El Hada Y El Demonio (Zeldris) Nanatsu No Taizai

Quinta Parte

Todos estaban listos para recibir a Meliodas, pero ahora que Tear había recordado quién fue que mató a su amado, aunque sin saber porque, estaba totalmente nerviosa y llena de irá hacia Meliodas

—Tear, no hagas nada imprudente —le advirtió Zeldris

Ahí fue cuando Meliodas llegó junto a Chandler y una mujer, su amada y a quién todo odian por ser la razón de que Meliodas cambiara, Elizabeth

—Hey, Zeldris —dijo Meliodas, a quién le llamó la atención la pequeña hada al lado su hermano menor

—Grandes agallas para venir directamente a territorio enemigo, traidor —contesto Zeldris

—Además traes a una sucia Diosa, ¿qué pretendes? —dijo Cusack

—Estoy en contra de esto también —dijo Chandler, demostrando su odio hacia Elizabeth —Las mujeres deben ser manejadas lo antes posible

— ¡Silencio Chandler! —dijo Meliodas molesto —Es simple, estoy aquí para convertirme en el Rey Demonio

— ¡El que será Rey Demonio, seré yo! —dijo Zeldris

— ¿Por qué no lo tomas de todos modos? —a todos en el lugar les sorprendió que Estarossa apareciera en ese momento —Somos solo tres hermanos en este mundo. Honestamente, no me importa el trono del Rey Demonio, pero si luchas por él me uniré también...

—Todavía estás vivo... Estarossa —dijo Meliodas

—Sí, ¿por qué hermano?

—Hay una tensión enorme...—pensó Tear, quién no le quitaba la mirada de encima a Meliodas —El...

—Hermano también te ves saludable —dijo Estarossa a quién le llamó la atención la presencia de la mujer de Meliodas — ¿Eres... Elizabeth?

— ¿Porque sabes mi nombre? Esta es la primera vez que te veo... —se notaba lo nerviosa que estaba ella

—No lo sé...yo tampoco lo entiendo

Tear miró a Zeldris, quién simplemente movió su cabeza para darle a entender que no sabía lo que sucedía entre ellos, pero tampoco le importaba mucho

—Oye, cambio de opinión no lucharé contigo, pero a cambio quiero a Elizabeth

Todos se sorprendieron, pero Chandler estaba de acuerdo con Estarossa si eso significaba alejarla de Meliodas. Meliodas se negó rotundamente y afirmó que Elizabeth solo estaría con él y que él sería el Rey Demonio. En menos de un segundo, Zeldris y Estarossa atacaron a Meliodas al mismo tiempo

—No trates de ser codicioso cuando solo eres un tonto —dijo Estarossa

— ¿Crees que solo te dejaré estorbar mis ambiciones? —dijo Zeldris

Tanto Zeldris como Estarossa fueron derribados y presionados contra el suelo por la materia oscura de Meliodas. Cusack intento rescatar a Zeldris, pero resultó lastimado en el intento. Los demás solo se quedaron mirando el espectáculo

—Si no hago algo...él lo matará

— ¡No te muevas, Tear! —le advirtió Zeldris, pero Meliodas cada vez los presionaba más —Ugh...

Tear comenzó a usar su magia, invoco una gran cantidad de agua con la cual atacó a Melodías para intentar alejarlo de Zeldris, pero este también la arrojó al suelo con su materia oscura, dejándola sin posibilidad de moverse ni siquiera un centímetro

— ¡Tear!

—Ahora te recuerdo, tu eres esa hada de hace 3000 años ¿verdad? La hada de la lluvia maldecida por el Clan de las diosas

— ¡Déjala ir! —ordeno Zeldris

—Antes de nuestra discusión, primero ¿qué tal si nos calmamos?

—Ugh —Tear comenzó a toser sangre al ser presionada por la materia oscura con tanta fuerza —Maldición...

— ¡Tear! Maldito, Meliodas

— ¡Detente Meliodas! —pidió Elizabeth —Si continúas así...

Meliodas se detuvo, recibiendo la aprobación de Estarossa, quién no dejaba de mirar a Elizabeth por alguna razón, en cambio Zeldris, al comprobar que Tear no estaba tan mal, no aprobó a Meliodas y lo atacó nuevamente, aprovechando esto Estarossa quiso acercarse a Elizabeth, pero Meliodas no lo permitió e inmovilizó a Zeldris

—Zeldris...se la razón por la que estas obsesionado con ser el Rey Demonio

— ¡Cállate!

En ese momento Meliodas le susurró algo a Zeldris y luego lo soltó, la única que pudo saber de qué trataba era Tear, ya que Zeldris bajo la guardia por un momento, al igual que Meliodas, no se aseguró de evitar que Tear escuchara sus corazones

— ¿Que pasa Lord Zeldris? —pregunto Cusack

—Muy bien cooperaré contigo...sin embargo, para ser honesto, soy un poco reacio

— ¿Que te hace decir eso? ¿Estás siendo amenazado? —pregunto Estarossa

Elizabeth se acercó a Tear, siendo vigilada por Meliodas y comenzó a curar sus heridas mientras los demás discutían sobre lo que harían de ahora en adelante

—Lo siento...el no es así —dijo Elizabeth

—...Tienes miedo ¿verdad? De que el no vuelva a ser el mismo

—...Un poco... así que también puedes ver lo que hay en mi corazón

—Si...pero te entiendo...yo también tengo miedo

— ¿Por qué?

—Por muchas cosas...por Zeldris

—Ya veo, entonces nos parecemos

—Gracias...por curarme

Tear pudo haberse curado por su cuenta, pero al ver que Elizabeth se acercaba a ella con la intención de curarla, simplemente la dejo ya que pudo ver que no era una mala persona. Cuando ellos terminaron de hablar Elizabeth se fue con Meliodas y yo con Zeldris y Estarossa

—Se ha vuelto algo interesante ¿no es así? —dijo Estarossa —El traidor regreso y se convertirá en nuestro Rey

—Estoy diciendo estoy solo para estar seguro Estarossa. Ni siquiera pienses en incorporar los decretos recopilados en ti ─Estarossa no dijo nada, al igual que Tear, se mantuvo en silencio —Vámonos

En el camino nos separamos de Estarossa y Zeldris se veía demasiado serio, más de lo normal para Tear, quién se había acostumbrado a verlo un poco más relajado

—Tengo miedo...ya lo sabía, pero... aún así duele, Zeldris

— ¿Te sientes bien, Tear?

— ¿Eh? Si, ¿qué hay de ti?

—Sí, pero fuiste muy imprudente, pudiste haber muerto en manos de Meliodas

—Lo siento

—Está bien, mientras estés bien, pero no hagas algo así otra vez

—... Entendido

Zeldris envolvió a Tear con la materia oscura en caso de que los atacaran de improviso. Tear intento indagar en los pensamientos de Zeldris otra vez, pero no pudo hacerlo debido a que él sabía de esa habilidad y no bajaría la guardia tan fácil, al menos no otra vez y tan rápido

—Asi que eres tu quien vino, eso lo hace más fácil, Zeldris ─una mujer alta, delgada y muy linda estaba parada en la entrada de esa taberna en la cima de un gigante cerdo

─ ¿Quién eres tú? Nunca había visto tu cara

─Eso duele ─de pronto ella se convirtió en una pequeña niña ─ ¿Qué tal esto?

─ ¿Qué? Asi que la Merlin de la que Meliodas estaba hablando eres tu...*****, la chica que recibió la bendición del Rey Demonio y la Suprema Deidad

─ ¿Eh? ¿Qué dijiste?

❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️

Aquí otro capítulo para ustedes, espero que lo hayan disfrutado ✌️🏼