2-.

444 49 6
                                    

[omnisciente]

La cena estuvo prácticamente normal, la mamá de Millie como siempre no dejó de hablar y de hacer preguntas que para ser sinceros a nadie le interesaban. A Millie siempre le desagradó que su mamá fuera muy parlanchina, pero esta vez se lo agradeció ya que no notó que ella no habló durante toda la cena. En su cabeza se seguían repitiendo las mismas secuencias una y otra vez, como un sueño circular.

 La mente de Sadie no estaba tan perdida como la de su amiga, ella había leído varios libros sobre amor y romance que decían que cuando uno estaba frente a frente con su amor verdadero sentía mariposas en el estómago y corrientes eléctricas cuando se tocaban. Lo único malo es que todos los libros trataban sobre parejas heterosexuales, no homosexuales y tenía miedo de que si se enamoraba de una chica estuviera mal y la juzgaran. Sadie se estará enamorando de Millie? Pues ella lo va a tener que averiguar pronto, y qué mejor momento que el de ahora.

Las chicas ya habían terminado de cenar y fueron al cuarto de Millie y decidieron ver una película, se decidieron a ver Love, Rosy, sí, la película más trillada del universo. Pero es que a ellas le encantaba la película y esta iba a ser la quincuagésima sexta vez que la veían juntas.

Se pusieron cómodas la una al lado de la otra y le dieron play. Iban por casi el final de la película cuando Millie miró a la pelirroja quien estaba tan concentrada en la pantalla, se dedicó a observar sus hermosos ojos color azul. Partió por sus ojos, luego bajó a sus pecas, trató de contarlas pero eran tantas que no podía, su mirada siguió bajando hasta sus labios rojos y se quedó quieta ahí, mirándolos. Sadie se sentía observada, y como la única persona que estaba con ella era Millie ladeó la cabeza y la encontró mirándola. Al parecer la castaña estaba tan ensimismada viendo los labios de su amiga que no se dio cuenta de que ella le estaba mirando también, cuando se dio cuenta se iba a levantar de asiento porque pensó que su amiga se iba a sentir incómoda si ella le estaba mirando los labios como una boba, pero una mano le sujetó el brazo en señal de que se quedara y ella lo hizo. Sadie en realidad no tenía idea de qué es lo que estaba haciendo, pero quería que la castaña estuviera con ella, quería verla y nunca separarse de ella. Millie se volvió a sentar pero esta vez más cerca de la pelirroja, tan cerca que estaban a menos de diez centímetros la una de la otra pero eso no les importó, es más, Sadie se acercó más y ahora estaban a tan solo milímetros de distancia...

   

Issues [Sillie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora