Capitulo 4

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La noche anterior a encontrarnos al Raimon finalmente, ya sabíamos donde estaban, básicamente porque atacamos cada instituto en kioto menos el claustro sagrado.

En nuestra defensa: no esperábamos que unos bárbaros... Digo... Chicos, como ellos fueran a un lugar así.

De todas formas, esa tarde no podía parar, los nervios me comían por dentro, así que tome un papel y escribí en el una nota, me adentre en la habitación del Épsilon, deje la nota en la cama de mi destinatario (fue fácil descubrir de quién era, estaba toda desordenada), y me fui a esperar al punto de encuentro puesto en la nota.

Subí encima de la base de los mensajeros de las estrellas. Me tumbe allí y esperé a que llegase. No sé que estaría haciendo que no vino en toda la tarde. Supongo entrenando.

Y yo me pregunto para que, si toda nuestra fuerza viene de La Piedra.

Cuando estaba a punto de irme, al caer la noche, el llegó, se tumbó a mi lado y me habló.

- Que haces aquí?

- Sabes que quería hablarte.

- Jeje, ya lo sabía, nadie más que tu firma con ventiladores en tinta azul a pesar de haber escrito el resto en tinta negra.

- ¡Lo hice sin darme cuenta!

Estuvimos un buen rato hablando así, felizmente, ignorando todo lo que ocurría o pudiera ocurrir.

Me cae muy bien.

...

Cómo? Qué quien era? En serio no lo dije?

Bueno bueno, no es mi culpa. No me preguntaste.

En fin, el era...

Quien será -3-?

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Quien será -3-?

Con el corazón tranquiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora