Capítulo 5

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El día iba algo pesado para Grora, pero no hubo quejas de su parte y solo se dedicó a hacer su trabajo, o más bien no tuvo tiempo. ¿Quién diría que el ángel jefe tiene tantas responsabilidades? se preguntó.

El transcurso de la mañana fue lento para nuestra protagonista, pero dada la hora de almuerzo por fin había terminado una parte del papeleo así que pensaba guardarlo en la biblioteca, pero una somnolienta Etihw hizo su aparición, interrumpiéndola.

-Pareces cansada, ¿no dormiste bien?- preguntó ingenuamente nuestra pequeña ángel mientras dejaba unos documentos sobre la mesa.

La diosa forzó una torpe sonrisa antes de comenzar a hablar -Kcalb no ha dejado de regañarme en lo poco de "mañana" que ha pasado... Él y Wodahs quieren almorzar con nosotras 2, tengo un mal presentimiento sobre ésto- una gota de sudor caía por su sien mientras terminaba de explicarse.

-Oh, no...-

[...]

-¿Cómo llegamos a esto?- ambas chicas se susurraban en la mesa mientras que los chicos no les quitaban el ojo de encima, realmente estaban molestos, pero sin embargo comían silenciosamente el almuerzo. El ambiente era tenso, al menos para ellas, hasta que Kcalb decidió romper el silencio con una muy simple pregunta.

–Y bien, ¿de quién fue la idea?– parecía cansado mientras hablaba y las chicas parecían aportar en su agotamiento, pues siguieron comiendo en silencio, tratando de evitar la pregunta.

–De quién RAYOS FUE LA IDEA– levantó la intensidad de su voz mientras golpeaba la mesa con ambas manos, estaba molesto, ellas estaban acabando con su paciencia.

Ambas se congelaron por un instante, Kcalb normalmente no daba nada de miedo, realmente era adorable hasta en apariencia, pero por un momento recordaron su perfil de diablo en plena gran guerra, lo que realmente les causó escalofrío. Luego de unos instantes y a la par, ambas acabaron por señalar a su contraria, diciendo al unísono -De ella-.

El diablo dejó escapar un quejido  molesto y estaba a punto de regañar a ambas por igual, pero la de blanco lo impidió tratando de jugarle una de sus bromas. Apoyó uno de sus hombros sobre la mesa, posando su barbilla en la mano del mismo brazo, tratando de adoptar una pose provocativa, y mirándolo fijamente a sus ojos que acababa de atraer con sus acciones, dijo –Haces todo esto pero ayer por la noche no parecías quejarte cuando estabamos en mi habitación– terminando por guiñarle un ojo. Etihw sabía que la única forma de safarse del problema sería esa, caso que fue realmente efectivo pues Kcalb no tardó en pasar su rostro de blanco a rojo vivo, parecía poder freír un huevo sobre su cabeza.

–N-NO SAQUES LAS COSAS DE CONTEXTO–  Se puso rápidamente en modo defensivo, lo que instantáneamente ponía a la diosa en ventaja dentro de la situación, la que sin dudar tomó la oportunidad y prosiguió con su acto. Esta vez desvió la mirada y poniendo una faceta tímida y algo sonrojada trató de fingir inocencia –¿Ahora lo negarás? Eso es cruel– podía verse como unas pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojos.

–¡Pero de que ha...!– los nervios lo invadieron cuando Wodahs súbitamente dejó el vaso en la mesa, haciendo sonar el vidio sobre la superficie de madera. Incluso antes de eso, podía sentir aquella mirada asesina encima de él, viéndolo con total desapruebo.

–¡Está mintiendo!– trataba de excusarse pero no lograba absolutamente nada. El pobre diablo no aguantó más la situación y formando un notable puchero, se levantó de la mesa y se dirigió hacia la salida mientras murmuraba maldiciones hacia la de blanco, quien muy divertida por su reacción, se levantó y lo siguió por detrás hasta la salida de la habitación.

Solo quedaron dos almas en el lugar, un par de ángeles parchados y cabello gris en silencio siguieron degustando el almuerzo.

Wodahs, quien había mantenido una postura tranquila durante la mayor parte de la comida, seguía sin decir nada, Grora comenzaba a pensar que estaba molesto, pero algo en él le decía que no era así, no sabía cómo describirlo, quizá fue por el hecho de conocerlo por tanto tiempo, pero sabía que no lo estaba.

La chica tuvo bastante tiempo para pensar en lo ocurrido mientras comía, pero dejando el tema de la noche anterior, comenzó a pensar en el tiempo que ha estado con el ángel jefe, pues ya se había transformado en rutina a tal punto de no notar en qué momento él se había transformado en alguien indispensable en su vida.

Cuando lo conoció, se transformó rápidamente en alguien en quien confiar, su compañero, ambos cuidaban la espalda del otro en todo momento, lo que les hizo hacerse buenos amigos en aquellos tiempos. No solía pensar mucho en el pasado, pues la pérdida de sus amigos le había afectado en gran medida y volver a recordar aquellos tiempos despiadados, en el que muchos ángeles caían diariamente, no era bueno para su estabilidad mental. Pero en ese momento ya nada le importó, pues al comenzar a disfrutar el momento, un sentimiento nostálgico llegó a ella. No es que viviera solo en un infierno en el que miles de ángeles morían luchando en aquella gran guerra, aún existían escenas de momentos felices que llegaban deslumbrantes a su cabeza, –Cómo pude olvidarlo– pensaba, mientras le llevaban a esbozar una implacable sonrisa, estaba en paz consigo misma, sin sorprenderse con aquel recuerdo revivido de haberse enamorado por primera vez.

–Es cierto, en aquellos tiempos él me atrajo– estos pensamientos generaban un calor indescriptible en su pecho, esta historia no era nueva en su vida...

En aquel tiempo había dudado mucho sobre qué hacer con aquellos nuevos sentimientos, era una época difícil y poco podía pensar en ello. Se lo dijo a Sherbet, en uno de sus tantos monólogos de obsesión con ese demonio llamado Yosaflame, quien claramente la apoyó en todo momento, el estar enamorado en plena guerra hacía que empatizara con ella.

–Tienes que decirle– la alentó, pero no se atrevía.

Estuvo mucho tiempo dudando sobre qué hacer con su situación, hasta que el apoyo de su amigo dió frutos, logrando que quisiera confesarse, lo que nunca llegó a ocurrir.

¿Qué pasó? Pues nuestra protagonista decidió confesarse una vez acabara la batalla que se aproximaba, la que terminó por arrebatarle a todos sus amigos junto a su preciado ojo. Una vez ocurridos estos acontecimientos, una confesión era en lo que menos podía pensar, guardado aquellos sentimientos en lo más profundo de su corazón junto a todo aquello que le traía agonías del pasado.

"Siempre lo amé, pero hasta ahora no lo noté".


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La tardanza~
El amor~ 💕✨
Nunca me imaginé escribiendo algo así... Que vergüenza 😆

Cambio y fuera.

Más que Simples CompañerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora