¿Mi Propia Novela?

Capitulo 3

"El amor es la melancolía de la vida u..." 

¡Huy que trágico!, arrugue el papel y lo bote, tiene que ser algo más feliz, ¡ah ya!, " el amor es una magia, una simple fantasía...” Esperen, ¿eso no es de una canción? ¿Por qué tuve que meterme a clases de poesía? O sea, eso no se me da, al ridículo de Fabián sí, él te enamora con sus palabras, logra hacerte reír o llorar, él quería entrar en esa clase, no yo, pero como la grandiosa amiga que soy caí en su trampa, como lo odiaba por haber utilizado su labia para convencerme.

Llevaba tres horas intentado hacer un poema de amor "sincero" con cosas que salieran del "alma" y no salía nada. En  estos momentos desearía ser una chica cursi, enamorada,  no una chica que no sabe que es el amor ni como describirlo, me iban a sacar de esta clase,  mi futuro con la poesía no iba hacer próspero, si seguía así.

Último intento "Su sonrisa parecía el amor, sus ojos un abismo donde quería perderme, un sentimiento netamente encontrado, me llevara a un mundo increíblemente inesperado." ¡Wooow!, eso lo había escrito yo, estoy sorprendida de mi misma, 23 palabras me faltaban 37,es un buen progreso.

Quería continuar mi poema, pero ya estaba agotada, mentalmente no daba para más, así que decidí hacer algo más próspero pero ¿qué? Mi mente divago un rato sin saber qué hacer, ¿ejercicio? No, me dolerá mañana, ¿cocinar? No, A menos que quiera quemar mi casa ¿estudiar? no que horror, ni loca eso lo dejo para después, ni siquiera sé porque me paso eso por la cabeza, ¿tomarme fotos? No, ya tengo muchas ¿ayudar a Drew? Ummmh, es algo que debí comenzar hace dos días, Si, debería comenzar con Drew.

Me arregle muy sencilla pero bonita, me coloque una camisa que decía "okey? Okey", estúpida novela "bajo la misma estrella", llore mucho. Un short negro y mis converse, deje mi cabello ondeando al viento y salí. Hoy no había nadie, mis hermanos estaban con sus amigos y mis padres por ahí haciendo de las suyas. Fui a la cocina agarre unas galletas y me dispuse a irme.

Estuve todo el camino pensando en que podría ayudarlo primero, por donde comenzar, que había que eliminar, que había que agregar  y un sin fin de cosas, para cuando me di cuenta había caminado dos cuadras más de la casa de Drew, ¡PERO QUE TOORPEE! la torpeza había vuelto hacer de las suyas.

Camine de nuevo, pero esta vez concentrándose seriamente, no iba a estar paseándome de un lado al otro como una loca.

Al llegar noté unos gritos muy fuertes había una gran discusión en esta casa, eran de Drew con otra persona pero una mujer, no entendía lo que decían pero algo me decía que había que estar alerta, sonaba bastante delicado. Así qué me dedique a acabar con esa situación tocando el timbre, que buena persona soy, ¿desde cuándo ese lado bueno de mí? Los gritos cesaron y sólo se escuchaban pasos de tacones y fuertes pasos, en eso se abrió la puerta y salió un Drew bastante furioso.

-Hola- fue lo único que logre articular.

-¿Qué haces aquí?- pregunto molesto.

-Vine a volverte un sexy hombre- juro que en mi mente sonó mejor.

-Vete, no estoy de humor para niñas gordofobicas

Eso me dolió, me dijo ¡NIÑA! ¿Quién se creía él? Yo no era una niña y menos gordofobica, era una ADOLESCENTE.

¿Qué me querrá a ver dicho con gordofobica? No es que sea tonta pero soy un poco… lenta.

Gordo, fobia, gordo, fobia, gordo, fobia… ¡oh! Que estúpida soy, fobia a los gorditos. ¡CLARO QUE NO!

-¿sabes? Vine con mis mejores intenciones de volverte un chico donjuan pero creo que es hora de que me lo piense- con eso me di media vuelta y me fui.

Pasaron unos segundos y Drew grito -¡AMAIA, ESPERA!

Corrió hacia mi y tomando mi mano, susurro -Lo siento.

Suspiro

-No he pasado un buen día y la pague contigo, discúlpame por favor, no debí tratarte así, de esa manera, me agarraste en un mal momento disculpa- apretó fuertemente mi mano mientras veía hacia otro lado.

-Así es amigo, no debiste tratarme así puesto que YO soy la que posiblemente te cambie a TI, y si me da la gana terminas peor. Lo dije entre mi, ya que si se lo decía le terminaría de arruinar el día, en fin. Vi su mano tomando la mía y me sentí extraña, se sentía demasiado bien para mi gusto así que la aleje, el me miro extrañado pero no dijo nada.

-¿Qué sucedió?- me daba realmente curiosidad.

Dio otro suspiro, pero un suspiro agotado.

-Mi madrastra- fue lo único que dijo, cerro sus ojos y apretó los puños.

Vaya, debía ser una mala mujer, por los gritos diría que es una bruja pero no hay que juzgar antes de ver, pobrecito Drew sentía que debía recomponerlo.

-¿Quieres ir a comer helado y hablar?- le sonreí.

-Claro, ahogar mis penas con helado como una mujer deprimida- rodó los ojos.

Demonios, descubrió mis intenciones tampoco estaba mal la idea, ahogar penas en helado sonaba delicioso y principalmente la parte del helado.

-Oye, tampoco es que sea malo- dije aguantando la risa.

-Claro, después me pongo falda y me maquillo y digo, ¡todo es arcoíris!- dijo haciendo un arcoíris con las manos.

No pude contener mi risa y explote, dure como 15 minutos riendo, me dolía la panza y necesitaba aire en mis pulmones pero Drew tampoco ayudaba, la cara de "¡No te burles de mí!" Era muy graciosa, me calme como pude, estaba roja.

-Está bien hagamos otra cosa- le sonreí.

Caminamos sin rumbo por algunas calles, íbamos hablando de cualquier cosa, le daba algunas ideas para comenzar con su cambio y él se mantenía en silencio hasta que decía algo y yo cambiaba de idea; Hasta que vi saliendo de un gimnasio unos chicos bastante lindos, pero que lindos.

Los tres chicos me miraron y me sonrieron ¡DIOS MIOS, QUE BELLOS! De momento a otro escucho cuidado, volteo, veo mi vida pasar por mis ojos, ¡PUM! Choque contra un anuncio de una parada de autobús y termine en el suelo.

¡¿POR QUE TENIA QUE LLEGAR LA TORPEZA EN UN MOMENTO ASÍ?!

Trágame tierra

La vergüenza estaba reflejada en mi cara, mis mejillas ardían y el trasero, la cara y el pecho me dolía. Escuchaba la risa de los chicos al otro lado y la risa de algunas personas que vieron mi torpeza. 

-Ya sé que será lo primero que haré contigo Drew.- Le dije aún apenada pero con firmeza.