•Asher•

III

-¿Por qué a mi?- consiguió decir al fin.
-Pues porque pensamos que podrías necesitar nuestra ayuda- respondió Jeff mientras observaba su cuchillo.
-¿Vosotros matasteis a Alba?-
-Puede, ¿por qué?, ¿Te da lástima? Porque a ella no la daba ni un poquito de ti- dijo Jeff con tono burlesco.
-No, ahora todos piensan que fui yo y eso me va a crear más problemas- dijo llevándose las manos a la cabeza.
-Nadie tiene pruebas de nada, esa chica ha desaparecido y punto, y te aseguro que nadie va a ser capaz de encontrarla-
-¿Teneis pensado matarme a mi también?-
-¿Quién sabe? Pero de momento no, de momento eres nuestra protegida y otra cosa no, pero tu seguridad la tenemos como requisito así que no temas por que nosotros somos los encargados de que estés bien- dijo mientras pasaba el filo de su cuchillo por la llena de sus dedos.
-¿Por qué me protegeis?,¿De quien?,¿Quien os lo ha ordenado?-dijo Asher alzando un poco la voz, de repente sonaron pasos en las escaleras y ella sintió que era para ver qué pasaba por lo que se levantó rápidamente y se metió en la cama, segundos después se abrió la puerta dejando ver a su madre.
-¿Qué pasa?, ¿con quién hablas?-
-Con nadie mamá, simplemente me acordé de algo y decidí repetírmelo en alto para que no se me olvide-
-Bueno..., ya ve a dormir que es tarde- dicho esto, su madre cerró la puerta.

Asher esperó unos minutos y se incorporó en la cama para mirar hacia donde unos minutos antes estaba Jeff pero ya no había nadie, de repente siento que todo la daba vueltas y sólo pudo escuchar aquella voz antes de quedarse dormida.
-De nuevo haces muchas preguntas pero dentro de poco descubrirás la respuesta de todas tus preguntas ahora solo, ve a dormir...-

~Estaba en medio de un bosque con una inmensa oscuridad rodeandola, allí poco a poco podía percibir los sonidos de la noche y la presencia de algunos seres, delante suya consiguió ver una figura humanoide, era alta y pálida y vestía de negro pero lo que mas la asombró fue que no consiguió ver su rostro...~ Asher se levantó de golpe hasta quedar sentada sobre la cama, tenía la respiración entrecortada y estaba empapada en sudor, estuvo unos minutos sentada hasta que consiguió relajarse, cuando lo hizo miró hacia todos los lados observando cada lugar de su habitación, después miró al reloj que tenía en su mesilla y vio que eran las 10:30 de la mañana así que se levantó dispuesta a bajar para desayunar; ya que era sábado por lo que no tenia mucha prisa, hoy ayudaría a su madre a hacer la compra y se tomaría el día de descanso ya que no tenía que preocuparse de socializar con nadie porque no tenía con quien pasar el tiempo y lo prefería porque no quería tener preocupaciones por nadie ni tener que salir ya que estaba siendo un invierno muy frío

Cuando terminaron de hacer la compra y de colocar cada cosa en su lugar, Asher subió para darse una ducha caliente y relajarse, luego puso su CD favorito en el reproductor de música y se tumbó sobre la cama para pensar que haría el resto de la tarde, aún eran las 4:30 de la tarde y no había pasado nada interesante por lo que decidió dibujar un poco, saco su cuaderno de dibujo y su estuche y pensó en que dibujar pero enseguida se la vino a la mente la imagen de aquél chico, de Jeff; paso toda la tarde intentando dibujarle y rompiendo las hojas de su cuaderno con aquellos retratos fallidos pero al final quedó conforme con el último retrato que hizo.
Su madre la llamó para cenar, eran las 10 de la noche; dejó todo según había terminado y bajó para cenar.
La cena fue de nuevo silenciosa pero Asher ya estaba asimilando que de ahora en adelante serían así la mayor parte de las cenas; cuando terminaron de cenar Asher subió de nuevo a su habitación, se dirigió al escritorio para recogerlo pero se encontró de nuevo con la ventana abierta y una pequeña lampara ,que tenía sobre el escritorio, encendida por lo que fue a cerrar la ventana y se acercó al cuaderno de dibujos que había dejado en el escritorio y para su sorpresa se encontró un dibujo en el que parecía una mujer sentada en una silla con un bebé en brazos, un niño de unos 5 años jugando a sus pies y otro chico de unos 7 años frente al niño, el entorno era una habitación donde aparecía una cuna y juguetes de los niños. Asher estuvo tan sumida en esa imagen que no notó la presencia del chico hasta que él habló.
-Eran mi madre, mi hermano y mi hermanita- Asher se giró para mirarle.
-¿Eran?- preguntó confusa.
-Murieron- dijo desviando la mirada - los maté dijo finalmente- los maté, maté a mi madre, a mi padre y a mi hermano- Asher notó la tristeza en sus palabras.
-¿Que hay de la niña?- Quiso saber.
-La dejé frente a la puerta de una casa y ahora ella está con otra familia- dijo mirándola de nuevo de una forma extraña.
-¿Y no has vuelto a saber nada de ella?
-Sí, voy a verla todas las noches aunque ella no sepa casi nada-
-¿Y no te duele?-
-Si pero estoy haciendo lo posible para que ella sea feliz. Se acabaron las preguntas por hoy, me voy ya.
-¡No, espera! No te vayas todavía, quedate un poco más por favor, quiero saber mas cosas aunque sea en otro momento pero..., esto va a sonar extraño porque a penas se quien eres y encima estas en mi casa de incognito, tu presencia me relaja de alguna manera y me siento segura cuando estas en un mismo lugar en el que estoy yo asique por favor, quedate un poquito mas, al menos hasta que me duerma-

A Jeff se le iluminó la mirada por un instante, se tumbó en la cama junto a Asher y ella cerró los ojos, Jeff enredó sus dedos entre el pelo de Asher y comenzó a acariciarla hasta que Asher se quedó dormida; Jeff abrió la ventana dispuesto a irse pero antes la dedicó una ultima mirada.