Segunda Parte - El dolor fue lo peor.

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Recién había llegado del trabajo, muerto de cansancio. Darcy iba a quedarse a dormir con su amiga Shantalle, así que sólo quería darle las buenas noches a mi esposo e ir a dormir.

—Louis. Amor, ¿dónde estás?

Esperaba un "aquí estoy, bebé" desde la cocina, o un "ya voy" desde el cuarto de lavado. Pero no escuché nada. Y eso me preocupó.

—Louis... —caminé por todo el primer piso sin obtener respuesta—. Vamos, Lou. Contesta. No quiero jugar.

Mi voz adoptaba un tono más aterrorizado mientras pasaba el tiempo. No era de él simplemente no contestar. Subí casi corriendo las escaleras y caminé a la habitación. «Debe estar durmiendo», pensé. Llegué y abrí, estaba sola. La cama estaba tal y como la había acomodado en la mañana.

—No te fuiste, ¿cierto? —susurré con la esperanza de que saliera de algún lugar y gritara "¡Boo!" y me abrazara. Pero algo me decía que eso no iba a pasar.

Fui al baño, la puerta estaba atascada y suspiré de alivio. Él estaba ahí adentro jugándome una broma.

—Vamos, Tomlinson. Te he dicho que no quería jugar. Ya, te encontré; sal de ahí.

No escuchaba ni su respiración, por lo que giré todo lo que pude la perilla y empujé hasta que cedió y pude abrir.

—Bien, Louis, es hora de... —dejé la frase a medias cuando vi lo que había pasado.

Un intenso olor a sangre llenaba el aire y llegaba a mi nariz, haciendo que me picara y me lloraran los ojos. Pero más bien lloraban por lo que veía.

Veía a mi esposo frente a mi, sin su sonrisa o sus hermosos ojos azules. Lo veía apagado e inmóvil. Me acerqué y lo toqué, estaba tan frío como el hielo y yo no podía retirar mi mano.

—Lou —sollocé y sentí el mar de lágrimas salir de mí—, dime que no lo has hecho. Dime que todo esto es una broma, y que estás bien. Que nada de lo que veo es real -recargué mi cabeza en la pared más cercana.

Moví mi mano hasta poder tomar la suya e hice lo imposible para poder entrelazar mis dedos a los suyos... Por última vez. Sorbí mi nariz, y noté como las lágrimas empañaban mis ojos. Desvié mi mirada, que chocó con un trozo de papel junto a su frío cuerpo; también había un lápiz lleno de su sangre. Me moví un poco para tomarla y parpadeé.

"Querido Harry:

Lo siento, lo siento tanto, por favor, sé que no has hecho nada malo, eres mi alegría y te amo mucho, cariño, pero esta vez la cuchilla cortó más profundo de lo que se suponía y no pude. Tal vez era hora de partir. Dile a nuestra hijita que la amo y la visitare cada noche".

Si antes estaba llorando, ahora estaba creando un diluvio. Sabía que Louis se auto hería, y lo ayudé muchas veces, pero tal vez no lo suficiente. Recuerdo llegar en la noche y encontrarlo llorando mientras cubría con su chaqueta sus brazos, me acercaba a él y le decía "No debes hacer eso. Piensa así, si tú... Si tu te haces eso, es como si pasaras la cuchilla por mis brazos y por los de Darcy", entonces su rostro adoptaba una expresión asustada y me decía que no volvería a hacerlo... Pero no cumplía su promesa.

Muchas veces lo hice que reconsiderara el hecho de cortarse. Cuando veía sus heridas recientes y la cuchilla cerca, la tomaba y me cortaba exactamente donde él se había cortado; él miraba mi herida y me decía "No, Harry. No debes hacer eso, está mal. Está muy mal", y yo le respondía "Tienes que pensar en esto cada que te cortes, ¿sí?".

No lo pude ayudar, y ahora me sentía muy culpable. Dejé el papel en el piso y saqué del bolsillo de mi saco mi móvil, para avisar a los chicos.

Call It Suicide. |Larry Stylinson Shot.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora