—...—
Habiendo recuperado mi conciencia, miré a mi alrededor y vi la típica escena de novelas japonesas y extranjeras...
Un amplio salón de fiestas medievales con candelabros colgando y unas estatuas que mostraban a un señor, con bata de rey , barba blanca y cabellera larga blanca, además de un bastón a un lado y si se me permite decir, estaría dentro de sus cuarenta años, sin embargo mantenía su buen físico dando un Aura solemne y digna de un rey.
—(¿Palabras en japonés?)—
'O demonios... ¿que?...'dirigí mi mirada hacia la voz majestuosa que resonaba en todo el salón y entrando un poco en pánico ante la voz que salió de la boca del rey que estaba a unos metros mientras que algunos guardias lo protegían, miré a mi alrededor con más atención y pude ver que había otros cuatro ¿Invocados?... sin embargo... eran los estereotipos de gente oriental. Un joven alto y trajeado o uniformado... si uniformado, ya que parecía que había una insignia cercas de su pecho derecho, un poco arriba cercas del hombro, cabello negro y cara de un artista...
'Ellos son los famosos llamados formadores de poligamia o harem'
Me dirigí a plural, ya que había otros dos con el mismo uniforme, con cara de actriz famoso y un cuerpo tonificado, uno con cabello...¿!rojo?! Y ¡¿Azul!?
Por un momento había entrado en pánico al ver a ese ¿Japonés? Con cabellera color rojo y azul, por lo que me acerque al guardia más cercano para ver mi reflejo en aquella armadura plateada que rebosaba de dignidad.
'... piel medio morena... cara de anime...¿!Cara de anime!?... encima una cara con ojos negros y bella...¡El cabello!... Fiuu~ es negro también y... mi físico... ¿cercano a un atleta de gimnasia?'
Al acercarme hacia el guardia... no, al parecer sobresalía unos melones de la armadura, sería ella, la guardia había entrado en pánico un poco y dirigió su mirada hacia el rey, pero siendo que el rey estaba a mis espaldas, no pude saber con exactitud que estaba haciendo por lo que me di una idea de lo que paso, ya que la guardia me miraba con una cara de preocupación mientras yo estaba investigando mi cuerpo.
—(Otras palabras más)— al escuchar la voz, que pertenecía al rey, giré mi cabeza y pude ver a todos mirándome como si fuera un animal en peligro de extinción.
Entre una de esas miradas, estaba la cuarta persona japonesa invocada, junto con el mismo uniforme y una falda, unas piernas algo largas y bien moldeadas junto con su cuerpo completo, hacia arriba se podían ver unos melones que apretaban su uniforme, por lo que tenía la parte de en medio un poco abierta y su cara de caricatura japonesa igual que sus compañeros. Su cara era de primera categoría y era hermosa... 'bueno como en todos los animes'... un cabello largo y color violeta oscuro que hacían resaltar sus ojos color rojo.
Ella al darse cuenta que la estaba "Escaneándola" simplemente sonrió un poco y miro de nuevo hacia el rey mientras mantenía la sonrisa.
'... ¿que fue lo que paso?'
Yo me encontraba de camino a mi casa después de haber ido a un bar, por lo que era de madrugada y la calle estaba en un silencio mortal a pesar de ser una avenida principal. Después de haber cruzado un semáforo y estando a unos cuantos metros de mi casa, una luz apareció desde abajo de mi junto con unos números y letras plasmadas en el suelo y en círculo, para después ver una silueta en esa misma luz de una mujer desnuda mientras me abrazaba lentamente y me acariciaba el cabello, después de eso perdí mi conciencia y aparecí aquí.
Estando aún cercas de la guardia, me levante un poco y le pedí disculpas en silencio.
' ya que no puedo entender nada de lo que han estado hablando hasta ahorita, es de esperarse de que si hablo, ellos sean incapaces de entenderme.' Ya que aún podía escucharlos hablar tan entusiasmados detrás de mí, volví a acercar a ellos en la fila que estaban y miraba hacia el rey, aunque seguía sin entender lo que decían, hasta que después Los cuatro invocados se inclinaron un poco y empezaron a salir.
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Cuando un hispano hablante se involucra en una invocación a otro mundo.
AdventureSinopsis: Quien pensaría que me vería envuelto en una luz extraña a media noche mientras regresaba de un bar. Alguna vez tuve ese sentimiento e incluso leía novelas extranjeras sobre esos temas; invocaciones y reencarnaciones en un mundo de fantasía...