Cap. 40

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Suspiro saliendo de la casa de los padres de Ross

-Bueno, fue más fácil de lo que esperaba.- Digo estirando los brazos para que Ross me entregue a Aiden, pero se niega, es normal, desde que decidimos intentarlo de nuevo, no deja que lo cargue ni un momento, le compra miles de cosas y tan solo verlo así de feliz con nuestro hijo, me llena de felicidad a mí también.

-Te dije que mi familia tomaría bien la noticia- Besa la mejilla de Aiden y lo deja en el suelo para después tomar mi cintura y dejar un pequeño beso en mis labios.- Ahora vamos a tu casa, tienes que empacar.

-¿Empacar?- Pregunto frunciendo el ceño

-Así es, Marie, tengo una familia ahora contigo- Eso me hace sonreír y no puedo evitar ocultar mis emociones con sus palabras- Compré un apartamento para nosotros, así que vas a ir a tu casa para empacar tus cosas y las de Aiden, vivirán conmigo de ahora en adelante.

*

Ross me deja en mi casa y se va a la empresa junto con Aiden, dándome el tiempo suficiente para empacar las cosas. El timbre suena y me dirijo a abrir la puerta.

Justin, Riley, Tyler y Kyla están frente a mí con una gran sonrisa, no puedo evitar darle un fuerte abrazo a cada uno... Hace mucho tiempo que no estamos juntos, así que pienso aprovechar lo que queda de la tarde junto a ellos.

-¡Terminamos!- Dice Riley dramáticamente

-¿En enserio?- Digo rodando mis ojos- Si no me ayudaron a nada.

Me gano malas miradas por parte de todos, a lo que sonrío.

-Bueno... Marie, no suelo decir estas cosas- Expresa Tyler ganando la atención de todos- Pero ahora, es obvio que no vamos a estar tan juntos como antes, ahora tú tienes una familia, y nosotros... Bueno, hasta ahora estamos terminando nuestros estudios y nos queda mucho más por delante, pero por favor...- Dice reuniéndonos a todos y tomándonos de las manos- No dejemos que esta amistad termine, son las únicas personas que me han aceptado como soy y no quiero alejarme de ustedes.

Todos nos quedamos en silencio, analizando las palabras de mi mejor amigo y viéndonos a los ojos, al parecer nunca habíamos pensado en esto, y Tyler tiene mucha razón.

-Esta amistad durará para siempre.- Dice Kyla sonriendo sinceramente.

-Para siempre.- Murmuramos después todos para darnos un gran abrazo.

*

-Tengo algo para ti- Digo separándome de Ross, extraño sus labios sobre los míos, pero esto es algo importante que debo hacer.- Te compré un regalo.

-¿Un regalo?- Pregunta con una sonrisa burlona en los labios.- No es mi cumpleaños, ni navidad...

-Lo sé, pero sólo quiero que lo aceptes... Sé que te va a gustar.- Digo extendiéndole una pequeña caja, el me mira extrañado pero termina aceptando la caja... No puedo evitar sentirme nerviosa por su reacción, pero espero que le guste.

Cuando abre la pequeña caja, su semblante cambia totalmente.

Ross:

Mis manos empiezan a temblar cuando tengo el regalo de Marie en mis brazos, una ola de tristeza me recorre de pies a cabeza y puedo sentir unas cuantas lágrimas en mis ojos.

No quiero llorar.

Es el mismo corazón de cristal que tenía hace tiempo, el que tenía en su interior la foto dónde estábamos Shelsy y yo... El que Marie rompió cuando apenas nos conocíamos.

Ella decide romper el silencio que se ha formado.

-Duré mucho en encontrar la forma exacta, Riker me ayudó a encontrarlo, al igual que me ayudó con la foto.

No digo nada... No puedo decir nada.

-¿No te gustó?- Pregunta con preocupación en su voz, Esta vez no puedo aguantar las lágrimas, le doy un gran abrazo.

-Gracias...- Es lo único que puedo decir, ella nota que estoy llorando y me abraza, acariciando mi cabello- Enserio gracias Marie... Es un detalle muy lindo. Espero que no te haya molestado el hecho de que yo aún guardara la foto.

-No Ross, claro que no me molesta, entiendo que ella siempre será parte de tu vida... Además es algo que yo te debía, sé que te dolió mucho cuando lo rompí aquel día. Lo siento.

No aguanto más y beso sus labios, es un beso tierno, pero a la vez apasionado, lo que le da a entender todo lo que siento por ella.

Me levanto y voy a la mesa, dónde también tengo un regalo para ella, tomo el sobre y se lo extiendo.

-Yo también tengo un regalo para ti.- Digo sonriente, sé que cuando descubra que es, se va a poner muy feliz.

-Ross, no tenías porqué...

-Sólo ábrelo- Digo insistiendo, ella toma el sobre con inseguridad y cuando lo ve, sus ojos brillan de una manera indescriptible.

''Marie Stone es aceptada en nuestra universidad para llevar a cabo la carrera de Medicina''

Se que por el embarazo, tuvo que dejar sus estudios de lado, sé que es algo que le duele, por que la conozco bien, es una persona que quiere salir adelante. Así que no dudé en contactar amigos y conseguir las notas de su preparatoria, además, es una gran ventaja que alguien como yo, Dueño de las empresas Lynch, quiera conseguirte un cupo en la universidad.

-¿Pero cómo...?

-Tengo unos contactos... Además tus calificaciones eran perfectas en la preparatoria, lo que fue suficiente para que te aceptaran.- Le explico

Ella se levanta rápidamente y se cuelga de mi cuello, la sostengo de la cintura y aspiro todo su aroma... Me vuelve loco.

-Gracias, gracias, gracias.- Dice abrazándome más fuerte.- Prometo no defraudarte nunca

-Gracias a ti por hacerme tan feliz, gracias por llegar a mi vida.

*

Entro a la sala de juntas de la empresa, la mano de Marie está enlazada con la mía, se conectan perfectamente.

-Buenas tardes, señor Lynch.- Saludan todos los futuros socios de la empresa, les devuelvo el saludo y después todas las miradas se fijan en Marie, ella aprieta mi mano, nerviosa, Es normal que la miren extrañados, nunca la han visto.

-Ella es Marie. Mi esposa.- Ella no dice nada en cuanto la presento, pero puedo sentir que me mira con el ceño fruncido.

Nos dirigimos al extremo principal de la mesa y la reunión empieza, cada vez que hablo, Marie me mira con una expresión seria, presta atención a todo lo que digo y a lo que dicen los demás, después de un tiempo, puedo sentir que su mano se conecta con la mía por debajo de la mesa, y cuando están totalmente enlazadas, empiezo a acariciarla con mi pulgar... Después de unos minutos la reunión culmina, hablo un poco con los demás administradores, sellando los negocios que acabamos de hacer.

Cuando nos quedamos solos, Marie se sienta en mis piernas y besa mis labios.

-No entiendo por qué me presentaste cómo tu esposa.- Dice mirando mis labios

-¿Acaso te molesta?- Digo acariciando su mejilla.

-Claro que no- Sonríe- Solamente no lo soy- Encoje sus hombros.

-Es curioso que lo digas... Porque justo estaba por pedirte que fueras mi esposa.

-Sé que no lo dices enserio.

Finjo estar ofendido. Ella sonríe y besa mis labios de nuevo, pasando sus brazos por mi nuca, convirtiendo el beso en uno más intenso, cuando nos separamos, tomo su mano y hago que me mire directamente a los ojos.

-Cásate conmigo.

Para Volver A Amar (Ross Lynch) - TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora