Be A Teenager

Capítulo 7

          7

Entramos a la gran casa y lo primero que hacemos es acercarnos a la barra a pedir algo para tomar, Neizan un chupito de piña colada, Ismael un vaso de vodka, y yo, que no bebo, una lata de coca cola. Al dar el primer sorbo me contagio del ambiente, comienzo a bailar y a saber donde se quedó aquella lata medio llena de coca cola, se hubiese caido en la ropa de alguno de todos estos adolescentes, y aún asi no se darían cuenta por su inmensa borrachera, eso que la fiesta comenzó hace una hora.

Al cansarme de tanto mover las caderas al son de la musica electrónica me siento en la barra en la que había pedido la coca cola como diez minutos antes. Doy un suspiro de alivio y me muerdo el labio inferior de satisfacción, es como si hubiera tenido mi primer orgasmo, solo que con el corazón palpitando de otro placer. Giro y veo a Neizan hablando con lo que supongo que es un viejo amigo, se da cuenta de mi mirada y me señala para que me acerque a él.

—Hope, él es Darren Cleyton , es un amigo que tuve en la carcel esa, en las que nos obligan a estudiar — Le señala con torpeza y nos saludamos con un apretón de manos.

—Eliges bien Lew — Sonríe y me ruborizo por lo que se comienzan a reír.

_Lo se, soy todo un casanova, el suelo tiembla, ¡un terremoto! —Dice tirando su lata de cerveza al suelo, se tambalea pero Darren consigue sujetarle, pero no veo que duren de pie, por que los dos están como una cuba.

—Harvey, estas borracho — Digo colocando mi brazo alrededor de su espalda.

—¿Que Harvey? Yo soy Neizan, ¿no te acuerdas? — Dice riendo, admito que estoy aguantando las carcajadas.

—Joder, no me lo creo, me voy quince minutos y ya te emborrachas, eres un caso perdido Neizan Harvey Lewis — Le regaño subiéndolo hacia uno de los cuartos.

—Estas muy, muy juapa, muy juapa. — Apenas alcanza a decir.

—Y tu estas borracho, muy, muy, borracho. —Me burlo y le acuesto en la cama de una de las habitaciones, cierro la puerta y me siento en el suelo.

—Creo que he bebido demasiado — Dice y suelta un estornudo gigante, que hasta hace que se le despeine su cabellera medio rubia.

—No deberíamos haber venido — Me acaricio la frente y miro hacia Neizan quien me mira con el ceño fruncido. —¿Por qué me miras así? — Pregunto y se acerca a mí peligrosamente y se acuesta encima mío. —No, Harvey, joder, me aplastas — Digo apenas audible, coloca su cabeza en el hueco de de mi cuello y hombro, comienzo a reír. —Tío, tu estas más borracho que el mejor amigo de Hoemer Simpson. —

—Si estubiera borracho ya te hubiese violado. — Suelta una carcajada.

—Gilipollas, me has hecho cargarte hasta aquí, con lo que pesas. — Levanta la mirada y junta nuestras frentes, su respiración se junta con la mía.

—Tampoco soy tan irresponsable como para dejarte a merced de cualquier morboso. — Susurra y me mira a los ojos.

—Debería de habérmelo planteado. Pero contigo nada se sabe. — Contesto de la misma manera.

—Siento lo del beso de aquella vez, no debí, pero enserio me gustas. — Suspira y siento su olor a piña, por el anterior chupito que se tomó, mezclado con cerveza.

—Solo me incomodaste — Digo y sonrío para que no se sienta culpable.

—¿Si te beso ahora no te alejarás de mi? —Hace un puchero y río.

—No, porque estas encima mío. —

—Pero se que aunque no lo estuviera no me rechazarías. —

—Bésame, imbécil. —Le callo y me besa. Primero solo acaricia mis labios suavemente pero luego hace que el beso sea más rebelde al lamer la parte inferior de mi boca seguido de una leve mordida, sinceramente, no pensaba que Neizan besara de esta manera, tan, joder, tan sensualmente.

Acaricio su nuca y enredo su pelo entre mis dedos, él se acomoda para poder colocar sus manos sobre mis caderas.

—Hope yo... —Pero la maldita puerta se abrió, haciéndonos resaltar de nuestra posición, que cualquier persona que nos viera, pensaria que estaríamos pecando haciendo cosas indebidas, sobretodo porque se nota la diferencia de edad entre Neizan y yo, no digo que sea un problema, pero sería ilegal.

En fin, que la persona menos indicada nos está mirando con cierto enfado mientras que nosotros nos encontramos aún en el suelo, yo con las manos en la nuca de  Neizan, y él con las suyas en mis caderas. Salgo del shock y le doy un empujón y nos levantamos aún con el trauma a flor de piel.

—Dy. —Intento encontrar las palabras adecuadas para decirle que lo que ha visto no es lo que parece, como en todos los casos, pero es que ha sido justamente lo que parece.

—Tranquila, debía de suponer que preferías parecer una completa zorra besandote con Harvey, a verme — Espeta, y en menos de un minuto el puño de Neizan golpea el rostro de Dyland, mientras que yo suelto un grito justo en el momento en el que le veo en en suelo.