Y si justo cuando te encontrabas más feliz con el amor de tu vida te dicen que debes contraer matrimonio con otro hombre, específicamente con el rey del pueblo.
Es como estar en la cúspide de la felicidad y caer de repente directo a la incertidumbre...
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¿Podría detenerse y cumplir con su promesa de hace años o dejarse llevar por la situación, las sensaciones y los sentimientos dejando de lado todo?
Separó sus labios de los de su amado, observó sus ojos lujuriosos y una oleada de sensaciones volvió a invadir su cuerpo y es que por más que quería detenerse, su excitado cuerpo reclamaba el de Ian con una necesidad intensa de sentirse amado, tocado y saciado.
Volvió a besar sus labios con profunda pasión, su cuerpo exigía las caricias de Ian las cuales no tardaron mucho, su piel ardía de placer, quería y deseaba mucho más, pero con algo de fuerza de voluntad por fin pudo hablar.
-Espera...-pronuncia en medio de un beso.-Recuerda que mi padre me hizo prometerle que iba a llegar pura al altar.- le recuerda y él enseguida lo entiende.
-Es cierto y no se debe faltar a una promesa.- se separa deteniendo todo tipo de acción y solo la observa con detenimiento amando cada centímetro de ella.
Ya había estado seis años sin hacerle el amor a la mujer que más anhelaba y adoraba en este mundo ¿Por qué no esperar unas cuantas semanas más?
-Te amo Ian.- pronunció ella profundamente agradecida por la comprensión de su amado.
-Y tú no te imaginas cuanto lo hago yo a ti.- dice observando con embeleso los labios color carmesí.
De repente el casi silencioso ambiente se ve interrumpido por un estruendoso ruido que provenía del reloj el cual estaba programado para sonar media hora antes de la llegada regular de su padre a casa.
Rápidamente baja de la mesa.
-Ya es hora de irme.- da la observación tristemente.
-Me gustaría que te quedaras junto a mi toda la noche.- se ve en sus ojos un poco la decepción al no poderla tener mucho tiempo a su lado.
-A mí también me gustaría mi amor, pero la situación no nos lo permite.- dice con un poco de frustración.- pero muy pronto todo cambiara, seré tu esposa y estaré a tu lado tiempo completo.
-No sabes lo mucho que me ilusiona pensar en ese futuro cercano.- sus ojos se tintan de esperanza.
En ese instante Brenda posa su pequeña mano sobre la pálida mejilla de Ian y le acaricia para después besarlo.
En ese momento le transmitió a Ian que al igual que él, ella también añoraba un futuro a su lado, sin impedimentos, sin tener que irse de su lado, solo él y ella entregándose mutuamente, amándose con intensidad, olvidándose del mundo entero.
Luego de separarse cada uno volvió a ponerse las pocas prendas que se habían quitado y despidiéndose con repetidos besos tiernos cada uno salió por su lado en dirección a sus hogares.
Brenda disfrutaba pasar por el bosque de noche, de alguna forma la magia de la naturaleza lograba cautivarla por completo, le gustaba por momentos pausar su caminata y solo escuchar, el ulular de los búhos, el criar de los grillos, los pasos de los zorros y lobos, todo era una maravilla que la envolvía y aunque no pudiera escuchar los sonidos con tanta intensidad como los escucharía un vampiro completo de igual manera disfrutaba.
