Como yo veo al mundo

2. ¿Cómo es que conoces la escuela?

- ¡Por aquí! -dijo Jennifer agitando la mano en el aire. Estaba sentada en una mesa junto a Jaz, cuatro chicas y cinco chicos. Supongo que también habían ido a la secundaria con ellas.

Tomé una bandeja con mi almuerzo y me dirigí hacia ellos esbozando una sonrisa. Tuve que sentarme al lado de Jennifer.

- ¿Y bien, que haremos este Viernes? -Dijo una chica de cabello café obscuro, tez morena y ojos casi negros.

- ¿Qué les parece si me acompañan a comprar un nuevo Skate? -dijo un chico de tez morena, cabello café y ojos verdes

- Lo siento, yo no puedo -dijo una chica pelirroja- Tengo que comprar unos nuevos jeans.

- ¿Qué me dices tú? -Me preguntó el chico de tez morena- Me llamo Max

- Bueno, Am...

- ¡Ja! ¿¡Se lo preguntas a ella!? -Contestó un chico de piel aceitunada y cabello café, rizado y corto señalándome- Te va a decir que no puede Max. ¿O me equivoco? - Quizás ese chico creyera que fuera una nerd.

- Te equivocas -conteste en tono desafiante tratando de parecer confiada- ¿A qué hora nos vemos?

- A las cinco -dijo Max- Y mejor cierra ese pico Adam, si no quieres que te lo cierre yo mismo.

En ese momento Max se levantó de la mesa y se fue. Ese chico me agradaba.

- ¡Lía, conseguiste una cita en tu primer día de clases! -me dijo emocionada Jaz después de que Max saliera del comedor.

- No es una cita, solo lo acompañaré a comprar un Skate.

- ¡Dah! Eso-es-una-cita -dijo Jennifer poniendo mucho énfasis a sus palabras y los ojos en blanco- ¿nunca has tenido una?

No, nunca había tenido una cita. Siempre me mantenía alejada de los chicos evitando este tipo de cosas. Y bachillerato no iba a ser una excepción, seguiría así alejada de ellos.

- Nunca he tenido una cita -dije

- No me sorprende -dijo Adam.

¿Qué tenía el en mi contra? Lo acababa de conocer y parecía desagradarle. Lo único que hice fue ignorarlo.

Pero Jaz tenía razón, esto era una cita. Pues él no se lo había pedido a nadie más. Bueno. ¡Ya! Vamos Lía ¡esto no es una cita! Puede preguntárselo a alguien más en cualquier momento.

- Bueno, Bueno -dijo Jaz- ¡Jennifer! ¿¡Qué te parece si ahora nos muestras la escuela!?

- ¿Cómo es que conoces la escuela si eres de primero como nosotros? -pregunté yo. Y no pude ocultar mi curiosidad.

- Casi toda mi familia ha estudiado aquí, -dijo- he venido cientos de veces.

- Ah...

Salimos del comedor. Y Jennifer nos mostró la escuela. Que no era tan grande como pensaba. De hecho era bastante simple. Del pasillo principal se desprendían los demás pasillos, que no eran largos y sólo había un par en forma de "U"

Me gustó poder conocer la escuela y ahora ya no necesitaba el mapa. Lo único malo fue que Jennifer se pasó la mayor parte del recorrido junto a Jaz. Si esto seguía así tendría que olvidar a Jaz. Las clases siguientes no fueron tan interesantes como pensaba, sobre todo la de filosofía en la que por poco me quedaba dormida.

- Nos vemos chicas -dijo Jennifer, acercándose a Jaz y haciendo ese típico beso en las dos mejillas- adiós Lía - Y me estrechó la mano.

- ¡Mis dos mejores amigas en la misma escuela! ¡Me encanta! - dijo Jaz.

- ¡Súper! -dije yo, fingiendo emoción.

- Nos vemos - dijo Jennifer y salió de la escuela.

Pronto Jaz y yo también lo hicimos.