
Génesis 1:27Naciste del ala, del cuerpo,
del alma de una madre consuelo,
fusión del suplicio ajeno
unido con el hombre muerto.
Viajaste por la noche, durante el día,
por incontables dilataciones extendidas,
trayecto consecuente de piel y sufrimiento.
Envejeciste como las flores en el cielo,
suplicaste, te arrodillaste,
¡fracasaste!
¿Cómo eludir a las memorias yacientes del suelo?
Acabaste con todo, deprisa,
nadie supo la razón del desacierto.
Un suspiro, apenas,
confundido en el viento.
Tus pies acariciando al abismo,
descifrados los secretos,
silenciados los ruidos,
tu cabeza decrepita observando al vacío
contemplando los rostros de los malnacidos.
Ya lejos de tu espíritu
escupiste la prueba divina
¡Era merecido!
Blasfemaste revuelta por el piso,
la ira impregnaba tu pecho,
preñada por el origen del pecado concebido.
Detuviste tus silencios,
aguardando por lo perdido.
Creíste morar en la calma,
mas la sangre se acumula,
el ser se desgarra.
Desapareciste el rastro último de luminosidad,
engendraste cual apetito voraz a la oscuridad.
Ya no hay dioses,
no hay en quien te puedas confortar.
Las insaciables voces clamaron por tu auxilio,
te hiciste carne, hueso, pudrición y pensamiento.
Ahora el impalpable universo,
dueño y señor de tu martirio.
En la invisible línea entre vida y muerte
habitando allí, en lo que se desprende
de quienes van guiados de tu mano,
la cofradía de errantes espíritus mutilados.
-AHB-
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Zalieth
EspiritualCon el nacimiento de cada ser humano, se desprende desde lo espiritual el nacimiento de sus almas. Cada ser humano cuenta con su esencia protectora que vela por ellos días y noches, pero también adquiere a su propia contaminación, su deterioro, que...