Me hubiese gustado haber nacido en otra época en donde no hubiera celulares, computadores y mucho menos internet. Donde no te sintieras mal por no ser popular o no tener muchos "likes" en las fotos. En una época donde los chicos te enamoren con poesía autentica, cartas largas que te dejan sin aliento, y caminatas que te llevan a cualquier sitio, y sobre todo, que su amor fuera verdadero y puro. Ahora solo quieren sexo, y jugar con tus sentimientos. Si algo les tengo que decir es que odio por completo el año en el que estamos, y si pudiera ir al pasado, lo haría.
Eran las 3 de la mañana, y mis sentimientos estaban al tope. Después de dar bastantes vuelvas en mi habitación, llego a mí el pensamiento del suicidio. La opción era muy tentadora, aunque claro, me acobardaba en el último momento. Ya a había paso unos 20 minutos desde aquel pensamiento, me armé de valor decidí hacerlo por fin. Fui a la tina y pensé en cortarme las venas, pero supuse que sería algo tardado y doloroso, así que descarté la idea por completo, preferí agarrar un francos de pastillas para dormir y tomármelas. Luego de haberme tomado unas cuentas, quise adentrarme en la tina, primero abrí el grifo para que al introducirme el agua pudiera llegar hasta mi abdomen, pero estúpidamente me resbale y golpeé mi cabeza tan fuerte que me desmaye. ¿Pueden creer que hasta para suicidarme soy idiota?
Me desperté al sentir que la luz del sol golpeaba mi cara directamente. Me di media vuelta para no sentir más esa molestia, y como de costumbre estire mis brazos haciendo aquel sonido de sueño y satisfacción encontrados, y abrí los ojos. Al abrirlos pude percatarme que no me encontraba en mi habitación, «¡alguien se ha metido a mi casa y me ha secuestrado!», fue lo primero que pensé. Me levante sin hacer ningún ruido posible, me acerque a la puerta del cuarto y la abrí silenciosamente. — Baekhyun, ¿eres tú? — Puede reconocer al instante la voz de mi madre. — No entiendo nada. — dije en voz baja, mientras sacudía mi cabeza. — Baja, el desayuno está listo, cariño. — dijo mi madre dulcemente. Baje las escaleras, me sentía demasiado confundido, y lo que me esperaba después de las escaleras no me quitaría para nada mis dudas. Me encontré con algo ciertamente desconocido, una casa que definitivamente no era la mía. Mi madre estaba vestida muy extraño, ella nunca se viste a la moda, pero lo que traía puesto era totalmente diferente a su estilo. — ¿Qué hacemos aquí? — pregunté. — ¿A qué te refieres? — dijo mientras servía mi desayuno. — No estamos en casa — miré hacia mi alrededor. Ella me miro de una forma, como si estuviera un poco loco, bueno, es la mirada que siempre me da, pero esta vez no había justificación para que me mirara así. Se acerco a mí y acaricio mi hombro. — ¿te sientes bien, cariño?, ayer te note un poco extraño. Deberías desayunar, seguro te sentirás mejor. —. ¿Cómo iba a desayunar en esta situación?, no entendía que pasaba. «¿Acaso esto es una broma?», pensé. Mi madre me veía esperando a que probara bocado, introduje un pequeño trozo de comida a mi boca y dejó de mirarme. No podía dejar de mirar a mi madre, y mirar toda la casa. — ¿Cariño, puedes darle esta limonda a tu padre? — Estiro su brazo para darme el vaso que contenía limonada en el . Un poco perdido en mis pensamientos asentí con la cabeza — Está arreglando el auto allá fuera, ve, ve. — dijo sin mirarme. Me dirigí hacia la entrada que al parecer era mi casa, y encontré a mi padre tirado en el suelo debajo del auto con algunas herramientas a lado. Era uno de eso carros que solo ves en televisión o en convenciones, y no me refiero a que fuera uno moderno o lujoso, era un carro antiguo, pero lindo y elegante. Deje el vaso en el piso. — ¿En qué año estamos? — pregunté. —Oh Baekhyun, ahí estás, te diría que me ayudes un poco, pero creo que ya tienes que ir a clases— ¿En qué año estamos? — volví a hacer la misma pregunta. Mi padre asomo la cabeza, y me miró extraño como lo había hecho mi madre hace unos minutos atrás. — ¿En 1981? — Abrí los ojos muy grandes, caminé otra vez hacia el interior de mi casa, tratando de calmarme, y subí a mi habitación. —Ok, esto no está pasando, solo es un sueño. —. Trate de convencerme a mí mismo que lo que ocurría solo era producto de mi imaginación, y debía intentar dormir. Me acosté en la cama y cerré los ojos. Solo habían pasado 20 segundos desde que los cerré y volví a abrirlos. Todo seguía igual. Puse una almohada en mi cara, «Espera, pero si esto es lo que siempre había querido.» pensé, mientras me quitaba la almohada de la cara y me levantaba de la cama. —pero... ¿y ahora qué hago?, supongo que me tengo que vestir e ir a clases—.
Baje las escaleras con la mochila en el hombro. Miré a mi madre. — ¿Por dónde está el instituto? — pregunté. Ella me miro y me agarro de los hombros y me empujo hasta la entrada de la casa; Entendía que lo que había preguntado era extraño, pero en serio no tenía ni la menor idea de dónde ir.
Salí de la casa y me quedé parado unos minutos en la banqueta, mirando hacia todos lados, preguntándome cual era el camino correcto. Sentí como alguien golpeo mi trasero fuertemente con su mano, voltee a ver quién era. — Lindo trasero. — me dijo aquel chico. Era de mi estatura, su cara parecía una combinación de ternura y seriedad. No recuerdo a ver lo visto en ninguna parte. — ¿Quién eres? — pregunté. Lo mire con intriga. — Al parecer hoy amaneciste un poco princesa. — me dijo, mientras empezó a caminar. Se detuvo y me miró. — ¿No piensas ir a clases? —. No lo pensé más y caminé hacia él, supuse que era mi amigo o algo. Caminábamos sin decir ni una sola palabra, era un poco incómodo para mí, no es que yo tenga muchas cosas que decir, si no que no lo conocía, y no sabía nada de él, hasta que de un momento a otro soltó algo. — Folle con Kai. — dijo sin mirarme. ¿Qué tenía que decir en este momento?, ¿Quién carajos era Kai ?, ¿era bueno que hiciera eso? — No fue el mejor acostón de mi vida, pero admito que se movía bien. — Me miró, se acercó y puso su brazo en mis hombros. — ¿Sabes que me contó? — hizo una mirada picara. — ¿Qué? — pregunte, aunque me importaba una mierda, no sabía quién era el dichoso Kai, menos me importaba lo que le había contado. — Me dijo que le gustas a Sehun. Deberías tirártelo, aunque sería un poco extraño, seguro te empieza a decir cosas en coreano o hasta en chino.— miró hacia el frente quitando su brazo de encima de mí, y cuando estuve a punto de preguntar quién era Sehun, me jaló del brazo. —¡Tenemos que entrar a clases, ya!. — dijo mientras corría y me sujetaba del brazo. ———————————————————————————— ¡HOLA!, espero que les haya gustado el primer capítulo, lo siento si esperaban un poco más, es mi primer fic.
No sé si tenga éxito o no, pero seria feliz si tan solo tuviera 3 votos, si llega a eso seguiré la historia, si no creo que mejor la eliminare.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
