Prologo
Era un día de conmemoración en la aldea de la hoja, se honraba la memoria de sus habitantes caídos y se celebraba la mas grande victoria de su amado héroe el siempre idolatrado yondaime, hoy hacia ya 6 años el rubio líder de Konoha había triunfado sobre el poderoso demonio zorro el temido Kyuubi no yuko.
En el palco de la torre se abrían las puertas y la gente de la aldea estallaba en vítores al ver a su poderoso líder salir a saludar a la multitud, ahí frente a casi todo el pueblo estaba el legendario shinobi que como cada año iba acompañado de su hermosa esposa la última mujer del clan Uzumaki una bella pelirroja de nombre Kushina enfundada en un hermoso kimono de fiesta con bordes dorados junto a ella estaba su mayor orgullo y actualmente mayor heroína de la aldea su pequeña hija Kasumi pelirroja como su madre solo que de ojos tan azules como los de su padre, en este día ella celebraba su cumpleaños número 6.
Era una niña feliz y consentida no solo por sus padres sino también por toda la aldea que la veneraba como una verdadera princesa al ser quien poseía en su interior el vasto poder del zorro, como cada año el yondaime también conocido como Minato Namikaze daba su siempre solemne discurso en memoria de los caídos mientras su mujer rememoraba los acontecimientos de aquel fatídico día en que el demonio ataco
flash back inicio
Era una tenebrosa nuche de octubre a lo lejos entre los escombros de la aldea una cansada Kushina terminaba de dar a luz mientras su esposo luchaba con todas sus fuerzas contra el poderoso demonio, ese hombre enmascarado había aparecido de la nada y con facilidad increíble despojo a la mujer del Kyubi y lo lanzo contra Konoha.
Afuera de la aldea los shinobis veían incrédulos como su líder encaraba una fiera batalla montado sobre un sapo armado con katana contra el zorro que rugía feroz e imponente, por su parte el rubio hombre sabia cual era la solución había planeado con anticipación todos los escenarios posibles para lo que pudiese ocurrir durante el alumbramiento de su mujer aunque ese enmascarado no había sido previsto la destrucción actual si.
-es hora…TODOS ESCUCHENME VAMOS A HACERLO…EMPIEZEN LA OPERACIÓN HOJA ARDIENTE- grito con don de mando a lo que sus ninjas de confianza respondieron arremetiendo contra el zorro en todas direcciones mientras su líder desaparecía en una estela dorada
En el derrumbado hospital una rubia y demasiado bien dotada mujer cargaba un par de bebes recién nacidos llevándolos junto a su madre que increíblemente ya comenzaba a levantarse para la batalla
-¿QUE DEMONIOS CREES QUE HACES KUSHINA?- grito furiosa al verla armándose con su traje de batalla y la katana legendaria del clan Uzumaki
-no voy a quedarme aquí Tsunade_sama, Minato me necesita además ya sabes lo que vamos a hacer- respondió seriamente mientras se ajustaba su arma a la cintura
La rubia no tuvo tiempo de responder ya que un destello inundo la sala el yondaime hizo acto de presencia y con imponentes ordenes dejo callada a la rubia doctora quien a regañadientes dejo ir a la pareja con los pequeños en brazos deseándoles suerte en ese descabellado plan a ejecutarse.
Devuelta en el campo de batalla sobre la invocación del yondaime apareció la familia Namikaze con sus dos pequeños en brazos una niña pelirroja y un pequeño niño rubio, frente a ellos una joven chica de aspecto pálido con dos distintivas marcas en su rostro los veía cansada.
-Rin_chan no tienes que hacer esto yo puedo hacerme cargo no es tu responsabilidad- dijo serio el rubio líder mientras la chica negaba con la cabeza
-lo se sensei pero ya sabe lo que me dijo Tsunade_sama no hay nada que hacer este veneno me esta matando lentamente no voy a vivir mas de una semana es mejor que muera yo y no usted
El ritual se inicio y la sombría figura del Shinigami hizo acto de presencia alzándose tras el grupo sobre el sapo, a la distancia el zorro parecía detenido por alguna clase de sello en el suelo que lo inmovilizaba
-para que me invocas mortal- exigió saber el dios de la muerte mirando curioso a los humanos frente a el
-tengo un trato que proponerle Shinigami_sama, quiero que por favor selle el alma del demonio en mi hijo y su poder en mi hija…las mujeres del clan Uzumaki son mejores para manejar poderes demoniacos y estoy seguro que mi pequeño podrá vencer al alma del demonio siempre y cuando no tenga su poder- dijo el rubio hombre sin dejar de mirar al dios de la muerte.
Por su parte el shinigami los miraba curioso era mas que obvio que sabían el pago que reclamaría por este acto aun así el estaba seguro de que las cosas no saldrían como ellos querían pero bueno eso a el no le tenia importancia.
-acepto el trato mortal pero he de advertirte aunque despoje al demonio de su poder su fuerza vital aun permanecerá en su alma así como una pequeña parte de su mismo chakra-
Los sobrevivientes miraron asombrados como el gran demonio se transformo en una pequeña esfera de color rojo que floto hasta el pequeño hijo del yondaime…el pequeño lloraba mientras la energía se fundía dentro de el y un raro sello aparecía en su vientre, enseguida una corriente de energía salio despedida del pequeño cuerpo y entro en el de la niña que lloraba sin parar.
Fueron minutos lentos y angustiosos cuando por fin el proceso termino y el alma de la chica llamada Rin fue tomada como pago una sonrisa demoníaca adorno el rostro del shinigami mientras desaparecía en la noche
-funciono lo logramos Minato- exclamo una alegre Kushina mientras trataba de calmar a su hija que aun lloraba sorpresivamente el pequeño estaba callado y quieto…demasiado quieto, los ojos del yondaime se abrieron de horror cuando noto la falta de latidos en el pecho de su hijo.
Ambos padres se aterraron, gritando de dolor y desesperación el proceso había sido demasiado duro y el pequeño no lo había resistido por eso el shinigami sonreía al desaparecer porque se estaba llevando dos almas y no una, pronto un tenue brillo rojizo cubrió al pequeño mientras marcas de bigotes aparecían en su cara y el color volvía a su piel hasta entonces pálida, pronto el niño abrió los ojos mientras lloraba de nuevo, los padres vieron con horror esos ojos rojos de pupilas rasgadas llenos de odio que los miraban fijamente antes de volverse azules mientras el niño lloraba.
Los siguientes dos días fueron de exhaustivas pruebas al bebe que dieron como conclusión que por su cuerpo no fluía chacra, al menos no chacra humano, era un conclusión obvia el pequeño había muerto y el alma del zorro atrapada por el sello se apodero del cuerpo, desde ese momento la familia Namikaze no volvió a ser la misma.
flash back fin
De vuelta al presente la familia del hokague volvía al interior de la torre, tan pronto como entraron la pequeña Kasumi se despidió alegre de sus padres hoy iría dormir al complejo Hyuga, acompañada por un peliplateado enmascarado la pequeña salio de la torre dejando a sus padres solos.
Tan pronto como se fue ellos se soltaron de las manos y la pelirroja lanzo una fría mirada a su esposo que solo regresaba la misma frialdad en sus ojos
-no me esperes esta noche- dijo el serio mientras caminaba hacia la salida
-vas con otra de tus putas verdad, prefieres estar con esas que venir conmigo a honrar la memoria de nuestro hijo- dijo molesta, un sonoro golpe resonó en la habitación, ella tenia la cara ladeada y una marca en su mejilla izquierda
-no te permito que me hables así soy tu esposo y el hokague lo que haga o deje de hacer no te debe incomodar me escuchaste- respondió molesto mientras salía con rumbo desconocido
(-no sabes como te detesto nunca debí dejarme deslumbrar por ti y aceptar ese plan ridículo de haber sabido lo que pasaría no habría aceptado y nunca habría perdido a mi bebe-) lagrimas resbalaron por sus mejillas y desapareció en una bocanada de humo.
Ajena a todo ello una pequeña Kasumi caminaba alegre entre reverencias y obsequios de los habitantes del pueblo hacia la residencia de su amiga Hinata mientras al otro lado del pueblo en una de las zonas mas pobres un pequeño niño de ojos azules yacía triste en su deteriorado apartamento en espera de su acostumbrada visita solo esperando que esta vez todo se acabara de una vez por todas.
