Es hora de irnos

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Lo se, tarde que digo tarde, tardísimo. Pero si se han dado cuenta, los que claro siguen leyendo, le he modificado varias cosas a los capítulos, tienen la misma esencia pero diferentes palabras y diferente estructura.

Estoy de vacaciones y tratare de modificar los otros capítulos los mas rápido que puedo, pero claro si algo no me gusta me quedare hay hasta que sea de mi agrado.  

Tal vez no ponga una foto o algo, pero quiero que sepan, que gracias a mi Beta Jimena he podido tener mas ideas para los demás capítulos. Sin mas que decir adiós.

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Escena pasada

- En efecto señor Potter, le estoy ofreciendo un vacante en Hogwarts - dice y vuelve a subir las escaleras que llevan a el escritorio del Profesor Félix.

- Claro que puedes pensarlo Harry, nadie te esta obligando a ir - me dice el director Félix recargando sus codos en su escritorio y mirándome con sus ojos eléctricos.

- No se preocupe Profesor Félix ya tengo mi respuesta - respondo y miro al director de Hogwarts, decidido -. Acepto profesor Dumbledore, pero con una condición.

- Soy todo oídos Joven Potter...

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Miro al director Dumbledore, fijamente y sonrió con un deje de diversión- Llevar conmigo a el señor Valdez y al señor Grace.

— Si no mal me acuerdo y por lo que me ha comentado Félix, Ellos son tus amigos ¿no? — me preguntan y se coloca a un lado del director Félix.

— Eso es verdad, los dos son mis mejores amigos desde que llegue a este lugar — respondo y sonrió al recordar la primera vez que los vi.

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Flasback

Suspiro intentando calmar mis nervios frente al imponente castillo Durmstrang, todo negro desprendiendo esa aura de maldad y peligro, todo lo contrario, al palacio Beauxbatons que desprende elegancia, pureza y belleza con sus colores en blanco y azul claro, y al colegio Hogwarts que desprende misterios y antigüedad con sus colores cafés y su fachada de castillo antiguo.

Miro a las gárgolas que custodian la entrada, tomo mi baúl, la jaula de mi lechuza y empiezo a adentrarme en mi nueva escuela. Al entrar en su terreno veo a varios de sus estudiantes con uniformes rojo con un cinturón de cuero negro el cual sostiene en muchos casos una espada, en otro una pequeña hacha y en otros una carcaja con flechas. Miro mi propia vestimenta y niego al ver mi traje de color negro, mi corbata, la funda de mi varita amarrada a mi cintura y mis zapatos formales, las lecciones de modales, cortesía y vestimenta en el palacio han hecho mella en mí. Sigo caminando en el inmenso castillo intentando encontrar la oficina del director, después de 15 minutos me rindo, dejo mi baúl y la jaula en el suelo. E intento buscar a alguien que me ayude, pero claro algunos llevaban prisa y otros simplemente me ignoraban tal vez influya mi traje de buen niño. Con esfuerzo logro que alguien por fin me ponga atención y con sus indicaciones por fin encuentro la oficina.

Al llegar a ella tengo la intención de tocar la puerta cuando oigo unos gritos provenientes de ella.

— ¡¿Cómo es que ustedes dos pudieron incendiar la laguna del bosque en una sola tarde?! — Pregunta una voz gruesa detrás de esa puerta y sonrió bajando poco a poco mi mano para oír mejor el regaño que seguramente era para dos estudiantes.

— O eso fue fácil, solo necesitamos un poco de gasolina que sabemos tenían guardado en la armería lo esparcimos por...

— ¡No me interesa saber el procedimiento de sus fechorías mocosos idiotas! — oigo un gran golpe detrás de esa puerta y doy un salto por la impresión. Al parecer el director ha lanzado algo a alguna parte de la oficina.

Una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora