Capítulo IX: El tango de un hombre enfermo

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Café, Matt? ¿En serio?-me burlé de él mientras le veía acercarse a los labios el vaso de plástico marrón.-Sabes que yo a estas horas estoy durmiendo, o bebo café o me dormiré en el primer rincón que encuentre.No había sido difícil convencer a los chicos para que viniesen a la pequeña fiesta que se organizaba en el local del puerto de Hoonah, pero lo que iba a ser una cita doble y lo que sería por fin mi primera cita con Matt, se había convertido en toda una reunión familiar. Matt sacó el tema de asistir a la fiesta mientras jugábamos a tirar el cuchillo, con la mala suerte de que Bear lo escuchó y también quiso venir, al igual que Bam y Noah. A Bird también le hubiese gustado asistir, se veía en su rostro de decepción al despedirse, pero Rainy era demasiado joven para venir, así que decidió quedarse con su hermana pequeña en lugar de venir con nosotros. Me sentí extremadamente mal con ella, era una de mis mejores amigas, me hubiese gustado que estuviese allí compartiendo esos momentos conmigo y con Alba. "Tendré que pensar algún plan con ella cuando volvamos. ¿Quizá un plan de chicas? Si, sería una genial idea, las cuatro juntas. Una fiesta de pijamas en el bosque." Estaba segura de que a Birdy le encantaría el plan, no estaba segura de sí Rain se mostraría tan de acuerdo... La menor de la manada era la más recelosa de todas, no me había acercado tanto a ella como a Bird, una parte de Rain no me aguantaba, porque le había "robado" a su hermano, y lo mismo pasó con Alba, cuando Gabe empezó a echarle miraditas. En mi lista de asuntos pendientes en Browntown, aún quedaba por cumplir el acercarme a Rainy... Estaba tan ocupada pensando en cómo podíamos organizar la fiesta que apenas percibí como el hombretón de la camisa de cuadros y gorra me empujaba de la barra y saludaba a Matt abrazándolo amigablemente y casi tirándole el café.-¡Matthew!-gritó el recién llegado-Maldita sea, ¿Dónde paras? Casi ni se te ve por el vertedero...Matt respondió con una de sus carcajadas y devolviendo el abrazo con el mismo tono eufórico.-¡Kenny! Me alegro de verte. Tengo pendiente una visita al vertedero. Mi choza va a necesitar reformas en poco tiempo...Me hice pequeña y me oculté tras mi vaso de refresco y la espalda del gran hombretón. Era casi tan alto como Gabe, pero mucho más ancho. La camisa de cuadros amarilla le iba a reventar en cualquier momento y bajo la gorra asomaban algunos cabellos pelirrojos. No sabía lo que era el desodorante y había cubierto su peste a vertedero con fuerte colonia masculina barata.-¡Ven cuando quieras! Kenny siempre tiene un lugar para ti. Pero no entiendo que ha sido eso tan importante que tenías que hacer para no venir a ver a tu hermano del vertedero.-estaba a unos escasos centímetros de él pero hablaba a gritos, escupiendo al hablar.Matt apartó a Kenny suavemente. Me cogió de la mano y me plantó frente a él.-Kenny, esta es Ayla. Mi...-"Vamos Matt, dilo"-Es mi chica.-"¡Si, lo ha dicho!"-Encantada de conocerte Kenny, Matt me ha hablado mucho de ti.-me presenté con la mejor de mis sonrisas.Kenny era más o menos de la edad de Matt, solo que más grande y más fuerte. Tenía los ojos oscuros muy separados y unas cejas muy pobladas y le faltaban varios dientes, el resto los tenía amarillos o con caries. Su risa hacía temblar las vigas del techo.-¡Yo te conozco!-exclamó como si fuese Howard Carter descubriendo la tumba de Tutankamon mientras me señalaba con un dedo lleno de grasa negra.- ¡Eres la escritora!-asentí con la cabeza- ¿Y estás con...? ¡No puede ser!-Matt asintió mientras le sonreía enseñando todos los dientes.-Ahora entiendo porque estabas tan ocupado...-le guiñó un ojo mientras le golpeaba el hombro con el codo. Luego dirigió la vista hacia mí-¡Dame un abrazo hermana de vertedero!-Kenny me estrechó entre sus brazos. Tuve que sostener el aliento para no atragantarme con su olor.-Me ha alegrado verte, Matt-dijo por fin, después de soltarme-pero Kenny sabe cuándo está de más.-No, no te preocupes...-intenté excusarlo-No nos molestas para nada...Kenny me guiñó un ojo:-Cuídamelo bien, te llevas un gran chico.Miré a Matt con ojos de adoración y sentí como el hormiguero comenzaba a revolverme el estómago. Siempre me ponía nerviosa cuando miraba a Matt.-Lo se.-le susurré sin apartar la vista de él.Kenny se marchó y volví a colocarme delante de Matt. Me había caído bien ese hombre, su energía, su optimismo... Me gustaba esa manera tan bonita que tenían los alaskeños de ver la vida: todo era tan sencillo y hermoso... No me di cuenta de que seguía mirando a Matt con ojos de ídolo. Se había arreglado para salir. Llevaba una camisa de cuadros rojos y negros metida por dentro de los vaqueros, arremangada por los codos y con el botón de arriba desabrochado desde donde veía como el cordel negro de su colmillo se perdía en su pecho. Estaba radiante, guapísimo. Antes de salir se había tirado un poco de serrín de cedro sobre la camisa, y olía maravillosamente bien. Llevaba el pelo engominado hacia atrás y últimamente se había dejado crecer un poco la barba. Le hacía parecer mayor y eso me recordaba a la más de una década que nos separaba. A su lado me sentía una niña pequeña: me había pintado los labios y los ojos, había optado por unos vaqueros grises ajustados, una camiseta negra que me acentuaba el pecho y un blazer arremangado de color gris. En los pies llevaba unos botines negros y el cabello suelto y desmelenado cayéndome en ondas por la espalda. Alba iba mucho más bonita que yo, con un vestido floreado, una cazadora tejana y unas botas altas. Estaba sentada en una mesa, rodeada de chicos que se la comían con los ojos, mientras yo tenía que soportar como la rubia anoréxica y extremadamente maquillada de detrás se mordía el labio deleitándose con los vaqueros ajustados de Matt.-Kenny es un tipo genial.-dijo Matt retomando el hilo de la conversación y haciendo un segundo intento de sorber el café.-Una vez, encontramos una valla que parecía sacada de la prisión de The Walking Dead, no veas como lo pasamos para sacarla del montón donde estaba...-Matt se llevó el vaso de plástico a los labios mientras hablaba, pero lo apartó de golpe con una mueca de repugnancia en la cara. Dejó el vaso en la barra.-¿Está muy caliente?-le pregunté preocupándome por él.Matt hizo ademán de escupir al suelo, pero se reprimió y se limpió los labios con la palma de la mano.-No, está muy amargo...Mientras Matt escupía los restos de café en una servilleta de papel, agarré su vaso y lo destapé. Cogí un sobre de azúcar y un palito de madera de la bandeja que había delante de la barra de roble oscura. Capté la atención de Matt que miraba curioso que estaba haciendo:-¿Sabes qué? En la Turquía rural,-empecé a explicarme-se deciden muchas cosas según el café.-Matt me miraba con su maravillosa sonrisa y sus ojos azules y me estaba costando concentrarme en mi intento de seducción.-¿A sí?-preguntó siguiéndome el rollo con un hilo de voz suave y sedoso como la cera-¿cómo qué?-El amor. Cuando dos familias se reúnen para concertar un matrimonio, la chica se encarga de servirles café. Si el café está amargo, significa que repudia al candidato.-rasgué el sobre de azúcar con los dientes, manchando el sobre de carmín rojo, y lo derramé sobre el vaso mientras lo removía con el palito de madera-Pero,-hice una pausa dramática, aunque Matt ya sabía lo que se avecinaba- si la muchacha trae café dulce significa que están enamorados y que vivirán una bonita historia.Lamí la espuma de café que había quedado en el palito y le tendí a Matt el vaso. Lo cogió dedicándome una sonrisa de lo más traviesa, volvió a sorber, esta vez le dio un largo trago. Dejó el vaso casi vacío sobre la barra, me tomó bruscamente por la cintura y me besó en los labios.-Menudas formas tan extrañas tienes de decir "te quiero", Ayla Hurst.-susurró mientras su boca aún estaba a escasos centímetros de la mía.Le dediqué una sonrisa, sorbí de mi vaso de refresco de naranja y fijé en mi vista hacia la mesa de donde nos acabábamos de escaquear: Alba estaba incómoda, sentada entre Gabe y Bear, ambos intentando llamar su atención con historias, chistes y bromas. Iba ganando Bear, sus historias sobre como trepaba a los árboles o sobre cómo había localizado una manada de venados solo con su olfato eclipsaban las anécdotas de Gabe y las motosierras. Noah y Bam charlaban entre ellos y se burlaban de las patéticas técnicas de ligar de sus hermanos. El mayor volvió la vista hacia mí y arqueó las cejas. Matt también los miraba de brazos cruzados:-¿Qué me dices a eso?-le pregunté refiriéndome al triángulo amoroso que se estaba formando entre sus dos hermanos y mi amiga-¿Le ves futuro?-Si te soy sincero, no mucho...-respondió con un ápice de melancolía en la voz- Alba se terminará marchando, Bear lo superará en dos días, lo conozco, pero Gabe me preocupa más.-notaba ese tono de hermano protector en su voz.-¿Gabe? ¿Por qué?-me hice un poco la despistada, sabía perfectamente lo que pasaba.-Bueno, no se lo digas a nadie, pero Gabe está un poquitín coladito por Alba...-"un poquito solo no, Matt".-¿En serio?-fingí mi asombro.-Totalmente.-Matt parecía no darse cuenta de que fingía todas mis reacciones, estaba más que enterada de lo que sucedía entre Gabe y Alba. Las miradas, los jueguecitos... yo había pasado por lo mismo hacía pocos meses, Matt, en cambio, parecía haberlo olvidado. Yo tenía mucho miedo de enamorarme de Matt, porque sabía que finalmente me tendría que marchar, y aunque había prometido que no lo haría, el miedo en su mirada me decía que aún temía que cualquier día me marchase y lo abandonase. "Gabe sabe que Alba se marchará pronto, tiene miedo de que la relación no funcione a distancia".-De hecho,-prosiguió Matt casi sin darme cuenta.-y te sorprenderá: Gabe me pidió consejo sobre como pedirle salir...-soltó una carcajada burlona, como si no se lo creyese ni él mismo y lo cierto es que era bastante increíble que alguien le pidiese consejos amorosos al desastre de Matthew Brown.-¿Y qué le respondiste?-Que no tenía ni idea de cómo pedirle salir a una chica-se volvió para que me perdiese en la inmensidad de sus ojos azules-Contigo fue muy fácil.-tardó menos de lo que me esperaba en darse cuenta del doble sentido de la frase-No quería decir eso, no me malinterpretes-tartamudeó-quería decir...-Se lo que querías decir, Matt.-agarré su mano. A pesar de las complicaciones que nos había causado el estilo de vida tan distinto que llevábamos, la comunicación con Matt nunca había sido un obstáculo. Recordé la primera vez que me besó, en la cabaña, y como hicimos el amor después. Aún me pregunto cómo Matt se dio cuenta de que me moría por besarlo.-Gabe es muy tímido,-respondí cambiando radicalmente de tema-y Bear, en fin, ya sabes cómo es Bear...Alcé la vista hacia el hermano más intrépido de Matt, estaba de pie, gesticulando de manera muy exagerada, fingiendo que era un enorme oso con las garras en alto, a Alba le había entrado la risa nerviosa: le caía bien Bear, pero el que le gustaba era Gabe. En realidad, el pobre Gabriel era el que menos le apetecía asistir a la fiesta, era un poco patoso y le daba miedo hacer el ridículo mientras bailaba, al igual que yo, que prefería hacerme la interesante apoyada en la barra en lugar de bailar.Había cierto ambiente en el pequeño local recubierto de madera: chicos y chicas desde los veinte a los cuarenta años, vestidos con camisas de cuadros (ellos) mientras que ellas aprovechaban el calor del lugar para mostrar un poco de escote o unas bonitas piernas. Habían apartado las mesas del centro del local para crear una pequeña pista de baile donde un reducido grupo bailaba al son de una canción mezcla de pop y cancán pasada de moda. Quedaban mesas en las esquinas y una enorme barra oscura se extendía a lo largo de una de las paredes. Las chicas bailaban entre ellas en la improvisada pista, muy pegadas, y de vez en cuando se acercaban a los chicos para animales a bailar. Alguna jovencita más tímida aguardaba a que algún caballero bondadoso se atreviese a sacarla a bailar."He met Mermalade down in ol' Moulin Rouge. Strutting her staff on the street. She said: Hello, hey Joe, you wanna give it a go?"Sonaba de fondo mientras hablábamos. De repente tuve una idea, miré a Matt:-Sígueme el rollo.-la música seguía sonando intensamente por los altavoces."Voulez vous coucher avec moi ce soir? Voulez vou coucher avec moi?"Caminé con mi refresco hasta la mesa donde se encontraba el resto de nuestro grupo. Interrumpieron su conversación al vernos llegar.-¡Ayla! ¿Estás aquí?-exclamó Alba con su tono de "sácame de este marrón, por favor".-Sí que habéis tardado en ir a buscar un par de bebidas ¿no?-se mofó Bam, pero me limité a responderle girando los ojos.-¡Bear!- exclamé como si llevase siglos sin verle-Acompáñame, quiero que conozcas a alguien... -le agarré del brazo y ni siquiera le di tiempo a despedirse de nadie.Bear no estaba tan colado por Alba como Gabe, en realidad, yo dudaba ni siquiera que estuviese colado, pero a Bear le encantaba coquetear con cualquier chica que se le pusiese delante y la muchachita que se encontraba sentada, sola, esperando a algún caballero era la candidata perfecta:Era una chiquilla de mi edad, morena, con el pelo largo y el rostro pálido. Era bajita y delgada y se cubría con un jersey blanco y una falda negra. Parecía insegura, mirando al suelo todo el rato, con la rodilla temblorosa y las manos unidas sobre su falda.-Hola.-me presenté mientras ella alzaba la vista y me contemplaba con dos enormes ojos negros.-Tú... tú... Eres Ayla Hurst...-pronunció con la voz temblorosa.-La misma y este de aquí es mi amigo Bear. Bear, esta es...-Nicole.-Nicole, eso. Nicole, a Bear le gusta correr por el bosque, trepar a los árboles y encender hogueras. ¿Qué te gusta a ti?No le di tiempo a contestar. Empujé a Bear contra ella y me esfumé rápida como un rayo. Cuando volví a la mesa, el grupo entero me miraba boquiabierto.-Eso ha sido increíble...-consiguió pronunciar Matt entre balbuceos-¿Dónde está la chica tímida y callada que conozco?Me encogí de hombros. "Lo que se hace por una amiga".La canción cambió, aunque seguía siendo de la banda sonora de Moulin Rouge! La alegre melodía de Lady Mermalade se desvaneció para dejar paso a un ritmo solemne, sensual y melancólico.-Adoro esta canción...-murmuré en voz alta.-¿De verdad?-Bam pareció sorprenderse.-Moulin Rouge! es una de las películas favoritas de Ayla-aclaró Matt.-No pareces la típica chica que sepa bailar un tango.-He dicho que me gusta la canción, no que sepa bailarlo. Parece mentira que no conozcas lo patosa que soy, Bam.-me mofé de mi propia torpeza.-¿Te gustaría aprender?-¿Sabes bailar tango?-la incrédula ahora era yo.Bam Bam se aclaró la garganta, se levantó de su asiento y con su porte orgulloso se desplazó hasta colocarse apenas unos centímetros de mi cara. Iba vestido completamente de negro, con el pelo rizado medio recogido y la barba dorada bien recortada. Su fuerte olor a almizcle me penetró en las fosas nasales. Me hacía sentir pequeña mientras me miraba con sus ojos verdes y soberbios a través de la montura redonda de las gafas. Me tendió una mano:-Lady Hurst, ¿tendría el honor de concederme este baile?-preguntó en un tono que al mismo tiempo era de burla y seducción.-En teoría-interrumpió Noah-como Ayla es la chica de Matt, deberías preguntarle a él si te permite bailar con ella.-"Noah y sus códigos de caballería".-Si hiciera eso-respondió Matt-Ayla me colgaría de un árbol.Solté una carcajada ante la aportación de Matt, pero Bam seguía ahí, con la mano tendida hacia mí, esperando una respuesta. Busqué apoyo en la mirada de Alba, pero ella parecía estar pasándoselo en grande con la situación. No sé cuál fue el motivo, quizá el instinto que tenía dentro del cual me había hablado Matt, la cuestión es que cogí la mano de Bam.-Solo procura no pisarlo demasiado-fueron las últimas palabras que oí de los labios de Gabe antes de perderme en la multitud danzante de la mano de Bam.Me llevó hasta la otra punta de la pista mientras los compases firmes y sensuales comenzaban a tomar intensidad. Bam comenzó a andar en círculos en torno a mí, con sus pasos soberbios y su mirada verde oliva tan orgullosa como su porte posada sobre mi figura. La voz con acento argentino que sonaba por los altavoces empezó a mezclarse con las instrucciones de Bam:

Tierra Mojada (una historia de Alaskan Bush People)Where stories live. Discover now