Quiere decirle como se siente, de verdad que si, pero es incapaz.
Aunque Bakugo Katsuki no necesita mucho para ser aceptado, después de todo, quien le gusta es Midoriya Izuku.
-✗-
↬ [Bakugo Katsuki x Midoriya Izuku]
✗ One-shot creado para la KatsuD...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Katsuki era solamente otro planeta más orbitando alrededor del sol, esforzándose por ser lo que este necesitase, impulsado por la idea de tocarlo como quería y que el tacto suave del otro le correspondiera.
Cosa difícil, ya que para que esto sucediese el sol, también conocido como Midoriya Izuku, primero tenía que enterarse de lo mucho que el rubio lo quería, y este era incapaz de dirigirle la palabra.
Estando cerca del peliverde, sus sistemas fallaban.
Izuku, el muy desgraciado, lo ponía nervioso.
—Buenos días, Kacchan —Le dice esa mañana como todas las anteriores. Sin embargo, en la última semana Katsuki ha dejado de responderle por completo, ya que a pesar de que el rubio lo intenta, lo único que su boca puede hacer en presencia del pecoso es boquear como si fuese un pez estúpido—, ¿Kacchan? —Repite Izuku, cuya paciencia está llegando a su fin. No entiende que le pasa al ojirubí, que vuelve a ignorar su llamado— ¡Katsuki!
Eso ultimo lo dice un ápice más fuerte, lo que provoca que algunos de los alumnos que se encontraban en al aula lo mirasen, pero Izuku no les presta atención. Las últimas semanas Kacchan había estado pasando de él olímpicamente y ya no lo soportaba.
— ¿Qué? —Después de cuatro semanas de hacerle el vacío, eso es todo lo que obtiene Midoriya del rubio.
Una mísera palabra.
Izuku no sabe que esa mísera palabra a Katsuki le ha costado todo el aire de sus pulmones, o todo el que estos pueden obtener sin que sea demasiado obvio que el ojiesmeralda le corta la respiración. Su corazón late tan fuerte contra sus costillas que parece que su sonido ha sido amplificado por la tres veces maldita Jiro Kyoka. Bakugo casi puede saborear la vergüenza que espera para ahogarlo.
Va a hacer el ridículo, lo sabe.
Lleva mucho tiempo conteniéndose y sabía que estaba al límite.
—¿Puedes explicarme al menos que demonios te pasa?—"Cállate, no digas una sola palabra más"—. Al menos dime que te hice para que me ignores de esta forma, ¿Estas molesto conmigo, Kacchan? —"Detente, detente, nerd. Solo haz silencio"—, ¡Si no quieres que vuelva hablarte dímelo! —"No digas otra palabra. Silencio. Quédate callado para que pueda rendirme en paz por favor"—, ¿¡Kacchan!? —"Carajo."
"No puedo más"
— ¡ME GUSTAS! ¿¡ESO ES JODIDAMENTE SUFICIENTE, NERD!? ¡ME GUSTAS, Y NO PUEDO HABLARTE PORQUE ME PONES NERVIOSO! —Estalla, a la vez que se levanta de su lugar. La silla de su pupitre choca contra el piso sonoramente. Y después se hace el silencio en todo el salón. Katsuki, ahora que por fin ha logrado abrir la boca, no puede detenerse—¡Hace un año que me di cuenta de que estaba enamorado de ti, pero era demasiado jodidamente confuso! ¡Apenas hace un mes me propuse declararme y lo he intentado, pero no podía hablar o moverme o mirarte cuando estas malditamente cerca! ¡Y a veces quiero que te calles, que dejes de hablarme, porqué verte hacerlo solo hace que quiera joderme esa estúpida boca tuya, pero si lo haces ya no podría conmigo mismo! ¡ASÍ QUE DETENTE DE UNA VEZ O NO ME HAGO RESPONSABLE DE MI MISMO!
Los gritos resuenan hasta el pasillo, donde chicos y chicas de otros cursos se han acercado mirar la escena. Nadie dice nada, el propio Izuku se ha limitado a escuchar, atónito, las palabras de Bakugo.
Una vez parece que el rubio, que ahora respira agitado y siente que ha tragado fuego, parece terminar de hablar, las miradas se concentran en el peliverde, rojo hasta las orejas y aparentemente en shock. El chico da un vistazo rápido al lugar, notando que tiene demasiado público como para responder a Kacchan claramente, así que las manos llenas de cicatrices toman la que sudan nitroglicerina a cantidades bastante peligrosas y arrastran al más alto fuera.
Debido a la sorpresa general, nadie los sigue. Que el Chico Bestia de la Clase A haya clamado tal discurso de amor los dejo más que impactados, incapaces de reaccionar más que para apartarse del camino de ambos jóvenes.
El rubio, algo cohibido pero sin arrepentirse, sigue al más bajo sin dar pelea. Pase lo que pase, al menos ya no tendrá que lidiar con el sentimiento de ser un cobarde depresivo.
Por otro lado, una vez el pecoso considera que están lo suficientemente lejos, comienza a explicarse.
—Escucha, Kacchan, yo nunca te he visto como algo más que un amigo o un rival, y estoy bastante confundido ahora mismo —Palabras que el rubio esperaba, y a las cuales recibe sin demostrar cuanto le afectan. "Si vas a hacerme mierda, nerd, espero que al menos no tengas piedad", piensa—. No dudo de que tus sentimientos sean sinceros, así que quiero ser sincero contigo también: a mí no me gustas—Katsuki no es un chico llorón como Izuku, por lo que puede aguantar las palabras de este sin romperse ahí mismo—, pero —"¿Pero?", Los ojos rubíes, antes decaídos, miran directamente las esmeraldas de Izuku, "¿Cómo que 'pero'?"—, e-eh, bueno —Luce nervioso, y le tiembla la voz—, a-a mí tampoco me ha gustado na-nadie antes, y tu realmente me haces feliz, Kacchan, así que si te parece, me gustaría que lo intentásemos.
—¿Ah? —Supone que su cara deberá ser un poema. ¿No lo está rechazando, entonces?
—Digo que, si me das el tiempo, m-me g-gustaría tener la oportunidad de enamorarme de t-ti.
Una mezcla de terror y felicidad estalla en el pecho de Bakugo Katsuki ante eso, es una propuesta peligrosa, ya que el pecoso podría no tener el flechazo, pero también podría ser que sí, y negándose a seguir siendo un cobarde, Bakugo se arriesga a terminar peor de lo que está ahora por un futuro al lado de la persona que quiere.
—Bien.
— ¿En verdad?
El rubio se limita a asentir, sin notar la sonrisita tonta y esperanzada que ha esbozado, e Izuku puede decir que van por buen camino, porque esa pequeña muestra de alegría, más la estrafalaria declaración de antes, han acelerado su corazón. Mucho.
Ese vendría siendo el comienzo del amor más grande del siglo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.