Capitulo Cuatro. Desenterrando mentiras, descubriendo verdades.

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Mis manos comenzaron a rosar su cuerpo, mientras ella tomaba mis cabellos y seguíamos besándonos profundamente, el sol de la tarde no influía en nosotros, ni Rif, ni los autos tocando sus claxon para que nos movamos de la orilla de la avenida poco transitada, no nos preocupábamos por nada.

Solo por nosotros.

Por nuestro momento.

Mis manos empezaron a tocar su piel, su suave piel, por debajo de la playera. Ebbe era hermosa, sus curvas eran perfectas para mí, su cuerpo entero no era ni un extremo ni otro, ni flaca ni obesa, solo era normal. Preciosa.

Comencé a besar su cuello mientras ella jadeaba, me producía tanto placer que ya deseaba tenerla en mí. Desabroche el primer botón de su playera, y luego el otro, y el otro.

-Es…espera Cal…eb- comenzó a hablar entrecortadamente y agitada-

-¿Qué tienes preciosa?- respondí mientras seguía besando su fino y hermoso cuello

-Lo siento- pauso mientras me alejaba un poco de ella- pero no puedo hacerlo- susurro

Un profundo silencio inundo el frio auto.

-Yo…-continuó- no lo he hecho nunca- pauso- soy virgen.-finalizo algo avergonzada mientras su mirada se encontraba baja

-No, no tienes porque disculparte Ebbe- respondí dulcemente- no te obligare a hacer esto, además- pause- creo que la primera vez de cada chica tendría que ser especial- suspire- y con una persona que de verdad quiera y ame-

-Caleb- pronuncio con dulzura-

-No Ebbe, ya no quiero que te disculpes y que-

-Te quiero.- interrumpió

<<Te quiero>> susurraban sus palabras en mi mente.

Dos palabras. Ninguna respuesta.

No puedo hacerlo. Y solo salgo del auto. Sin mirarla. Sin siquiera pronunciar palabra.

Solo camine, camine hasta llegar a un simple tronco.

Lo siento.

***

-Las arañas inundan los troncos- lo mire a los ojos, los rayos del sol provocaban que mis ojos se achinaran y debiera colocar mi mano como visera sobre mis ojos.

El pasto seco y las flores que crecen debido a las semillas traídas por el viento y las aves, rapaban mis pies, casi desnudos a causa de las sandalias que traía puestas.

Pero el no dijo nada.

Me acerque a el lentamente, aun mirándolo, pero el continuaba con su mirada puesta en la nada.

En la nada. Ni en la ruta. Ni en el césped. Ni el horizonte. Solo en la nada.

-Creo que deberíamos continuar- pause- faltan unas pocas horas para que baje el sol-

Pero solo se encojio de hombros

Suspire luego de unos minutos, su actitud ya comenzaba a fastidiarme.

-Bien pues, ¿Ya me dirás que te pasa?- comente enfadada- ¿Es que fue algo que he dicho?

Suspiro pesadamente.

-No se que decir- pauso mientras me miraba por primera vez en este tiempo- no entiendo que quieres escuchar

-Pues lo que quiero es que me digas algo, ¡¿Qué significa que no sabes que quiero escuchar?!  ¡Pues quiero escuchar que diablos esta ocurriendo! ¿Es que…-

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2014 ⏰

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