II

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Cuando desperté todo estaba como siempre, me giré un poco y pude ver que mi madre está dormida a mi lado, la dejé dormir mientras yo bajaba para comer algo ya que no había comido nada desde ayer y tenía hambre.
Cuando Asher bajó a la cocina se encontró con la puerta de la casa abierta y una nota sobre la mesa:

"Esto no termina aquí, una niñata como no va a meterme en esto y salir sin pagarlo como es debido, nos veremos muy pronto."

Asher cerro la puerta, cogió la carta y la arrugó dispuesta a tirarla a la papelera pero finalmente se la guardó en uno de los bolsillos de su pijama, se preparó su desayuno y cuando terminó subió de nuevo a su habitación para prepararse para ir a clase, cuando entró vio que su madre ya no estaba allí por lo que pudo vestirse tranquilamente en su cuarto.

Se preparó su mochila y fue al baño para asearse y salir de su casa camino al instituto; cuando pasó por el lugar donde había visto horas antes el cuerpo de Alba se dio cuenta de que todo estaba como siempre, parecía que nada había pasado.

Finalmente llegó al instituto y continuó su rutina diaria, se sentó en su lugar sin molestar a nadie a esperar que llegase su primer problema con los demás pero para su asombro no fue así, de hecho todos "huían" de ella hasta que en un momento escuchó un rumor que la hizo saber el porqué hoy la gente huía de ella, el rumor era que Alba había desaparecido y que posiblemente ella la había matado y enterrado.

Asher no pudo creer lo que acababa de escuchar, ella no había matado a nadie y mucho menos a ella, ya que Alba era una chica con problemas de obesidad y mucho mas alta que ella, en ningún momento podría haberla matado por la diferencia corporal ya que Asher era una chica baja y delgada.

El día de hoy fue más o menos tranquilo a causa del falso rumor que  se había extendido; cuando se acabaron las clases, el grupo de amigos de Alba se acercó a Asher.
-No sabemos lo que ha pasado con Alba pero te prometo que lo vamos a descubrir- dijo Martina con tono amenazador.
-Y no sólo eso, vamos a hacer todo lo posible para que tú acabes igual porque sabemos que has sido tu la culpable- terminó diciendo Álex.
-Yo no he hecho nada, no se lo que ha pasado con ella pero yo no he sido- pudo decir Asher sin levantar la cabeza.
-A nosotros no nos vas a engañar zorra- dijo Álex antes de darla una cachetada que la hizo girar la cara.

Después el grupo se alejó y Asher siguió su camino de vuelta a casa, cuando llegó se encontró con la mesa lista para cenar pero eso sí, con un cubierto menos ya que su padre estaba aún desaparecido.

Todos cenaron en silencio y cuando acabaron Asher subió a su cuarto para prepararse para dormir, cuando tuvo puesto el pijama sintió un pequeño escalofrío recorrerla la espalda, se giró y vio que su ventana estaba abierta, fue a cerrarla para luego meterse en la cama pero una voz un tanto conocida la sobresaltó.
-No te fue tan mal hoy ¿verdad?, no hace falta que me des las gracias- dijo con aires de superioridad.
Asher se giró y vio a aquel chico sentado en la silla que tiene frente al escritorio.
-¿ Quién eres y para qué has venido? Espero que hoy tengas pensado responder a mis tantas preguntas sino tendré que llamar de nuevo a la policía- dijo ella intentando mostrarse fierme pero el chico soltó una carcajada, se levantó de la silla y se dirigió hacia ella hasta dejarla atrapada entre él y la pared.
-Soy Jeff, tu "ángel de la guarda" y mi grupo y yo llevamos observándote un tiempo- Asher se quedó paralizada apoyada en la pared al ver el rostro de aquel chico tan extraño; vio como Jeff volvió a sentarse en la silla. - Sabemos que tienes muchos problemas con ciertas personas asique hemos decidido ayudarte quitando a esas personas de tu camino- dijo Jeff sonriendo si es que eso era posible.

Asher no conseguía articular palabra alguna, sólo consiguió dejarse caer por la pared para quedarse sentada en el suelo; después de un tiempo procesando esa información decidió hacer otra pregunta.

•Asher•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora