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De esa manera terminó un día pesado lleno de resaca, lágrimas, dolor, culpa y aburrimiento.

A la mañana siguiente, el mayor de todos se levantó para hacer el desayuno -como siempre-.

Camina y bosteza llevando su mano al frente de su boca mientras echa la cabeza hacia atrás.

Al llegar, se sorprendió al ver una cabellera blanca usmeando en el refrigerador, obviamente, perteneciente a quien lo volvía loco.

>>¿Tan tarde será ya?<<- pensó con asombro pues ver a Suga levantado tan temprano no daba buenas señales, lo más probable es que ese día temblaría-

Inhaló y exhaló profundo antes de entrar a la cocina, intentando así calmar sus nervios y actuar normal.

-Suga

No lo logró.

El rapero se volteó con un vaso de leche en la mano. Visualizó al mayor, y su cara fue una extraña mueca de rareza

Jin estaba metido completamente en un trance donde miraba con ojos enamorados al chico, un trance que lo llevaba a otro mundo. Esa piel blanca, ese cabello ahora blanco que a su parecer se le veía precioso, esos finos labios que encajarían perfectamente con sus carnosos belfos, y esa actitud tan... Tan... Cariñosa que enamoraba al mayor cada día (Es sarcasmo).

- Jin hyung... -lo llamó con desinterés moviendo su mano al frente de su cara- Jin hyung- ahora lo sacudió-

El violento movimiento logró sacar al chico de sus fantasías.

- ¿Qué?...-un leve sonrojo se coló en su mejillas al estar un tanto cerca del contrario- Lo siento, no estaba escuchando, ¿decías algo YoonGi?- preguntó formando una sonrisa-

El rapero negó

-Sólo vine porque tengo hambre- dijo indiferente y se dejó caer en una de las sillas frente a la mesa-

Jin rió ligeramente ante el gesto.

-No desesperes, ahora mismo hago el desayuno- dicho esto, se puso manos a la obra para crear sus deliciosos platillos-

El tiempo pasaba a su ritmo, y a cada minuto a Suga se le hacía agua la boca cuando una nueva fragancia emanaba desde la cocina. Sonrió al oler el delicioso aroma de los Hot Cakes recién hechos del maestro cocinero SeokJin. Eomma Jin llegó con un plato en manos y encima de éste, se encontraba una gran pila de Hot Cakes, tenía la dorada miel descendiendo por sus costados como una cascada de oro, en su punta una pequeña montañita de crema batida adornada con diversos frutos rojos. Dejó con mucho cuidado el plato en la mesa justo frente al rapero.

-Provecho- dijo sonriendo-

El de tes blanca asintió, cortó un pequeño pedazo y dio el primer bocado, quedando deleitado con el tenedor en la boca.

Jin apretó el puño discretamente en son de victoria, porque obtuvo una pequeña reacción del chico, pero por más mínima que fuera, le hacía soñar con un futuro.

Era ahora o nunca Kim Seok Jin.

Se sentó a su lado, mirándolo.

-¿Sabes Suga? Yo podría cocinarte así todos los días, solamente a ti- dijo algo meloso, e hizo que sus dedos se encontraran con los del chico, sólo dando un leve roce, pero permaneciendo ahí-

El menor lo miró

-Siempre cocinas -dijo como si nada-

El mayor borró su expresión alegre y se cambió por una poker face. Como toda la paciencia que tenía por ser Suga, volvió a intentar.

- Bueno Suga, lo que pasa es que- se colora de a poco- Tú me g-gustas...- titubeó por los nervios traicioneros- y mucho- agregó-

Le miró sin interés alguno

- ¿En verdad? -una leve sonrisa se forma- Qué bueno- y siguió comiendo sin expresión-

Otro intento

-Y quisiera que fuéramos algo más que compañeros, que amigos Suga- lo miró con sus ojitos brillando-

Hizo una mueca y después suspiró

- Hyung, mis sentimientos le pertenecen a alguien más, pero podrías darle una oportunidad a Nam- palmeó uno de sus anchos hombros-

- Suga... Lo digo en serio

- Yo también. Jin hyung, quiero disfrutar del desayuno, luego hablamos.

Con lágrimas en los ojos el mayor asintió y se fue a paso rápido a su habitación

>>El Karma existe<<- se dijo así mismo. Entró a su habitación, cerró la puerta, se tiró a la cama y comenzó a sollozar abrazando una almohada-

YoonGi vuelve a suspirar, por estas cosas era que no le gustaba estar entrometido en el amor, pero si fuera por Park Ji Min, estaba dispuesto a todo.

Detrás de cámaras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora