CAPITULO VII: Mi humano interno

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Después de unas dos semanas de asistir a eso que los normales llaman “colegio”, todo comenzó a ser algo distinto para mí, cada vez me siento más como un mortal humano y casi no siento mis articulaciones robóticas.

He dedicado más tiempo a pasarlo con Anny en vez de bañar en aceite mi pierna robótica y mis brazos. Me están pasando cosas geniales, los sentimientos me invaden de una manera en que yo pueda disfrutarlos, puedo sentir cada cosa que pasa a mi alrededor; mamá nos preparó una exquisitez y pude sentir su dulce sabor corriendo por mis papilas gustativas.

Después de esa delicia nos dirigimos a algo llamado “parque”, es lugar donde los normales se recrean, más pequeños, como Anny.

Tal vez me han pasado muchas cosas estas tres semanas que Anny ha estado con nosotros, pero aún desconozco algunas cosas del mundo exterior. Como lo es el parque; estoy seguro de que los normales le han puesto ese nombre para resumir en una sola palabra todos aquellos objetos recreativos que posee; al observar esos objetos pensé que eran unas máquinas de tortura, porque los normales diminutos gritaban. Me pegué un susto terrible en cuanto Anny intentó subirse a uno de esos objetos, pero con tiempo la detuve.

_ qué haces?

_no subas allí, te pasará algo terrible.

A lo que ella contesta con una de sus sonrisas diciendo:

_solo es un columpio Dylan, no tiene nada de malo, de hecho tú también debes subirte a uno.

_ yo?, dije asustado.

Ella me agarra de la mano y me tira hacia uno; termino sentado en uno de esas cosas sostenidas por cadenas, parece que esas cadenas lo hacen volar o algo parecido. Observo a Anny disimulando, para que no se dé cuenta de que estoy observando como maneja esta cosa, que al parecer si vuela, se balancea hacia arriba haciendo que tu cuerpo llegue a su mayor capacidad de altura y luego vuelve hacia atrás y así sucesivamente. Me impulsé hacia delante y atrás, el objeto me hacía llegar cada vez más alto, en ese momento me sentí como un ave, sentí como si podía tocar las nubes, sentía los rayos del sol acariciando mi rostro con ternura… me sentí tan libre, tan conmovido al escuchar decir a Anny: _ Más alto, Dylan llega más alto, lanzando pequeñas risas…

Me sentía tan diferente, no me sentía una máquina en ese momento, fue como si de repente me sintiera con vida… me sentí tan bien que no me pude contener la risa.

Al bajarnos subimos a los demás; fue una tarde muy divertida, al volver a nuestro hogar aun sentía ese sentimiento de vida… y a la vez algo cansado.

Al caer la noche me quedé dormido en mi nube recordando ese maravilloso momento en que volaba en esa cosa….los rayos del sol, las risas, libertad, nubes…

Al amanecer, y oír decir  a mi madre me nombre, sé que tengo que levantarme de mi nube y prepararme para otro día escolar…otro de esos días que odio tanto.

Al llegar, no es nada más que cuestión de esperar que esos tipos se acercaran  a mí para molestarme de nuevo…y entonces sentí algo que me tenía algo así como querer aplastarlo…y que piensan…lo hice lo golpee hasta que el líquido rojo llamado “sangre” apareciera por su rostro… luego corrí lo más rápido que pude para que no me alcanzaran.

Llegando a mi hogar, mamá nos esperaba en la sala o para ser más precisos a me estaba esperando a mí; hablamos sobre el tema de lo que había pasado hoy en el colegio…le mencione las acciones pasadas de ellos, y luego dije que necesitaba hacerlo porque estaba cansado de esos normales.

Ella me dijo que hablaría con el normal que dirige todo ese edificio para que dejen de molestarme. Pero en realidad ya dejaran de hacerme eso? Pregunté para mis adentros.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2014 ⏰

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