📌 Inspiración. ✒ [Drabbles ; Viñetas ; One-Shots]

// 우리 일몰 //

[Nuestro Atardecer]

Géneros: Drama ; Angst ; Slash.

Trama: Cuando ChanYeol es despedido de su empleo, se dirige totalmente afligido a su hogar, y no se imagina lo que le espera en casa.

Pareja: ChanBaek [ChanYeol x BaekHyun]  || E X O ||

Clasificado:  One-Shot.

No. de Palabras: 1, 827

Advertencias: {Ninguna importante}

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Las avenidas principales se atiborran del olor a una densa humedad, es tanta su intensidad que inclusive mi nariz empieza a cosquillear por la incomodidad. Meneo el dorso de mi mano derecha sobre la narina de mi nariz, relajando un poco mis mucosas con el suave movimiento.

—¿Te irás a comer? —me preguntó JongIn, apurando su paso para alcanzarme en la salida del corporativo y haciendo que voltee mi rostro para verlo acercarse.

—No —le contesto con mi tono grave de siempre, pero él sabe que algo anda mal, y reduzco un poco la velocidad de mi andar.

—¿Entonces...? —infiere para que exponga unos cuantos detalles más a mi respuesta tan incipiente.

Me detengo bajo la marquesina del edificio en cuanto me hallo fuera de la enorme estructura, pues pequeñas gotas de agua de lluvia empiezan a precipitarse frente a nosotros. Frunzo los labios y maldigo mentalmente. Hoy es uno de esos días de mierda que he tenido en toda mi vida.

—Simplemente me estoy yendo a casa, JongIn —me explico mejor, consciente de todo el largo e innecesario tiempo que dejé transcurrir entre su pregunta y mi actual respuesta —. Me han corrido de aquí —le informo con aburrimiento y resignación nada fingidos.

—Oh, maldición, compañero —exclama mi buen amigo —. Lo siento mucho, en verdad. —Él es consciente de lo mucho que me costó encontrar este trabajo, de todo por lo que tuve que pasar para adquirir mi anterior puesto. Él conoce toda la historia de mi vida y por ello me lo lamenta.

Lo tranquilizo con un movimiento de mano y me despido de él cogiendo un taxi y evitando aclarar un par de cosas más ante su mirada llena de curiosidad, empatía y confusión.

Al llegar por fin a mi destino, es cuando todo este embrollo del trabajo en verdad comienza a carcomer mis sentidos y conciencia. Entro a la lúgubre y grisosa unidad habitacional con bajas energías, y mis pensamientos se desvían de mi realidad física. Comienzan a perderse en las posibilidades que tendré de continuar viviendo bajo un techo con una renta accesible a mis gastos. La manera en que tendré que dividir los pagos de los servicios. O a mi reducida cantidad de alimento que deberé empezar a consumir para que logre pasar todo el mes sin problema alguno. Pero, de un instante a otro, mi mente se enfocó en lo más importante que existe para mí: mi pequeño Baek.

¿Cómo le haré para que él no sufra de carencias, mientras me encuentro sin empleo alguno? ¿Podría ser capaz de disminuir (aún más) sus suministros diarios? ¿Podríamos sobrevivir hasta que me contrataran de nueva cuenta? No lo creo. Aunque lo más importante, lo principal, sería: ¿podría ser tan valiente para decirle que me despidieron por no dar «el ancho» en la empresa? No lo creo. No cuando BaekHyun ha soportado todos mis anteriores despidos, y tan sólo me recibe con una hermosa sonrisa en sus finos labios, luego de comentarle las "buenas nuevas".

Se me parte el corazón al recordar sus finas y juveniles facciones que su rostro enmarcaba perfectamente, o los lindos labios rojizos que me cautivaron más de una vez durante nuestra relación, o simplemente su sola reluciente presencia en mi departamento, esa aura tan amorosa que me cubre cada que arribo a mi morada luego de salir a trabajar.