La Puerta De Los Sueños

Capítulo 3

Ella rodó la puerta corrediza y ahí vio su reflejo, era un espejo que irradiaba luz, aunque la oscuridad a sus espaldas seguía inmutable.

Tocó su reflejo con el dedo anular y el espejo dejó correr ondas por toda su superficie, como cuando se toca el agua calmada y de ella sobresalen ondas tras ondas que se extienden hasta extinguirse nuevamente en la calma.

Dejó escapar un jadeo de emoción, era algo nuevo y atrayente y posó toda la mano sobre el espejo, la cual se hundió y atravesó el espejo en una compleja pero perfecta sensación de paz y alegría, siguiendo con todo el brazo izquierdo y luego el derecho, dio un paso atravesando con la pierna y luego dejar entrar todo su cuerpo en una luz cegadora que a cada segundo se disipaba y dejaba ver con nitidez el mundo que la rodeaba.

Se encontraba en una ciudad enorme, rodeada de edificios grandiosos, sin dejar atrás el verde de la naturaleza, era un perfecto equilibrio entre naturaleza y modernidad actual, claro estaba que se veía un poco oscura por el hecho de ser de noche, el cielo fue lo que más la impactó y la hizo emocionarse como una niña pequeña con juguete nuevo, todo el cielo estaba despejado y lleno de estrellas brillantes, la luna estaba casi llena y un par de auroras boreales de diversos colores entre azul, morado y verde alumbraba hermosamente el paisaje nocturno; pasaron tres estrellas fugaces una tras otra como si se estuviesen persiguiendo y no había mínimo rastro de contaminación.

Caminó y caminó sin dejar de ver el cielo, hasta casi tropezar con un edificio del cual era casi transparente, no porque fuera así, sino por el hecho de que su total estructura era de cristal negro a manera de espejo y reflejaba todo el rededor, confundiéndose como paso libre.

Viéndose en dichos cristales se dio cuenta por primera vez de su presencia ahí, tenía un abrigo negro que le llegaba hasta las rodillas y debajo un lindo atuendo azul rey, su cabello estaba recogido a manera de cola de caballo y llevaba una pequeña esmeralda en forma de estrella colgada en su cuello como un collar.

Siguió investigando aquel lugar tan extraño y que no recordaba haber visto nunca antes en su vida, caminando entre los enormes edificios se encontró con un hotel de lujo totalmente plateado con detalles azules y verdes aquí y allá con un señor elegante en la puerta que se le acercó amablemente.

-Buenas noches señorita ¿cómo está? ¿Está perdida? –Le preguntó viendo tan solo un poco hacia abajo-.

-Buenas noches señor –Respondió con educación, nunca o casi nunca escuchaba aquella palabra en su dirección- realmente estoy algo perdida aquí, pero voy a seguir explorando estas calles, me atraen.

-Pues con todo respeto señorita, estas no son horas de pasear por las calles, no por la inseguridad que aquí es mínima, el 95% de las veces es totalmente seguro de hecho, sino porque son las 4:00 am y son horas de dormir. De hecho si lo prefiere y está perdida, puede quedarse lo que queda de la noche en este Hotel Paradise.

-No tengo dinero –Le fue sincera ella- pero le agradezco que...

-¿Le pregunté si tenía dinero? –La interrumpió él algo divertido- le dije que pasara la noche aquí si estaba perdida y por supuesto si así lo desea, permítame presentarme, me llamo Thomas Savarín Paradise, dueño de la grandiosa Cadena Hotelera Paradise, y le doy total acceso a las instalaciones de este hotel que abrió sus puertas el día de ayer.

-¿Es en serio? –Seguía sin creerlo-.

-Muy en serio señorita...

-Oh perdón, me llamo Valentina, Valentina White –Se presentó ella avergonzada por su falta de educación al no presentarse y estrechó la mano extendida del señor en frente-.

-Pues muy en serio señorita White, es bienvenida aquí, entre y pídale al personal que por favor la atiendan y la ubiquen en una habitación.

Ella entró algo apenada, dos hombres uniformados elegantemente en trajes negros con blanco le abrieron las puertas y una vez en recepción una encantadora mujer de unos 30 años la atendió y le ofreció las llaves de una habitación en el piso 17.

Ella fue dirigida por un botones hasta allí y al entrar y encender las luces se maravilló con una cama queen size, un televisor pantalla plana enorme, botellas de vino y un apetitoso plato de bienvenida esperándola, un relajante acuario interno con pequeños peces de todos colores y especies, un gran ventanal corredizo de cristal que abrió y observando hacia arriba siguió viendo las estrellas. Se decidió acostarse en la cama que resultó ser mucho más cómoda de lo que incluso aparentaba a plena vista y se preguntó si aquello tan solo sería un sueño lúcido, le pareció sentir una corriente de aire y luego la puerta por la que había entrado parecía un espejo. Cosa que una vez pasó por su mente un ruido de alarma sonó en todo el lugar y al cerrar los ojos de inmediato los abrió, pero esta vez despertando en la realidad, en su habitación iluminada por los primeros rayos del sol. Ya había llegado al mundo real, pero recordando aún las sensaciones de aquel sueño, una sensación de estar recorriendo un nuevo mundo que era mucho mejor que el original, al menos a su parecer. Un mundo que le gustaría explorar más.