Capitulo 2

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Hace como quince minutos que he terminado toda mi comida, y me acabo de dar cuenta que toda la forma de Neizan es perfecta, no me malinterpretéis, pero, joder, es como si fuera un androide, come sin mancharse la boca, aún así se limpia, se sienta sin encorvarse en ningun momento, como si su columna no sintiera cansancio, y para colmo, su sonrisa arrogante, no se como mi padre no ha vomitado arcoiris al presenciar tanta perfección, sólo hace falta que no sude cuando corra, aunque eso me gustaría verlo. Me siento recta y apoyo mis manos encima de la falda de mi vestido, miro hacia el mantel de la mesa y evito escuchar las conversaciones aburridas y 'adultas' de mi padre y Mr.Perfect. Hasta que oigo mi nombre en medio de esos "bla bla bla" que he estado escuchando media hora.

¿Hope? — Me llama mi padre sonriente.

Ehm, dime. — Levanto la vista y le sonrío inocente.

Harvey nos acaba de invitar a una fiesta en su casa, y quería consultarte a ti si querrías ir. — Miró hacia el susodicho encargado de la fiesta, en ningún momento me mira a los ojos, ¿será que sus cables se hayan roto? Vale, no se me dan bien las bromas, pero en serio que parece un robot.

Claro, ¿por qué no? -Sonrío y doy un traguito a mi vaso de cocacola. Por el rabillo puedo ver una sonrisa en los labios de Harvey, pero no es arrogante, si no una tímida. No me jodas ahora, Harvey, señor bipolar. —Y, ¿cuándo es? — Pregunto mirando hacia Harvey, ahora si me mira a los ojos.

Ésta noche. —Dice serio, tanto que hasta se le podría arrugar la cara de tanto fruncir el ceño.

Bueno, Harvey, un placer volver a verte. — Se levanta mi padre para despedirse de él con un amistoso apretón de manos, me levanto y sacudo mi vestido (yo no como tan perfectamente como Harvey, por eso se me calleron algunas migas de pan), me acomodo el pelo y me quedo callada mientras ellos se despiden, miro mis bailarinas y siento un roce en mis hombros, levanto la mirada y Harvey esta dispuesto a despedirse, se acerca a mi y me besa en la mejilla pero antes de separarse me susurra:

Un gusto en conocerte, Hope. — Me sonríe y abandona el restaurante.

Frunzo en ceño cuando entra en su BMW negro, ¿que acaba de pasar? Creo que no es recomendable tomar el champagne de aquí, por que se ve que le ha creado alucinaciones, me encojo de hombros para mi misma y voy hacia nuestro coche para irnos a nuestra 'pequeña' casa.

Llegamos y subo a mi cuarto para buscar algo apropiado para la fiesta de esta noche, y un bolso a juego en el que entre mi libro preferido, quizá pueda escaparme al jardín para leer 'Un paseo para recordar' a saber cuantas veces he llorado con este libro, heredado de mi madre, que no lo abandonaba nunca. Escojo un vestido simple, con escote negro, la falda azul con lunares blancos y un cinturón color caramelo, saco unas bailarinas negras y entro al baño a darme una ducha. Salgo envuelta en una toalla y me pongo mi ropa interior y un vestido para ir por casa de tela fina, me seco el pelo y lo peino sin prisas, salgo de mi cuarto y bajo hasta el primer piso, camino hasta el pasillo en el que se hospedan las damas de servicio y voy hasta la del fondo izquierda, el de Mery. Toco dos veces...

Adelante Hope. — Dice y sonrío, abro la puerta y la veo leyendo un libro en su escritorio, está en su descanso.

Ayúdame con mi pelo. — Hago un puchero y gira los ojos.

—¿Que tenemos hoy? — Marca su libro con una cartulina en forma de corazón.

Una fiesta del hijo de un viejo amigp de mi padre. — Me siento en frente del espejo que tiene encima de su escritorio, de donde se acaba de levantar, comienza a acariciar mi pelo.

¿Como es tu vestido? — Pregunta abriendo un cajón en el que tiene miles de utensilios de peluquería.

Tiene el escote negro y la falda azul con lunares blancos. — Explico mirando nuestro reflejo.

Pues ya tengo algo. — Sonríe y saca un spray fijador y un peine.

Comienza a peinarme el cabello y me hace una coleta alta dejando mi flequillo suelto, me acomoda los cabellos rebeldes de la parte delantera con su spray, me pone una calceta enrollada en la coleta y la rodea con mi pelo haciendo un moño (chongo, cebolla, lo que entiendan), me coloca un lazo azul de lunares blancos, como la tela de mi vestido, en medio del moño. Sonrío al ver lo sencillo y hermoso que ha quedado, le doy las gracias a Mery y subo de nuevo a mi cuarto, son las seis, me quedan tres horas para ir con mi padre a la casa de Harvey. Cierro con llave la puerta de mi cuarto, me quito el vestido de andar por casa y me aplico crema por todo el cuerpo, me pongo una bata, para que me sea mas fácil quitarmelo y ponerme el otro vestido, me miro en mi tocador y me maquillo con delineador negro, rimel y labial rosa llamativo, todo lo demas al natural, es suficiente.

Enciendo mi reproductor de musica y comienzo a bailar lentamente al son de Made of Love, sonrío y me siento en mi cama. Asi es mi triste vida de rica, dias en casa o en la oficina de mi padre, quedarme toda la tarde leyendo o escuchando música, o yendo a fiestas aburridas de socios de mi padre. Extraño a mi madre, cuando me peinaba el cabello todas las mañas y cantándome Take Me to Church de Hozier, y desde entonces la canto todas las noches antes de acostarme. Doy un suspiro y escucho la puerta.

-Hope, en quince minutos salimos. - Habla mi padre detrás de la puerta. Vuelvo a suspirar y me levanto a colocarme mi vestido.

Me miro al espejo y ladeo la cabeza, alguna vez me gustaría ir a una fiesta de verdad, a una en la que pueda ir con pantalones cortos y una camiseta suelta y el pelo al vuelo, una de esas en las que bailas electrónica hasta no poder, en la que coqueteas a chicos que no volverás a ver en tu vida, donde una adolescente se divierte con sus amigas, pero ese es el caso, que no tengo amigas...

Bajo al salón de estar y mi padre me espera con su traje y con la corbata en la mano, suelto una pequeña risita y el me sonríe tendiéndomela y esperando a que llegue en frente suyo, le rodeo el cuello de la camisa con ella y le hago el nudo hasta quedarse perfectamente colocado.

—Nunca conseguiré dominar esto de las corbatas, no se como has aprendido y yo no. —Se queja mi padre dirigiéndose a la entrada de la casa.

—Siempre he visto a mamá acomodándotela cada vez que ibais a una cena importante. — Rodeo su brazo con el mío.

Cruzamos el portón controlado por unos vigilantes y nos metemos en el coche para ir a la casa de Harvey. Saco mi móvil y leo tuits, a veces alguno que otro me ayuda, son como pequeños consejos en una sola frase. Yo tambien tengo mis seguidores, me encanta el hecho de escribir lo que piensas y que gente desconocida este de acuerdo con tus palabras. Miro por la ventanilla los grandes edificios de esta ciudad.

Paramos en una casa realmente preciosa, de distintos tonos de blanco, con una enorme valla de piedra y una entrada como la de los castillos de las princesas, dos guardias escoltan el gran porton semicircular, nos acercamos y sin necesidad de decir nada uno de ellos ya deja pasarnos, supongo que es verdad que mi padre era muy amigo del difunto Sr.Lewis. Entramos por la puerta abierta y presenciamos el aburrimiento, bueno, al menos yo, por que mi padre sonríe y se acerca hacia Charles, quien viene acompañado por Geo, que me saluda sonriendo mostrando su perfecta dentadura, le sonrio irónica y me siento en una de las sillas de todo este salon, suspirando aburrida mirando como la gente apenas bebe de su copa de champagne.

Be A TeenagerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora