10 ~Enojo y un corazón roto~

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23 de Noviembre

Terminé mi turno completamente desanimado.

Obviamente, tú no habias ido ese día. Ni el anterior...

Mi odio hacia ese chico y como se atrevió a tratarte crecía cada minuto que pasaba pensando en ello.

Le pedí a Jongdae tu número y aún varias horas después podía recordarlo.

Después de mi turno te envié un mensaje

Soy Chanyeol. Necesito verte. ¿Cuando y dónde se puede?

Tardaste unos 10 minutos, pero contestaste.

Ahora. Apartamento 307.

Me enviaste una ubicación, al parecer del edificio. Ya eran pasadas las 8, pero si vivías solo supuse que no era un problema

Cuando llegué, subí los 3 pisos en el ascensor, sintiendo una fuerte ansiedad y un mal presentimiento.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron y di un par de pasos, pude verte, sentado en el suelo el pasillo, junto a la puerta de un apartamento que estaba abierta.

Llegué a tu lado y te rodeé con mis brazos, sintiendo tu cuerpo tembloroso.

Unos minutos después me alejaste un momento y explicaste la situación.

Al parecer ese no era tu apartamento, si no el del tal Sehun, que resultó ser tu ahora ex-novio y habían peleado. Ese día habías ido para arreglar las cosas con él pero, cuando tocaste y no te abrieron, decidiste entrar para ver si todo estaba bien...

Solo tú podrías estar preocupado por ese idiota en un momento así.

Me pediste que entrara y pusiera atención a todo. Entré, dudoso por estar en una casa ajena, y no sabía a donde ir así que caminé por el primer pasillo que me crucé.

Conforme avanzaba empecé a escuchar jadeos y más ruidos extraños provenientes de la habitación que estaba más al fondo...

"Se-Sehunnie ah~ más más-"

Con eso tuve suficiente

¿Cómo se atrevía ese idiota a hacerle daño a mi niño?

Cuando salí probablemente tenía una cara de rabia increíble

Tus ojitos me miraron sorprendidos "Vamos, Baek, ven" Cuando te negaste a levantarte solo me irrité más, así que decidí cargarte, hasta el auto si era necesario.

Mi corazón se rompía más con cada lágrima que dejabas caer, con tus manitas aferradas a mi cuello.

En ese momento juré con todas mis fuerzas que nunca más volverías a sentir el dolor que expresabas con tus sollozos.

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Notas de un simple mesero || BBH + PCYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora