El rumor se empezó a esparcir un jueves, el viernes llegó a oídos de Cristina. Solo vi como su bella sonrisa y sus brillantes ojos se apagaban. Mi alma se partió en mil pedazos al verla decaída, al verla apagada.
Paso el fin de semana, lloviendo como suele ser siempre. Llegó el lunes. Llegue tarde como siempre a la escuela y vi que el primer asiento de la segunda fila estaba vacío. Cristina no había ido.. No se me hizo raro. Digo, que a un caramelo de niña le rompan el corazón no puede pasar así como así. Era la última semana de clases, así que no importaba si iba o no, ya no veíamos nada. Tampoco fue los días restantes de la semana... Se me hizo muy raro. Así que la fui a ver a su casa. La Sra. Fedder me dejó pasar sin problema alguno. Lleve algo de
pizza y películas a ver si la hacia olvidarse de sus problemas por un momento. Subí y vi su pelo castaño lacio. Su cara estaba sobre la almohada, y por lo que vi, llevaba muchas cajas de pañuelos. No puedo evitar llorar al verla tan mal.
Yo: Puedo ayudar?
Cris: No... nadie puede.
Yo: Porque te duele tanto? Tú deberías de conocer muchas historias de romances rotos y aventuras de ese vato. Al fin todos te cuentan sus problemas.
Cris: Jamás creí ninguna historia de él. Estaba muy enamorada de él, le había entregado todo, ABSOLUTAMENTE TODO, hasta
mi virginidad...
Me quede totalmente muda, la niña más dulce, le entregó su tesorito a un PATÁN! No puede ser, espero que se pudra ese maldito en el infierno de los malditos infieles.
Yo: No vale la pena hablar de patanes como él, es darle mucha importancia...
Cris: Él era todo para mi... Pero juro que nadie más volverá a destruirme así, lo juro...
Jamás en mi vida pensé a escuchar a Cristina así.
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Amame siempre.
RomanceCristina era una joven con un corazón maravilloso. Amaba a todo aquel que le entregará su confianza, su cariño. No era muy querida por todos, pero no le importaba. Cristina tenía el corazón más cálido que hubiera podido conocer, pero un golpe recio...
